Un año después de la pandemia, el Gobierno aprobará 7.000 millones en ayudas directas a empresas

A falta de unas horas para que el Consejo de Ministros extraordinario de mañana dé luz verde al nuevo paquete de ayudas económicas para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia, el Gobierno ha comenzado a filtrar las cifras de cómo se estructurarán los tres fondos de apoyo empresarial. Fuentes gubernamentales han confirmado que las ayudas directas se elevarán hasta 7.000 millones, que se gestionarán desde las comunidades autónomas, mientras que los 4.000 millones restantes se dividirán entre los otros dos fondos, el de reestructuración de deudas con aval público del ICO (3.ooo millones) y el de recapitalización de empresas medianas (1.000 millones), gestionados desde la Administración central.

Otras fuentes apuntan además que se establecerá «un marco territorial común» para todo el fondo de ayudas directas, lo que terminaría de limar uno de los puntos que más debate ha suscitado en el Gobierno. En cualquier caso, el reparto de cantidades ha sido bien acogido en el entorno de Unidas Podemos, aunque en las filas socialistas se insiste en que las cifras estaban ya cerradas a principios de semana «a pesar del ruido». Desde Unidas Podemos se reclamó que, de los 11.000 millones del fondo, un total de 8.000 fueran en ayudas directas.

La medida llegará 16 días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara en el Congreso de los Diputados que se estaba trabajando en este nuevo plan de ayudas, tras un duro año de pandemia, y deja atrás una nueva brecha en el seno de la coalición. Pero además, el paquete de estímulos ha evidenciado un debate mucho más profundo entre los propios ministros del PSOE sobre hasta dónde se quiere apoyar a la economía a base de engordar la deuda y el déficit. Un pulso para el que la ministra de Economía, Nadia Calviño, se ha apoyado en su homóloga de Hacienda, María Jesús Montero, más tendente a la austeridad, frente a otros ministros como la titular de Industria, Reyes Maroto, o el de Transportes, José Luis Ábalos, que han presionado por poner en marcha los nuevos impulsos con una mayor celeridad.

Los detalles del plan dependen aún de su aprobación en el Consejo de Ministros de mañana, pero las fuentes gubernamentales confirman que las ayudas directas se destinarán a las empresas con caídas en su facturación superiores al 30%, entre otras cuestiones. Otras de las posibilidades que está sobre la mesa es ligar las ayudas a una cláusula de mantenimiento del empleo, similar a la de los ERTE por causa Covid. La Agencia Tributaria será la encargada de controlar que no se llevan a cabo fraudes con estos recursos públicos.

Las tensiones vividas durante estos últimos días prometen dejar cicatrices en las relaciones entre los poderes económicos socialistas que lideran Calviño y Montero, y los de Unidas Podemos, con Nacho Álvarez, secretario de Estado de Asuntos Sociales, a la cabeza. En el entorno de la vicepresidenta económica se reconoce un fuerte malestar por el intento de un secretario de Estado sin atribuciones económicas de marcar líneas clave de las políticas económicas. Sin embargo, desde Unidas Podemos el enfado llegaba por la falta de diálogo que mantienen los socialistas en torno a medidas clave.
Source: ABC

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