Grupo Cosentino, el material con el que se solidifica la ambición

Olvídense de la inspiración. A las musas de la innovación se las convoca invirtiendo. Y arriesgando. Eso lo tiene muy claro Francisco Martínez-Cosentino, el hombre que, junto a sus dos hermanos, convirtió una pequeña empresa dedicada a la extracción y transformación de mármol en Macael (Almería) en una multinacional, el Grupo Cosentino, que es referencia global en la producción y distribución de superficies para la arquitectura, factura más de 1.100 millones y emplea a más de 5.000 personas.

«Cito siempre lo que decía Peter Drucker: “Innovar es la esencia de ser empresario”. Ese es nuestro ADN, lanzar nuevos productos siempre diferenciadores», asegura el presidente de Grupo Cosentino. Y para avanzar en ese objetivo solo hay un camino:«Dedicamos recursos y personas a investigar constantemente, como paso previo a generar innovación. Esto no va de golpes de genialidad», explica Martínez-Cosentino.

La semilla de Grupo Cosentino se sembró en la década de 1940, cuando los padres de los actuales propietarios iniciaron un negocio de explotación de canteras. «Era una marmolería modestísima, no estaba ni entre las 50 primeras de Macael en los años 70. Mi madre, Eduarda Justo Ortiz, fue una grandísima mujer. Sacaba adelante la casa desde su tienda, la típica de los pueblos, donde vendía de todo un colmado… Ayudó a mucha gente, siempre fue generosa y emprendedora. Es la persona que más me ha influido», asegura Martínez-Cosentino.

Con ese inspirador dechado bien presente, la segunda generación familiar aterrizó en el negocio del mármol en 1980. Francisco y su hermano Eduardo fundaron Mármoles Cosentino, una pyme de 17 trabajadores, y más tarde se unió el tercer hermano, José. Muy pronto, la ambición, el material con el que se forjan los grandes sueños, hizo su aparición. El objetivo era tocar las puertas de nuevos mercados con la aldaba de la diferenciación y la diversificación. «La intención clara era contar con un producto industrializado que permitiera construir una empresa de futuro y competitiva. Contando sólo con los mármoles de mi pueblo, lo teníamos muy difícil», explica Martínez-Cosentino.

La fábrica de Mármoles Cosentino en 1979El primer intento fue ‘Marmolstone’, una piedra ya industrializada elaborada con restos del procesamiento del mármol. Fue un fiasco. Una dura encrucijada al borde de la ruina. Pero la visión era marmórea, y comienzan a trabajar en una superficie de cuarzo de gran resistencia. «Llevaba tiempo viendo productos parecidos en ferias fuera de España, y hacia 1988 decidimos invertir unos 1.500 millones de pesetas, una barbaridad en la época», explica Martínez-Cosentino. Nacía así Silestone, una solución aplicable a distintos ámbitos, pero que se hizo omnipresente en las encimeras de la cocinas de medio mundo en apenas un lustro. Un hito innovador mayúsculo. «Sin duda, fue nuestro punto de inflexión», reconoce el presidente de la compañía.

La búsqueda del elemento diferenciador siguió incansable en los siguientes años. En 2005 se desarrolló el Silestone antibacterias, en 2009 llegó Sensa, un granito con tratamiento antimanchas, y en 2013, tras 22.000 horas de investigación, se lanzó Dekton, superficie ultracompacta que ya es su segundo ‘best-seller’. «Lo que distingue a mi padre y a su generación es que no dejan de ilusionarse en ningún momento, y eso hace que el trabajo nunca se acabe. Tras un proyecto siempre viene otro. Creamos un producto, lo lanzamos al mercado, lo mejoramos, y luego va otro y otro. En Cosentino somos poco de disfrutar de lo que tenemos, y mucho de pensar en lo que nos queda por hacer y mejorar», asegura el hijo del fundador, Eduardo Martínez-Cosentino, CEO de Cosentino Norteamérica y vicepresidente global de Ventas.

Parque industrial del grupo en Almería, con más de 3 millones de Km2 La tercera generación llama a la puerta: su hermana Pilar es la vicepresidente ejecutiva del Grupo y Francisco lidera el área digital. Y la hoja de ruta sigue clara: «Las empresas que no apuesten por la sostenibilidad y la tecnología, seguramente tendrán difícil sobrevivir», subraya Eduardo. Una idea sólida como el Silestone.

1990. Diez años después de su fundación, Mármoles Cosentino lanza Silestone, una superficie de cuarzo que revolucionó el mercado. Denkton (2013) es su otro gran hito innovador.

2004. La confirmación de que el fenómeno Silestone ya había logrado dimensión planetaria se produce cuando la revista Time lo selecciona como una de las innovaciones más importantes del siglo XX.

2005. Su impacto en EE.UU, donde abrieron su primera filial en 1997, les hizo convertirse en la primera firma española en anunciarse en la Super Bowl. Dennis Rodman protagonizó el anuncio.
Source: ABC

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