Caixabank y los sindicatos han alcanzado, por fin, un acuerdo por su Expediente de Regulación de Empleo (ERE); el mayor procedimiento de despido colectivo de la historia no solo de la entidad, sino del sector financiero. La cifra de afectados, como adelantó ayer ABC, queda fijada en 6.452 trabajadores. Lo que faltaba por definir en la tarde de ayer era el detalle de las condiciones. Y finalmente el pacto ha llegado, tras tres días de negociaciones diarias y nocturnas.
Así las cosas, el dato final supone rebajar la afectación inicial en más de un 22% (1.839 menos), y alejarse del ‘objetivo’ que se marcó en un principio el banco de no ceder demasiado más allá de las 7.000 salidas. Y todo llega tras días de movilizaciones y huelgas en la entidad, además de jornadas maratonianas entre los equipos negociadores.
La voluntariedad de las salidas era uno de los puntos más importantes para los representantes de los trabajadores. Finalmente, el banco ha cedido y ha garantizado que este criterio será el utilizado para el 100% de las extinciones de contrato. «Esto evita las medidas traumáticas», explican fuentes sindicales. Se suprime el criterio de la meritocracia, que en un principio estaba previsto que se aplicara de manera subsidiaria al de la voluntariedad.
Desde UGT se muestran safisfechos por la «negociación de buenas condiciones económicas para la plantilla que abandona la empresa». Así las cosas, desde el sindicato han informado que se «salvaguarda la red rural con garantía de dar servicio a dicha población evitando la exclusión financiera». En este sentido, cabe destacar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya impuso a la entidad en marzo ciertas condiciones para la fusión de cara a evitar monopolios en ciertas regiones y frente a la exclusión financiera.
El sindicato también ha informado de una «movilidad residual con un protocolo garantista ya aplicado en el ERE de 2019, con muy buenos resultados». También una «mejora del plan de previsión social a todo el colectivo de empleados».
Críticas del Gobierno
La negociación de este expediente no ha estado exenta de polémica. Ambas partes llevan tres días negociando en jornadas de varias horas, en sesiones de mañana, tarde y noche, para tratar de alcanzar un acuerdo que finalmente ha llegado. Pero la tensión, no solo sindical, también se ha dejado sentir por parte del Gobierno.
El Ejecutivo lleva estos dos meses atacando a Caixabank a costa de su ERE, por lo elevado de las cifras. Primero fue la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y luego la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. PSOE y Podemos unidos, esta vez, contra la banca. De hecho, Trabajo llegó a enviar un «escrito de advertencia», como publicó ABC, a la entidad de origen catalán para advertirla de que estaría vigilante respecto a todos los requisitos legales. En dicho documento también se instaba a reducir el número de afectados.
Source: ABC