La negociación del salario mínimo se atasca y la reunión cierra sin acuerdo

Gobierno y agentes sociales finalizaron hoy sin acuerdo la reunión que prometía ser decisiva para el futuro de la cuantía del salario mínimo interprofesional (SMI). «Ha terminado como ha empezado», señalaron fuentes sindicales a ABC. «El resto de las organizaciones han mantenido sus posiciones y el Gobierno no ha presentado ninguna propuesta», añadieron las mismas fuentes. Los agentes sociales seguirán negociando a lo largo de la semana, aunque no se ha fijado aún ninguna cita ni se volverá a convocar la mesa para abordar este asunto.

En el ministerio de Trabajo se mantiene la esperanza de alcanzar un acuerdo aunque las posturas siguen alejadas. Los empresarios se han mantenido firmes en su rechazo a una subida en estos momentos mientras los sindicatos aseguran que seguirán peleando por un alza mayor al que plantea el Gobierno.

Y es que las discrepancias se palpan también dentro del propio Ejecutivo. Poco antes de que comenzara la reunión, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quiso rebajar la expectación generada ante una reunión que se había calificado como «definitiva» en el entorno de Díaz. Calviño remarcó en declaraciones a TVE recogidas por Ep que la mejora salarial será «relativamente limitada» y que se aplicará en los meses de octubre a diciembre, eliminando las posibilidades de un efecto retroactivo de la medida.

«El aumento del SMI lo tenemos que hacer siempre y cuando no ponga en riesgo el empleo, sobre todo para los jóvenes», ha expresado Calviño, en unas declaraciones que vienen a llamar a la prudencia frente a los mensajes lanzados desde la vicepresidencia de Díaz. La titular de Trabajo había asegurado que la de hoy era la reunión «definitiva» y había prometido una aplicación «rápida».

La importancia de este alza para la ministra de Unidas Podemos es tal que ya ha avanzado que está dispuesta a sacrificar por él la senda de acuerdos con los agentes sociales que han venido configurando «el sello de la casa» en su ministerio. Así, Díaz ha señalado estos días que habrá subida haya o no acuerdo con los agentes sociales pues, en su opinión, esta herramienta es la «más eficaz para combatir la pobreza». Hoy mismo, sin embargo, ha rebajado el tono de sus palabras y ha pedido que se deje trabajar al diálogo social.

El principal punto de conflicto se encuentra actualmente en qué cuantía se subirá esta renta. Actualmente el SMI se encuentra en 950 euros mensuales por catorce pagas y la intención de Trabajo es subirlo para lo que queda de año entre 12 y 19 euros al mes, de acuerdo con las recomendaciones de los expertos. Los sindicatos aseguran que la semana pasada el Gobierno planteó un aumento de 15 euros este año y de 31 euros tanto en 2022 como en 2023.

En la orilla empresarial, el desacuerdo va más allá de la cuantía y se rechaza de lleno ningún tipo de subida en un momento en que la recuperación no está aún garantizada. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, defiende que este aumento en un momento como el actual podría perjudicar el empleo, aumentar la economía sumergida y dar la puntilla a sectores como el campo o el servicio doméstico en los que más se utiliza el SMI. Aunque la patronal se opone a subir el SMI en 2021, se ha mostrado «abierta a analizar el escenario de esta renta para 2022 y 2023.

Distanciamiento entre las partes
La batalla con las organizaciones sindicales reside en la cuantía del alza y en los plazos de aplicación. Desde UGT ya dejaron claro que la propuesta realizada por el Gobierno la semana pasada es «muy reducida» e «insuficiente» si se tiene en cuenta la actual evolución del IPC. A la salida de la reunión, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, remarcó que su apuesta pasa por una subida de 25 a 30 euros mensuales para este año a aplicar de forma retroactiva desde el pasado 1 de septiembre. Hoya también recordó la necesidad de que se cierre un pacto para 2022 y 2023 con el objetivo de llegar al 60% del salario medio en España.

«Hemos dado por zanjadas las reuniones en relación con el salario mínimo. Salvo que haya alguna novedad en las próximas horas no se va a volver a convocar la mesa, se va a abrir el periodo de consultas al que está obligado el Gobierno», adelantó Hoya. «Sobre lo que no hay duda es respecto al compromiso del Gobierno de subir el SMI este año y en que vamos a transitar por las recomendaciones de los expertos», puntualizó el portavoz de UGT.

«Nos gustaría que esta mesa saliera con acuerdo como en ocasiones anteriores, pero parece que no es posible en este momento: hay un distanciamiento entre las partes. Vamos a ver si a lo largo de la semana podemos concretar la propuesta y los términos de la subida», zanjó Hoya.

Las organizaciones sindicales tambien evidenciaron las diferentes posturas existentes dentro del Gobierno respecto a los plazos de aplicación de la próxima subida del SMI. Desde CC.OO. aseguraron que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, les contestó de forma explícita que la fecha de entrada en vigor se hará con efectos retroactivos desde el 1 de septiembre. El plazo difiere con el ofrecido esta mima mañana por la ministra Nadia Calviño, quien aseguró que el incremento tendría lugar a partir de octubre y sin efectos retroactivos.

«Por lo tanto, vamos a darnos un poco más de tiempo con el objetivo de intentar, cuanto menos, intentar buscar un acuerdo en el que estemos Gobierno, sindicatos y empresarios. Seguiremos negociando», agregó la seccretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente. En CC.OO, recalcan que pese a que hoy no ha habido posibilidades de cerrar un pacto, seguirán hablando con el objetivo de alcanzar un acuerdo «a la mayor brevedad posible».

Prórroga de los ERTE
Calviño defendió hoy la próxima subida del SMI por los datos positivos del mercado laboral con caídas «sin precedentes» del paro y bajada de los trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). A propósito de los ERTE, cuya vigencia finaliza el próximo 30 de septiembre, Calviño dejó claro que su intención es prorrogarlos durante los próximos meses, aunque advirtió de que podrían cambiar las condiciones: habrá que hacerlo «en los parámetros que generen más empleo».

Calviño deslizó que las modificaciones en el modelo de los ERTE pueden venir de la mano de una revisión de las exoneraciones a la Seguridad Social. «Hay que ir a un mecanismo permanente. Este mes lo que tenemos que ver con los agentes sociales es cómo hacemos esa transición para seguir ayudando a los sectores que no han recuperado la normalidad», indicó Calviño. En esta línea, la vicepresidenta incidió en que los ERTE se han ido amoldando en los últimos meses a diferentes cambios, por ejemplo, en los sectores protegidos.
Source: ABC

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *