Daimler regala 1.000 euros a cada empleado

La pandemia está suponiendo un sobreesfuerzo para todos y la empresa automovilística alemana Daimler ha decidido agradecer expresamente ese esfuerzo a sus empleados con una paga extraordinaria de mil euros, decidida de forma unilateral y que ingresará junto con el sueldo de diciembre. Se trata de un pago único y universal para los 160.000 trabajadores de la compañía, un bono personal con el que espera «aliviar las cargas económicas y personales, así como reconocer el alto nivel de compromiso por parte de los empleados».

La Junta Ejecutiva, en coordinación con el Comité de Empresa General, ha tomado esta decisión para las nóminas de Daimler AG, Mercedes-Benz AG, Daimler Truck AG, la división de movilidad de Daimler y todas las filiales en Alemania. El bono está libre de impuestos y contribuciones a la seguridad social.

Wilfried Porth, miembro del Consejo de Administración de Recursos Humanos y Director Laboral de Daimler AG, ha explicado que, «debido al coronavirus, 2020 se caracterizó y se caracteriza por esfuerzos especiales para todos nosotros. Durante este tiempo desafiante, la empresa ha podido contar con la voluntad y la flexibilidad de la fuerza laboral, por diferentes que fueran las cargas para cada individuo. Con el pago especial queremos enviar una señal de reconocimiento y aliviar las cargas personales».

Michael Brecht, presidente del comité de empresa general de Daimler AG, ha dicho por su parte que «desde llevar una máscara hasta trabajar desde casa, esto es estresante, molesto y funciona en condiciones difíciles, pero tiene que ser así. Por eso, con el bono coronavirus queremos agradecer a todos nuestros compañeros su compromiso, que ha hecho una contribución significativa a nuestro éxito. Sin el arduo trabajo y la dedicación de sus empleados, Daimler nunca habría salido de la primera ola de la pandemia tan bien y con tanto éxito».

En un comunicado corporativo, Daimler también ha expresado su agradecimiento al gobierno alemán, cuyas regulaciones para la pandemia han hecho posible para las empresas pagar a sus empleados una contribución de apoyo libre de impuestos en 2020.

Este anuncio coincide con la decisión de fichar al antiguo jefe de BMW y Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, que se convertirá en el nuevo director del consejo de supervisión de Daimler. El anterior supervisor en jefe, Manfred Bischoff, se jubilará por edad en la Junta General Anual de finales de marzo del próximo año, a sus 78 años, dejando vacante el cargo que ocupa desde 2007. Pischetsrieder ha sido miembro del Consejo de Supervisión de Daimler desde 2014, antes de eso fue presidente del Consejo de Administración de BMW entre 1993 y 1999 y de Volkswagen entre 2002 y 2006.

No se trata precisamente de un cambio generacional, teniendo en cuenta que el muniqués celebrará su 73º cumpleaños el próximo mes de febrero. Más bien es una opción tradicionalista, porque Pischetsrieder representa el viejo mundo del sector del automóvil, cuestionado ahora, por ejemplo, por la instalación en Berlín de la megafactoría Tesla, que en 2022 estará produciendo en masa vehículos eléctricos para vender en Europa.

El actual titular, Bischoff, tenía planes de convertir al antiguo jefe de Daimler, Dieter Zetsche, en su sucesor. Zetsche dejó la oficina de CEO en 2019 y pasó a Ola Källenius. Durante el mandato de Zetsche hubo más vehículos y más ventas y sectores internos de la empresa deseaban su vuelta. Se había especulado también con la posibilidad de que fuese Joe Kaeser quien podría asumir el cargo, porque a principios de febrero dimite oficialmente como CEO de Siemens, por lo que tendría tiempo y una visión externa de la industria automotriz, además de excelentes contactos políticos en China. Otros esperaban alguien del exterior que proporcionase un soplo de aire fresco.

En cualquier caso, la compañía desea mantener su dirección de recorte de gastos y reconversión. En los últimos años, Daimler ha cambiado su cartera de productos hacia la electromovilidad con demasiada lentitud y ahora lucha por cumplir con los valores límite de emisiones. Las estructuras en Stuttgart son demasiado complejas incluso para un gran grupo industrial, y también hay en marcha un cambio estructural. Como resultado, la empresa está en números rojos y despidiendo a miles de empleados, mientras sigue peleando con las consecuencias del escándalo del diésel.

La buena noticia es que el negocio vuelve a ir bien en el segmento de lujo y Daimler cuenta con volver en breve a la rentabilidad con los coches por encima de los 100.000 euros. El proyecto actual es convertir la Clase G en un automóvil de lujo con precio de salida 156.078 euros. Källenius espera vender bien en China, donde la economía está creciendo nuevamente, y la justa directiva desea continuidad. Pischetsrieder no es esperado como un líder ruidoso, sino como un moderador. China será su gran desafío, con un gran accionista chino a bordo, Li Shufu y su Geely Volvo Group. Tendrá que dirimir cuánta Asia es necesaria para Daimler.
Source: ABC

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