Lagarde advierte que la variante Delta puede «frenar la recuperación» en el turismo y la hostelería

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde ha lanzado este jueves una advertencia contra la variante Delta o India del Covid-19, que ha tachado de «una fuente creciente de incertidumbre». En concreto, la dirigente francesa ha comenzado reconociendo que aunque la recuperación económica en la Eurozona «va por buen camino» la nueva variante del Covid podría «frenar la recuperación en los servicios, en particular en el turismo y la hostelería». Además, ha apostado por que los gobiernos sigan «apoyando» la expansión de la economía y considerado «fundamental» el programa ‘Next Generation’, así como acelerar la transición verde.

También se ha mostrado muy prudente sobre cualquier cambio en la política monetaria y apuntado que en la reunión de hoy del Consejo de Gobierno no se ha debatido sobre ninguna modificación en la política de compras del banco emisor. Unas herramientas que se prolongarán hasta, al menos, marzo de 2022 en palabras de Lagarde. En cualquier caso, la presidenta del BCE ha priorizado la necesidad de «aliviar los efectos de la pandemia sobre la economía» y apuntado que todavía nos encontramos en un «periodo de crisis».

En lo referente al objetivo de inflación, sobre el que se han introducido novedades recientemente poniendo el acento en que la inflación se sitúe en el 2% «bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera en el resto de dicho horizonte» y en que esta puede situarse por encima del objetivo transitoriamente, ha apuntado que evaluarán las condiciones de financiación y las perspectivas de inflación . «Tendremos nuestras nuevas previsiones en septiembre y será mejor ver qué proyecciones hay para la inflación». Es decir, el BCE no quiere endurecer la política monetaria prematuramente.

NIETO
Los analistas dan por hecho que la política de tipos bajos se prolongará
La mayoría de los expertos han coincidido en que la principal conclusión sobre la reunión de este jueves del Consejo de Gobierno del BCE es que la política monetaria acomodaticia – de tipos bajos – seguirá vigente bastante tiempo. En opinión de Esty Dwek, head of Global Market Strategy de Natixis IM Solutions, «el resultado de este nuevo objetivo de inflación implica una política acomodaticia durante más tiempo, lo que es positivo para los mercados y para los periféricos». Un juicio similar ha expresado el gestor de carteras de PIMCO, Konstantin Veit, quien cree que la nueva orientación del BCE «reafirma la política monetaria acomodaticia durante un largo periodo de tiempo».

Para este analista esto supone «un viento de cola para los activos de riesgo», aunque ha advertido de que en septiembre podría haber novedades: «El BCE empezará a preparar el final del PEPP (programa de compras extraordinario por la pandemia) y un aumento del APP regular en 2022 (otra herramienta de adquisición de activos), para mantener las condiciones de financiación fáciles más allá del final de las medidas de política de emergencia pandémica», ha apuntado el experto de PIMCO.

En cualquier caso, los analistas albergan dudas sobre cómo implementará el banco emisor el nuevo objetivo de inflación. Dwek (Natixis IM Solutions) ha constatado que «hay una falta de consenso sobre cómo avanzar» y, desde Mirabaud, han apuntado que «el BCE no ha anunciado ninguna medida de cómo piensa alcanzar esa meta – un 2% mucho más flexible – y ha añadido que «no está clara cómo, en la práctica, las actuales herramientas serán suficientes para alcanzar este nuevo hito, este mayor objetivo de inflación». En esta línea, han recordado que las propias proyecciones de la entidad no muestran un excesivo impulso en los precios.

Igual de crítico se ha mostrado Gilles Moëc, economista jefe del Grupo AXA Investment Managers, quien ha apuntado que «este cambio a un enfoque basado en las perspectivas podría haber sido más vago» y añadido que apostar porque la inflación alcance el 2% ‘con bastante antelación’ antes de tomar una decisión «es como decir que no habrá subida de tipos antes de 2024, como mínimo». En este sentido, no augura una gran repercusión en los mercados y constatado que los ‘halcones’ en el BCE ahora mismo son una estrecha minoría («el campo de los halcones es pequeño en esta coyuntura»).

La dirigente francesa ha mostrado su confianza en que, a medida que la economía se recupere, la inflación aumente aunque sea por debajo del objetivo de inflación. Lagarde ha insistido en la necesidad de preservar las mejores condiciones de financiación para todos los sectores económicos: «Esto es fundamental para que el repunte actual se convierta en una expansión duradera, y contrarreste el impacto negativo de la pandemia sobre la inflación», ha explicado.

Los tipos se mantienen
El Banco Central Europeo (BCE) ha apostado por la continuidad y mantendrá sin cambios los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo en el 0,25%. También han confirmado que continuará el programa extraordinario de compras, aprobado para combatir el impacto económico de la pandemia.

Sin embargo, en un comunicado, la entidad ha cambiado la orientación a futuro de los cambios en el precio del dinero. De esta forma, ha incorporado los cambios realizados en su estrategia monetaria y asegurado que no subirá tipos incluso aunque la inflación supere el objetivo del 2% de forma puntual.

Hasta ahora, el BCE venía indicando que la subida de tipos se produciría cuando los precios convergieran «robustamente» a su objetivo durante el horizonte de proyecciones. Sin embargo, ahora el Consejo de Gobierno del BCE ha subrayado que mantendrá los precios en su actual nivel, o más bajo, hasta que la inflación llegue al 2% «mucho antes» del final del horizonte de proyecciones y de forma «duradera» para el resto de la ventana temporal.

Las condiciones para subir tipos también incluyen que el progreso de la inflación subyacente sea lo «suficientemente avanzado» para ser «consistente» con que la inflación se estabilice en el 2% a medio plazo. «Esto podría implicar un periodo transitorio en el cual la inflación esté moderadamente por encima del objetivo», ha explicado el instituto emisor.

Continuan las compras
Con respecto al resto de instrumentos de política monetaria, el BCE no ha realizado cambios. Seguirá comprando de forma flexible activos al amparo de su programa de compras contra la pandemia (PEPP), dotado con una capacidad de adquisición total de 1,85 billones de euros hasta marzo de 2022. El BCE volverá a invertir los vencimientos bajo este programa hasta finales de 2023.

El banco central seguirá realizando compras netas de activos bajo su programa estándar (APP) a un ritmo mensual de 20.000 millones netos «durante tanto tiempo como sea necesario». El BCE reinvertirá los fondos de la deuda que venza durante un periodo de tiempo «prolongado» después de que empiece a subir los tipos de interés.
Source: ABC

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