La estética pide ser esencial ante el riesgo de perder 8.000 empleos

La cesión a las comunidades autónomas del poder de decisión sobre cómo atajar la pandemia en cada territorio provoca situaciones dispares. Es lo que le está ocurriendo al sector de la estética, que según la región es considerado esencial o no. Este hecho ocasiona que en unas puedan realizar su actividad con normalidad y en otras no, teniendo cerrados sus locales. Por eso, el sector clama por ser considerado esencial en todo el país ante el riesgo de perder 8.000 empleos y 2.500 establecimientos.

La estética ofrece servicios «relacionados con la higiene, salud, el bienestar y la autoestima, sobre todo en personas con problemas específicos o necesidades más acusadas», explica a este periódico la presidenta de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), Verónica Fisas. Además, dice que con la pandemia y el uso de mascarillas «hemos tenido muchos casos de alergias en la cara».

Esta actividad, antes del coronavirus, facturaba 3.500 millones al año y empleaba a unas 86.000 personas, siendo el 90% mujeres, en los más de 22.300 centros de estética y 15.000 cabinas en peluquerías que disponía.

La crisis sanitaria dinamitó al sector. Durante el confinamiento se mantuvo cerrado. Los cálculos de Stanpa estiman que cada semana de cierre ocasionó pérdidas por valor de unos 70 millones de euros. Así, si por medidas de seguridad sanitaria los centros estuvieron unos tres meses cerrados, las pérdidas ascienden hasta los 840 millones. Es decir, casi una cuarta parte de la facturación de un año previo al Covid.

Estos datos que desangran al sector tendrán como consecuencia, según la presidenta de Stanpa, «la pérdida de puestos de trabajo». En concreto, calculan que hay en peligro 8.000 empleos y 2.500 establecimientos. «Es un impacto que requerirá de entre dos y tres años de estabilidad para poder recuperar los niveles de 2019», afirma Fisas. Además, en el decreto de ayudas directas que aprobó el viernes el Gobierno, la estética, junto a la peluquería, no pueden optar a los 7.000 millones, aunque según explica Fisas, «los centros de estética no están pidiendo ayudas, están solicitando poder llevar a cabo su actividad».

El caso de Andalucía
Según relata la presidenta de Stanpa, la estética «fue considerada esencial por el Gobierno central en mayo durante la desescalada y por eso nos adaptamos a los protocolos de seguridad». Pero una vez que la regulación pasó por las regiones, esto no siempre ha sido así. Por ejemplo, en Asturias, Extremaduras y Cataluña sí son esenciales. En Andalucía, sin embargo, no lo son. Allí, el gobierno regional no incluyó a la estética como actividad esencial, y sí a las peluquerías pese a estar en el mismo epígrafe ambas actividades.

Las restricciones impuestas estos meses en la región andaluza tuvo a los centros de estética sin poder ejercer más allá de las 18 horas durante varias semanas, o incluso sin abrir si la incidencia estaba disparada. «Estamos en conversaciones con la Junta y confiamos en que esta situación de crisis sea reevaluada», sentencia Fisas.
Source: ABC

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