Negociación a contrarreloj en Bruselas para evitar que el 60% de la flota del Mediterráneo amarre

‘Deja vu’ en Bruselas. Tal y como sucedió hace casi un año, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas afronta el último consejo de ministros europeos del ramo de este año que comenzará este domingo (en 2023 lo presidirá España); en el que se reparten las cuotas pesqueras de las aguas comunitarias y de aquellas pesquerías que se comparten con Reino Unido y Noruega, con una nueva propuesta de recorte en el número de días de pesca para la flota española del Mediterráneo. Este año el tijeretazo que ha puesto la Comisión Europea sobre la mesa es del 9,8% respecto a los días disfrutados este año. Esto se suma a los recortes de un 10% y un 7,5% en los días de pesca en 2020 y 2021, respectivamente. El Plan Plurianual de Pesca del Mediterráneo Occidental entró en vigor hace casi 3 años y, desde el sector, hablan ya de una reducción acumulada superior al 30%. Según el vicepresidente de Cepesca para la flota de bajura y máximo responsable de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE) José María Gallart «si se aplica reducción esto nos dejará con 150 días de trabajo al año» y, añade, «el 60% de la flota vería peligrar el mantenimiento de la actividad». En concreto, de la decisión de Bruselas, pende el futuro solo en la modalidad de arrastre de casi 600 embarcaciones (Agricultura estima en 680 barcos el total de afectados) de cinco comunidades autónomas (Andalucía, Murcia, Valencia, Cataluña y Baleares), así como de 17.000 empleos entre directos e indirectos, apuntan desde el sector. Como en 2021, cuando España apenas logró atenuar el hachazo hasta el 6% y mostró su oposición votando en contra de esta decisión, a Planas le aguarda desde hoy una negociación agónica frente al comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius , con el que la relación no es todo lo fluida que sería deseable. El más reciente enfrentamiento se ha producido a propósito del veto a la pesca de fondo en 87 zonas pesqueras de Irlanda, Francia, Portugal y España (luego reducida a 41 zonas). La prohibición fue recurrida hace casi un mes ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) , aducienco algunos defectos graves de forma como la falta de consulta al sector y el uso de información cientírica no actual, aunque la revisión de esta decisión no se producirá hasta 2023 para consternación del sector pesquero. Tampoco habrá compensaciones por el impacto de una medida que lleva en vigor desde el pasado 9 de octubre. De igual modo, España también tiene recurrido ante el TJUE tanto el límite máximo las capturas para la gamba roja establecido este año como la regulación del denominado esfuerzo pesquero (los días para faenar) para los barcos palangreros que pescan merluza. «No tengo muchas esperanzas» Todo lo anterior no hace sino alimentar el escepticismo entre la flota del Mediterráneo, sobre el resultado de las negociaciones de Planas en Bruselas durante mañana domingo y lunes. « No tengo muchas esperanzas en que el Gobierno consiga sacar una propuesta positiv a , que sería un 0% de reducción», apunta Gallart quien sostiene que cualquier otro resultado es «inadmisible». Como en 2021 piden a Planas que, en el caso de que haya un nuevo tijeretazo, vote en contra. Sobre el sistema de compensación del 3% de días de pesca (esto son 2 o 3 días más para faenar,) si se cumplen algunos requisitos como el cambio a redes más selectivos, la aplicación de vedas de 4 semanas consecutivas y el aumento de la talla mínima de la merluza a 26 centímetros, Gallart ve este sistema «ridículo». A pesar de lo anterior, el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), sí admite que «puede ser buena una mayor selectividad» . En cualquier caso, desde la patronal Cepesca y Cofradías, piden que estos días sean «extras». Es decir, independientes de los que conceda los estados miembro y recuerdan que, la flota del Mediterráneo, esta inmersa en proyectos para mejorar la selectividad de sus capturas como puertas voladores hidráulicas para minimizar el impacto del arrastre sobre el fondo marino o el uso de nuevas mallas experimentales más sofisticadas. Noticia Relacionada estandar No El Gobierno recurre el veto de la pesca de fondo tras un mes de su entrada en vigor Natalia Sequeiro / Carlos Manso Chicote Planas confirma que se presentó en el TJUE y pide diálogo a Bruselas para rebajar el impacto de la medida A diferencia del veto, donde se ha adoptado la solución más restrictiva de las diseñadas por los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés), en el caso del Mediterráneo ni siquiera ha habido evaluación científica. Desde la entrada del Plan Plurianual de Pesca del Mediterráneo Occidental en 2020 no ha habido un análisis serio sobre el impacto medioambiental y socieconómico de los dos primeros años de aplicación. Algo que España ya propuso el año pasado. El citado Plan tiene por objetivo alcanzar la gestión sostenible de todas las pesquerías (Rendimiento Máximo Sostenible, RMS) para 2025. Lo que desde la flota pesquera, ven imposible y piden fijar para 2030. A vueltas con la gamba roja Otro quebradero de cabeza para la pesca en el Mediterráneo es la propuesta de Bruselas de limitar un 7% la cuota de la gamba roja , a pesar de que la información científica avala que se está haciendo una explotación sostenible de esta especie. En cualquier caso estamos ante un ‘sudoku’ del máximo nivel de complejidad. Solo en el Atlántico, junto a las negociaciones con Reino Unido y Noruega, España tiene interés en 18 de las 26 pesquerías que estarán en negociación desde mañana en Bruselas. En este sentido, Planas presentará propuestas para mejorar las cuotas de especies como el abadejo, lenguado y cigala
Source: abc economia

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