Grandes fortunas se lanzan al mercado a aprovechar el rebote para salvar el año

Unos más y otros menos, todos los estratos sociales se han visto afectados por el Covid-19. Y las grandes fortunas no son una excepción. El descalabro de los mercados en marzo a causa de la expansión de la pandemia, el confinamiento, la subsiguiente crisis económica… todo ha influido en el patrimonio de los más ricos. Aunque estos llevan ya algunos meses tomando posiciones estratégicas para salvar el año. Tarea difícil sabiendo cómo se hundieron los índices en lo peor de la enfermedad, aunque no imposible.

Un informe de Oliver Wyman y Morgan Stanley pone cifras al golpe que supone la crisis para el patrimonio de las grandes fortunas. Ambas compañías plantean tres escenarios: base, de rebote acelerado y de recesión sostenida. En el primero estiman que su riqueza caerá un 4% (3,1 billones de dólares) en 2020; en el segundo, que registrará un incremento del 1%; y en el tercero, que el desplome será del 10%. Estos datos contrastan con el 6% de crecimiento estimado de estos patrimonios ante del Covid-19, después incluso de varios años con tasas muy altas de rentabilidad por el alza continuada de los mercados –y con la salvedad del desgaste bursátil de 2018, cuando la caída fue generalizada–.

Como ejemplo de la evolución de los mercados se encuentra el Ibex 35, sin ir más lejos, aunque por los condicionantes de Europa poco tiene que ver nuestro parqué con el estadounidense, por ejemplo. El selectivo español, de enero a julio, se ha dejado un 23,2% de su cotización. Los descensos han abarcado a casi todos los valores y poco a poco empieza a percibirse cierto rebote. En el resto de países de nuestro entorno el panorama en Bolsa es similar, aunque la recuperación está siendo más rápida. Esto contrasta con índices como el Nasdaq, que ya se mueve ahora de nuevo en máximos históricos.

El contexto fue dramático especialmente en los meses de febrero y marzo, la peor etapa de la pandemia. Ni pequeños ni grandes inversores se libraron de las pérdidas; las caídas fueron a plomo en las principales Bolsas mundiales. Ante ello, los grandes patrimonios no tardaron en reaccionar. «En estos tiempos de turbulencias lo que hemos notado es que cada vez más ahorradores se acercan para pedir asesoramiento especializado», dice José Luis Santos, subdirector general de Banca March y responsable del Área de Banca Patrimonial.

Sin embargo, no todos sufrieron ni actuaron igual ante la incertidumbre. «Todos los clientes asumen un riesgo y lo ven a su manera. Algunos más y otros menos. La percepción del riesgo y cómo afrontan los clientes las pérdidas dependen de la cartera y la personalidad de cada uno. Dicho esto, el cliente más conservador lleva muy mal las caídas, aunque están recuperándose bastante. Entre aquellos que son más arriesgados, la mayoría están acercándose a ‘‘empatar’’. Incluso, hay ya carteras de inversión positivas, como las de aquellos que entraron en marzo y se están apuntando un 20-30%», explica Gonzalo Murcia, director del equipo de Asesoramiento de BNP Paribas Wealth Management. Así las cosas, fuentes financieras señalan que si bien durante los primeros meses de la pandemia había más reticencias a tomar posiciones en el mercado, ahora el movimiento es notable. Todo para que quienes aguantaron el desplome del inicio del Covid puedan tratar de cerrar el ejercico con una rentabilidad plana, al menos.

Grandes oportunidades
Murcia señala que la mayoría de grandes fortunas ven la situación actual «como una oportunidad», pero no pensando en España sino a nivel global. Bajando a escala local, confirma que están todos los clientes «muy preocupados» por el impacto de la crisis, que no está siendo igual en todas las zonas geográficas. En este sentido, destaca que sus principales dudas están en la evolución económica de nuestro país, teniendo en cuenta que la recuperación aquí puede ser más lenta que en otros países europeos.

Por esta última razón, los patrimonios más elevados «han repasado qué exposición tienen a España y si tiene sentido continuar o no invertidos en el país». Las oportunidades, dice Murcia, están a escala mundial, en países como Estados Unidos, pero no solo. Y el foco lo pone en una serie de dinámicas económicas que están llamadas a revolucionar la economía y los estilos de vida. «Con la crisis se han identificado muchos asuntos que van a cambiar, muchas disrupciones», comenta. Concretamente, el directivo de BNP Paribas explica que ahora las oportunidades que están en manos de estos grandes patrimonios radican en tecnologías como el 5G o la inteligencia artificial; también en el sector sanitario, en la digitalización y en la desglobalización, por la ruptura de las cadenas de valor y suministro. Por ello, actualmente están buscando este tipo de retos de inversión en compañías de mediana capitalización. No tanto en los Apple, Facebook y compañía, sino en otros negocios emergentes pero ya consolidados que tengan que ver con estos ámbitos. Así las cosas, Santos, de Banca March, apunta a que las tendencias como la digitalización o la sostenibilidad están llamadas a quedarse dentro de las carteras de los inversores: «No solo se van a mantener, sino que se van a acelerar como consecuencia del Covid-19».

Inversión a largo plazo

Roberto Scholtes, director de Estrategia de UBS España, señala que desde el punto de vista de gestión de las carteras la reacción de las fortunas ha sido mantenerse invertidos, y que ha habido cierto movimiento. «Alrededor de dos terceras partes han realizado movimientos de más de un 15%, lo que catalogamos como cambios significativos», dice. Lo que buscan estos grandes patrimonios, además, son inversiones de largo plazo que les den rentabilidad. Y en estos últimos meses la rentabilidad ha brillado por su ausencia.

En cuanto a deuda pública, Scholtes apunta a que una cuarta parte de clientes ha optado por salir de estos mercados y centrarse en oro y bonos corporativos. «Sustituyen países endeudados por compañías de mayor calidad», destaca. La razón principal es el nulo retorno económico de esos activos. Como señala Murcia, «aquello de comprar bonos del Estado o Letras del Tesoro ha pasado a la historia». En cambio, en terreno inmobiliario, desde UBS señalan que un 12% de inversores han optado por incrementar sus posiciones; la postura contrasta con el pensamiento de BNP Paribas, a cuyo juicio este mercado no ha tenido movimiento pero del que surgirán a futuro muy buenas oportunidades para invertir en aquellas empresas necesitadas de capital. Un capital del que los grandes patrimonios dispondrán para realizar sus «apuestas».

En el caso de UBS, pese a todo, son cautos respecto a la posibilidad de recuperar el terreno perdido y auguran un tiempo de más de un año, quizás año y medio, para recuperar las cifras de patrimonio previas al Covid. De momento, fuentes financieras apuntan a que el mercado está en constante movimiento. Los ricos, aunque ahora hayan visto menguar su patrimonio, terminarán recuperando el dinero perdido. El foco en estos momentos está, según cuentan, en saber aprovechar las oportunidades de la renta variable, en ciertos sectores tecnológicos, sanitarios… pero no tanto en España sino en las regiones que de verdad han iniciado la recuperación.
Source: ABC

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