El mercado portugés se ilumina para las empresas de energía españolas. Esta semana se conocía que Iberdrola construirá en el Algarve una central solar con una potencia de 83 megavatios. Es, precisamente, la misma región sureña de Portugal donde se hará realidad un proyecto de similares características de Endesa, aunque en ese caso el tope se halla en los 99 megavatios y su puesta de largo está prevista para 2024, cuando se complete su inversión de 90 millones de euros. Por tanto, los dos gigantes energéticos españoles echan sus redes para consolidarse aún más al otro lado de la frontera, donde han tomado posiciones tras ganar cuota de mercado.
En el caso de Iberdrola, la batería dispondrá de 14 megavatios de almacenamiento, lo que servirá para «estabilizar el sistema y gestionar una descarga en la red incluso en momentos de gran demanda». La iniciativa le permitirá disponer en total de 255 megavatios de solar fotovoltaica en suelo portugués, con sedes en el Valle del Tajo y en el propio Algarve, además de los 92 con los que cuenta en el terreno de la energía eólica. La firma española emitió un comunicado oficial al respecto, explicando tal movimiento en el país del fado: «Este año, en una subasta cerrada, quedó demostrada una vez más la competitividad de las energías renovables, que representan el principal vector para lograr la descarbonización y la electrificación de la economía».
Mientras tanto, sigue su curso la construcción del macrocomplejo hidroeléctrico del río Tâmega, muy cerca de la frontera con Galicia y que contempla tres presas: Alto Tâmega, Gouvaes y Daivoes (estas dos últimas con un calendario previsto que establecerá su apertura a lo largo de 2021, si las obras marchan de acuerdo con el ritmo previsto). Con una inversión de 1.500 millones de euros, este ambicioso proyecto contempla dar salida a una potencia global de 1.158 megavatios. Una franja de amplia utilidad puesto que proporcionará energía «limpia» a 440.000 hogares del norte, es decir, un 6% más de capacidad en el conjunto del país vecino.
«De esta forma, la empresa renueva su apuesta por el mercado portugués de la electricidad, que ya la ha visto crecer hasta el 28% de cuota», señala Iberdrola en términos altamente significativos. Nada extraño si tenemos en cuenta que acumula ya 400.000 clientes en su cartera, incluido el suministro del gas, como certifican todos los indicadores.
Con respecto a Endesa, subsidiaria del conglomerado italiano Enel, su presencia en Portugal se ha catapultado igualmente y es la firma del sector que más ha crecido desde que arrancó este atípico 2020, marcado por la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Así, la Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos ha dado a conocer días atrás su informe mensual acerca de esta actividad al alza. El resultado es que retrata a Endesa como líder en el segmento empresarial, tal cual refleja el índice medio que se elabora sumando tres categorías: grandes consumidores, pequeños negocios y consumidores industriales.
Planes de crecimiento
Las explicaciones del directivo luso de la compañía Miguel Mendes no dejan lugar a dudas: «En el sector de la electricidad, tal como sucede en España, el objetivo es consolidar nuestra posición de líder natural en el mercado empresarial portugués. En este momento, tenemos una cuota en este segmento del 22,4%, aproximadamente. Nuestro objetivo es crecer en número de clientes en todos los segmentos, con especial enfoque en el de menor consumo y también en el sector público. En la comercialización de gas natural, Endesa está también presente en el sector empresarial con una cuota de 12,8% en el apartado de grandes clientes y con el objetivo de mantener el segundo lugar en el mercado portugués de gas natural».
Por su parte, otro miembro del «staff» directivo de Endesa Portugal, Inés Roque, ofrece más detalles en este sentido: «El éxito y el desarrollo de la comercializadora en el país vecino es muy relevante. Endesa, en el segmento residencial, es la empresa que mayor número de clientes captó. En breve, alcanzaremos los 500.000 clientes».
Toda esta perspectiva económica favorable a dos empresas bandera del tejido energético español (e ibérico) se beneficia de que el denominado Mercado Liberalizado de Electricidad creció un 2,4% el pasado mes de julio, muy probablemente como consecuencia del mayor consumo en los hogares desde que se decretó el confinamiento y, con posterioridad, desde que las precauciones sobrevuelan cada desplazamiento. Son exactamente 12.100 clientes más que el mes anterior, lo cual eleva la cifra global a los 5,3 millones de usuarios.
Source: ABC