El 43% de las empresas españolas sufrieron impagos en el último año

La morosidad continúa siendo uno de los mayores problemas para el tejido empresarial español, una situación que ha empeorado en los últimos meses por la crisis sanitaria. Hasta el 43% de las compañías con sede en nuestro país sufrieron algún impago durante los últimos doce meses y hasta junio pasado, según datos del ‘Análisis del comportamiento de pago empresarial’ realizado por Informa D&B. A pesar de que la cifra continúa siendo alta, el porcentaje se reduce respecto al año pasado, cuando un 61% de los encuestados admitían tener facturas pendientes de cobro. En conjunto, los retrasos supusieron un coste directo para el tejido empresarial de 1.967 millones de euros solo en los tres últimos meses de 2020.

La impuntualidad no para de crecer en lo que se refiere a pagos de facturas. Un 40% de los empresarios remarcan que los plazos en los que les abonan los recibos pendientes se han alargado desde el comienzo de la crisis sanitaria. Los tiempos se incrementan casi un día desde el año anterior y se situaban en 77,23 días en el cuarto trimestre de 2020, aunque el pago real asciende hasta 93,23 días, la cifra más alta desde el primer trimestre de 2016. Cabe recordar que el plazo máximo legal está situado en 60 días y en 30 días para las Administraciones Públicas. Al respecto, Nathalie Gianese, directora del departamento de Estudios de Informa D&B destaca que «en 2020, la crisis sanitaria causada por el Covid-19 tuvo efectos inmediatos sobre los plazos de pago y la demora media alcanzó los 16 días, algo que no ocurría desde el último periodo del 2015»

Más del 55% de las empresas presentaban al cierre de 2020 un riesgo alto o medio alto de pagar a más de 90 días. Hay que señalar que el 53% de las empresas que tuvieron algún impago en 2020 ya habían registrado retrasos de más de 30 días en 2019, el 69% de estos superando los 90 días de retraso.

Del informe también se desprende que el principal motivo de estos retrasos ha cambiado. Si hace un año más del 37% alegaban como primer motivo la intencionalidad, ahora el 44% argumentan que se debe a la crisis sanitaria. Por otro lado, un 40% apuntan a los problemas financieros y el retraso intencional se queda en un 8%, seguido de problemas administrativos con un 7%.

Por otro lado, el importe de estos pagos sin cobrar no superan el 5% de la facturación de las empresas en el 91% de los casos; mientras que hace un año, un 29,5% declaraban que esta cantidad estaba por encima. Además, el 96% de las empresas encuestadas afirman haber recuperado por completo su actividad, mientras que algo más del 3% lo han hecho parcialmente y cerca de un 1% han cerrado.

El número de empresarios que aplicó intereses de demora por los retrasos se redujo ligeramente y bajó del 27 % al 25 %. No obstante, sube en dos puntos porcentuales, hasta el 42%, el porcentaje que opinan que la aplicación de un régimen sancionador ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos de pago, como la medida que más favorecería un cambio de comportamiento, seguida, de lejos, por la opción mejorar las ayudas con un 16%. Otras soluciones con menor presencia son los códigos de conducta sectoriales, más préstamos, servicios de mediación, obligación de publicar los plazos de pago o formación a empresarios en gestión de cobros.

Navarra, la que mejor paga
España mantiene una dicotomía en el comportamiento de pago de las empresas entre norte y sur, con una diferencia de 16,62 días en el retraso medio entre la comunidad que mejor paga, Navarra con 10,74 días de demora, y la que peor, Melilla con 27,36. Aunque el retraso medio crece en todas las autonomías desde hace un año, destacando los incrementos en la ciudad autónoma, que suma ocho días, y Baleares y Canarias que añaden más de cuatro días en ambos casos.

De las ocho comunidades que hace un año pagaban más del 50% de las facturas a tiempo, este año solo se mantiene Aragón, con un 51% de pagos en plazo. Asturias se queda en el 49,9%, La Rioja en un 49,6% y Navarra en un 49,4%. En el lado opuesto Madrid, con un 36,6% de cumplimiento, y Canarias, con un 31%.

Por sectores, hostelería desbancó a la Administración como el sector que peor se comporta, con una media de 31,97 días de retraso y el mayor aumento, con 13 días más que a finales de 2019. El siguiente sector, la Administración, se queda en 27,70 días. Los menores retrasos medios se dan en la industria, con 12,53 días; industrias extractivas, 13,89 días, y comercio, 14,45 días.

Por tamaño, las micro y pequeñas empresas pagaban con mayor puntualidad que las medianas y grandes, el 49% y el 44% de las primeras frente al 27% y 12% de las segundas. Desde el año anterior el periodo medio de retraso se ha incrementado para las empresas de cualquier tamaño. El más corto es para las pequeñas, 13,69 días, las medianas se demoran 15,30 días de media, las micro 17,76 días y las grandes son las que más dilatan sus pagos, 17,69 días.
Source: ABC

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