Uber Eats inaugura en Portugal el servicio para médicos a domicilio

Acaba de comenzar en Portugal un nuevo servicio de Uber Eats que facilita el telemédico, es decir, la posibilidad de contratar a un doctor a golpe de una sencilla aplicación de móvil.

Basta usar la misma plataforma que uno activa para pedir comida a domicilio. En una pestaña aparte, podemos encontrar Uber Medics y ahí solo hay que realizar la selección adecuada y ‘pinchar’ definitivamente. Es posible elegir a un profesional de una lista elaborada por la división portuguesa del país vecino propia compañía estadounidense, que ha revolucionado el sector del taxi con sus tarifas de bajo coste, así como la entrega en casa de platos preparados de los restaurantes concertados.

Ahora le toca el turno a explorar una nueva línea de negocio, lo cual convierte al país vecino en el primero del mundo que inaugura esta opción. Un campo de pruebas tecnológicas en el feudo de la Web Summit, con un tamaño medio (gracias a sus poco más de 10 millones de habitantes) que hace de Portugal un territorio apropiado de experimentación de tendencias.

El servicio, que debuta con altas expectativas dado el caos y el colapso que se observan en el Sistema Nacional de Salud lusitano, se lleva a la práctica en colaboración con Ecco-Salva, especialista en proporcionar asistencia médica en el hogar.

La primera ciudad donde se encuentra disponible la iniciativa es Lisboa, donde los usuarios pueden escoger por zonas, antesala para completar una rápida atención sanitaria.

También puede seleccionarse una de las tres probabilidades ofrecidas, que son una visita física en el domicilio del cliente en cuestión, una videollamada o una simple consulta telefónica. En función de esta tabla, los precios oscilan entre los 20 y los 80 euros, mientras que el usuario no debe preocuparse por posibles limitaciones temporales porque se puede solicitar un médico las 24 horas del día y de lunes a domingo. O sea, algo así como ‘telemédico non-stop’.

Como complemento, en breve se sumarán dos modalidades extra en la misma aplicación: una para enfermeras y otra para llamar a un fisioterapeuta.

«Una vez más, Portugal abre la vía de la innovación, algo fundamental en la economía de hoy en día», subraya el director general de Uber Eats en la cuna del fado, Diogo Aires, quien anticipa que pronto llegarán a Oporto, Braga, Faro, Coímbra o Aveiro, es decir, a los principales núcleos al otro lado de la frontera.

La flexibilidad que muestra Portugal en este aspecto de atraer ciberinversiones ya hizo que, cuando las oportunidades de negocio se le cerraron a Uber en Barcelona debido a la restrictiva legislación autonómica, el emblema estadounidense abriese de par en par las puertas de sus inversiones en Lisboa incorporando las bicicletas eléctricas compartidas, que implanta en la capital portuguesa por primera vez en la península ibérica.

Era la segunda ciudad europea, después de Berlín, donde se concretaba este tipo de actividad en suelo europeo, pues cualquier usuario podía escoger entre automóvil convencional, automóvil eléctrico (Uber Green) y bicicleta ídem (Uber Jump), en función de la prisa que tenga y de su demanda personal: Desplazamiento o paseo.

Inicialmente, la flota ascendía a 750 unidades, disponibles para ser utilizadas en el 90% del perímetro urbano, tal cual justificó Ryan Rzepecki, cofundador y gerente de Jump: “Lisboa se ha convertido en un punto crucial y en una referencia para la comunidad tecnológica”. Unas palabras relativas a la explosión de empresas vinculadas a internet que se vive a orillas del Océano Atlántico desde que la Web Summit se instaló en el Parque das Naçoes cada mes de noviembre, circunstancia que ahora se refrenda con este Uber Medics que se aprovecha de la situación generada por la pandemia del coronavirus.

Además, el espejo del gigante empresarial de Silicon Valley desembocó en la creación en suelo lusitano del

‘Uber de las lavanderías’. Se trata de Doña Rosa, una empresa que recoge a domicilio la ropa sucia, la envía a unas lavanderías con las que ha llegado a un acuerdo y, finalmente, realiza la entrega con un agradable olor a jabón.

De momento, presta sus servicios en el área de Lisboa, con atención complementaria a los usuarios de municipios circundantes, como Cascais, Oeiras, Amadora y Odivelas. En los próximos meses, la firma se extenderá a Oporto y alrededores ya que su crecimiento va en auge.

La plataforma, que imita la aplicación de Uber, triunfa con sus horarios flexibles, en vista de que desempeña su labor a diario desde las 16.00 horas y hasta las 12 de la noche. Una franja que se adapta mejor a las necesidades de los clientes y aprovecha el tiempo que resta desde que cierran las lavanderías convencionales, que suele ser entre las 20.00 y las 22.00 horas. Los precios accesibles hacen el resto, pues la demanda de ropa limpia y lista para usar se ha incrementado en tiempo de pandemia.
Source: ABC

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