El Gobierno consume el mayor presupuesto de la historia en bonos, ayudas y subvenciones, y fía la recuperación al fondo UE

Cerca de 20.000 millones extra para pagar la revalorización de las pensiones con el IPC, casi 30.000 millones más de gasto social , subida del 8,5% del Ingreso Mínimo Vital, una mejora de 100 euros al mes para los desempleados que lleven más de seis meses en esa situación, 600 millones extra para el sistema de dependencia, 400 millones más para becas al estudio, una inyección de 500 millones a los presupuestos autonómicos para mejorar la red de atención primaria y de salud mental, 260 millones para hacer más asequible el acceso de los jóvenes a la vivienda, transporte ferroviario gratuito, bono joven de alquiler, bono cultural…S ubvenciones, ayudas y esquemas de protección de rentas acaparan la mayor parte del presupuesto más alto de la historia de España, nada menos que 583.543 millones de euros en términos consolidados. El Gobierno ha optado por canalizar la catarata de ingresos fiscales que le han entrado en caja en los últimos tres años gracias a la inflación, a las subidas fiscales y a factores a los que los expertos aún no encuentran un explicación (más de 70.000 millones de euros extra) a medidas de protección más o menos selectivas contra la inflación y las situaciones de vulnerabilidad, dejando de lado las actuaciones contracíclicas que aborda el Estado para favorecer la actividad económica, que se dejan en manos de los fondos UE. El capítulo de actuaciones de carácter económico del Presupuesto, que aglutina los programas orientados a estimular la actividad en los distintos sectores productivos, está plagado de partidas que se congelan ‘de facto’, al menos en cuanto al esfuerzo presupuestario que corresponde al Estado. Las excepciones son las subvenciones al transporte , que crecen por los 700 millones destinados a mantener en 2023 las bonificaciones al transporte ferroviario; y las partidas destinadas a investigación y desarrollo, que presentan un largo historial de presupuestos altos con una ejecución mínima. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 7020 Código APP La ministra de Hacienda ha presumido este jueves de la orientación de los Presupuestos, que ha calificado como «un antídoto contra la pobreza y la desesperanza» y cuyo principal objetivo, ha subrayado, es «ayudar a la sociedad a transitar en momentos de dificultad» y «perseguir un reparto justo de los efectos de la guerra», justo lo que el Banco de España cuestionó el pasado miércoles junto a la base económica que sustenta las cuentas. Montero ha preferido hacer hincapié en que las ayudas, servicios y subvenciones que se financian con los Presupuestos Generales del Estado suponen una inyección virtual de renta para una familia de tres componentes, dos adultos y un menor, de unos 11.000 euros al año. El esfuerzo social del Gobierno se produce, sin embargo, en un contexto económico complicado en el que según el Banco de España la economía camina hacia un estancamiento que durará hasta la próxima primavera y en el que las incertidumbres en torno a cómo pueden reaccionar las economías europeas a fenómenos como las restricciones al suministro de gas, la recesión alemana o la escalada de la tensión geopolítica. Noticia Relacionada estandar No La inversión en Cataluña en 2023 será 2.508 millones, casi el doble que Madrid Guillermo Ginés La región catalana será la que más fondos reciba por delante de Andalucía, mientras que la capital recibe solo el 9,7% de los fondos El Gobierno ha dejado el impulso público a la recuperación económica en manos de los fondos europeos. El Gobierno presume de haber elevado a niveles históricos la cifra de inversión del Estado, pero esos algo más de 11.000 millones de euros destinados a inversión y los 2.700 millones extra destinados a ese objetivo palidecen ante la escalada del gasto social, que además nutre gasto en la mayoría de los casos estructurales. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 4860 Código APP La ministra de Hacienda ha reconocido, de hecho, que los Presupuestos de 2023 no tendrán una incidencia significativa en la reducción del desequilibrio estructural de las cuentas públicas si es que lo tiene y que el objetivo de estos presupuestos no es reducir el déficit – como pide insistentemente la Comisión Europea – sino generar un escudo de protección para los más vulnerables.
Source: abc economia

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