El rendimiento de los bonos presiona al BCE

La de hoy del BCE es la primera de varias reuniones de las directivas de grandes bancos centrales que tendrán que tomar posiciones sobre el ascenso de los rendimientos de los bonos y los mercados esperan que Lagarde ignore esas subidas y vuelva a reiterar su mensaje de «condiciones de financiación favorables», según Konstantin Veit, senior portfolio manager de Euro Rates. «Esperamos que el BCE haga hincapié en el compromiso», adelanta, «y que, si es necesario, recurra a las compras de activos en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP), en consonancia con su esquema de control flexible de la curva de rendimiento (LYCC), para respaldar las palabras con acciones».

El hecho el que la reunión del Consejo del BCE de este jueves viene precedida de dos semanas consecutivas en las que ha reducido el importe neto de sus compras de deuda soberana en el PEPP. En la última semana, descontados los vencimientos previstos, el importe neto de las compras fue de 11.900 millones de euros, frente a los más de 12.000 millones de la anterior, que ya había visto disminuir las compras desde los más de 17.000 millones de la precedente, en el marco de un programa en el que ha empleado ya 878.568 millones de euros de los 1,85 billones del importe total, desde marzo de 2020.

Lo que está sucediendo en los mercados es que la inflación, sobre todo, las perspectivas de inflación, están repuntando porque las vacunaciones anuncian el fin de las restricciones y por el alza de los precios del petróleo, además del inevitable efecto inflacionista que esa inyección de 878.000 millones causa en la economía. El último dato de inflación de la zona euro es del 0,9%, pero en los Países Bajos, por ejemplo, se alcanza ya el 1,8%, rozando el todavía objetivo oficial del BCE. Es previsible que los bancos centrales se vean obligados a subir los tipos de interés antes de lo esperado para evitar una espiral inflacionista y ese temor provoca una subida de las rentabilidades de la deuda.

«El BCE está impidiendo enérgicamente el endurecimiento de las condiciones financieras debido al aumento de los rendimientos de los bonos, pero será difícil lograr una disociación total de la tendencia mundial de aumento de los rendimientos de los bonos», advierte David Kohl, economista jefe de Julius Baer. Uno de los miembros del Consejo, Francois Villeroy de Galhau, ha declarado que el BCE «puede y debe reaccionar frente a los incrementos no deseados en la rentabilidad de los bonos que puedan amenazar la solidez de la economía en la eurozona», pero los analistas anotan cuidadosamente las declaraciones sin tomarlas como epitafios. Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, recuerda que «muchos han sido los comentarios de los diferentes miembros del Consejo de Gobierno del BCE tras el fuerte incremento de rentabilidades vistas en las dos últimas semanas» y enumera que «han comentado desde que se está monitorizando de cerca la evolución de los tipos nominales a largo plazo, hasta que se plantean incluso bajadas en tipos y variaciones en los programas de compras de bonos».

Éste parece ser el instrumento en primera instancia, debido a la flexibilidad con que fue concebido el PEPP, que permite desviarse de los objetivos iniciales de compras. García Mellado sugiere que «se podría comprar más porcentaje de bonos a largo plazo (moderando el incremento de la pendiente) o más bonos de países de la periferia (en el caso de que se produjeran tensiones en estas referencias), pero las últimas publicaciones de compras del PEPP no sugieren que se esté modificando el desglose de las compras, por lo que puede que sea algo prematuro esperar un incremento de este programa».

«El BCE ha repetido una y otra vez su preocupación con respecto al gran movimiento de ventas en los mercados de deuda soberana de la eurozona y Philip Lane dijo la semana pasada que la compra de activos ‘se llevará a cabo para mantener unas condiciones de financiación favorables durante la pandemia’», confían los analistas de Monex Europe. Pero la pasividad del BCE también tiene consecuencias sobre el euro. La caída de la moneda comunitaria se acelera como consecuencia de la inestabilidad en el mercado de bonos y el repunte en las rentabilidades de la deuda, de manera que el dólar incrementa su papel valor de divisa refugio.

A la espera de los matices que Lagarde deslice en su discurso, lo que está claro es que publicará nuevas proyecciones macroeconómicas trimestrales que deberían indicar cierta mejora de las perspectivas a corto plazo, aunque los riesgos para las perspectivas macroeconómicas sigan siendo elevados
Source: ABC

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