-kpyF--620x349@abc.jpg)
Director general de la compañía en España y Portugal desde 2014, Úrbez ha guiado personalmente en nuestro país la fusión de Bristol Myers Squibb (BMS) con Celgene, una de las mayores operaciones financieras en la historia del sector farmacéutico. La inversión global de esta biofarma en I+D superó en 2019 los 6.000 millones de dólares.
–¿Qué ha supuesto esta integración?
–BMS es ahora una compañía mucho más sólida y potente, en condiciones de seguir haciendo avanzar la ciencia. Este movimiento corporativo tiene un enfoque claramente integrador, ya que aprovecha las sinergias y el potencial de dos compañías innovadoras, aumentando nuestras capacidades a todos los niveles; habiendo logrado crear una nueva biofarmacéutica líder. Tenemos una de las carteras de productos en desarrollo más diversas y prometedoras de esta industria y vamos a hacer lo que esté en nuestra mano por continuar mejorando las vidas de los pacientes. Sin duda, la mayor fortaleza que ha traído la integración ha sido el refuerzo y consolidación del talento humano.
–Traduciendo esta fusión a números…
–En España siguen coexistiendo de momento las dos entidades legales, BMS y Celgene. En términos financieros somos la quinta compañía a escala global, lo que nos permite afrontar con solvencia un escenario de inversión y desarrollo de nuevos medicamentos para el largo plazo y responder a las necesidades de nuevos tratamientos de los pacientes. En 2019 nuestras ventas globales rozaron los 40.000 millones de dólares. Reforzamos nuestra apuesta por la I+D y reinvertimos más del 20% de nuestros beneficios a nivel global en investigación. Somos ahora una compañía económicamente mucho más sólida, con más recursos que nos están permitiendo potenciar nuestra capacidad investigadora. Nuestro objetivo es, además, seguir trayendo a España cada vez más ensayos clínicos y posicionar a nuestro país como un líder en investigación.
Somos una compañía diversa e inclusiva: el 61% de los empleados en España son mujeres y, en concreto, en el comité de dirección, el porcentaje asciende al 70%. Gracias a nuestras medidas en materia de paridad, este año hemos sido el único laboratorio farmacéutico en conseguir el Distintivo de Igualdad en Empresa otorgado por el Ministerio de Igualdad.
–¿Qué áreas pioneras de investigación saldrán reforzadas?
–Contamos con un «pipeline» amplio y diverso, con más de 50 moléculas en desarrollo en cerca de 40 enfermedades. Este liderazgo en ciencia nos ha llevado a ocupar el segundo puesto nacional en número de ensayos clínicos, con una inversión en I+D cercana a los 50 millones de euros. La nueva BMS ha potenciado su capacidad investigadora con más de 200 ensayos clínicos solo en España, la mitad de ellos en fases tempranas, y con más de 4.000 pacientes participando. En cuanto a las áreas terapéuticas, a nuestro liderazgo en oncología y hematología se le suma la continua investigación en las áreas de inmunociencias y cardiovascular, que además hemos reforzado recientemente con la adquisición de Myokardia.
Nos estamos adentrando en tratamientos del futuro, como la terapia celular, permaneciendo a la vanguardia de la innovación para continuar dando respuesta a las necesidades de miles de pacientes en todo el mundo. Es un privilegio que BMS cuente en España con CITRE, el único centro de la compañía que se dedica exclusivamente a I+D+i, a la ciencia computacional clínica y de laboratorio fuera de EE.UU., y que coordina los esfuerzos en este campo en Europa.
–Hablando de I+D… ¿Es una estrategia vital para que España supere la crisis sanitaria y económica?
–Sin duda. No es solo una oportunidad, sino una necesidad para mejorar la salud pública y generar empleo especializado, de calidad, lo que se traduce en riqueza y desarrollo para el país. Potenciar la inversión en investigación y ciencia garantizará, siempre, un mejor futuro.
–¿Cómo ha respondido el sector biofarma ante la pandemia?
–Quiero destacar la colaboración sin precedentes que ha mostrado el sector farmacéutico a raíz del Covid-19. En BMS examinamos nuestros bancos de datos e identificamos cerca de 1.000 moléculas con potencial de jugar un papel importante en el tratamiento de la infección, las pusimos inmediatamente a disposición de investigadores externos y esto se ha aterrizado en nueve desarrollos clínicos para evaluar el impacto de nuestros medicamentos frente al Covid-19, en particular, dos en colaboración con el NIH (National Institute of Health de Estados Unidos). Hemos trabajado manteniendo tres prioridades principales: continuar haciendo llegar nuestros medicamentos a los pacientes que los necesitan; velar en todo momento por la salud y seguridad de nuestros empleados y su entorno y prestar ayuda a los colectivos más afectados por la crisis sanitaria. Mientras, hemos mantenido de forma permanente nuestra relación con los clínicos, atendiendo sus necesidades e incorporando la digitalización a nuestro modelo de negocio como herramienta clave. Del mismo modo, hemos sido capaces de continuar con nuestra investigación clínica siguiendo las normas de la AEMPS y en colaboración con ellos, así como de garantizar el suministro de nuestros medicamentos.
–Además de ciencia y medicamentos, ¿qué aportan a la sociedad?
–Como compañía preocupada por reducir las desigualdades, este año hemos decidido apoyar, y lo seguiremos haciendo, a los colectivos más vulnerables: profesionales sanitarios, niños y ancianos. Hemos canalizado una aportación de más de 700.000 euros a través de instituciones y ONGs. Además, estamos potenciando estudios para desarrollar tratamientos eficaces en enfermedades raras para encontrar soluciones a estas dolencias que, aunque son minoritarias, tienen gran impacto en quienes las padecen. En definitiva, creo que, pese a la situación tan extrema que hemos vivido, hemos demostrado ser una compañía flexible, que escucha y que atiende a las necesidades de nuestro entorno: nos hemos reinventado y todo esto no hubiera sido posible sin un equipo de personas comprometidas.
Source: ABC