Sabemos que fumar puede resultar dañino para nuestra salud, en especial si es que hablamos de cáncer de pulmón. Pero el problema viene cuando nos damos cuenta que no fumar no nos hace inmunes a desarrollar este tipo de cáncer.
No es un mal exclusivo
Es cierto, fumar puede ser causa de cáncer. Lo hemos visto y escuchado en todas partes, incontables estudios a los largo de la historia lo avalan y hasta ya se han tomado medidas para que la gente entre en razón en cuanto a los riesgos que trae fumar.
Pero de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, tan solo el 22% de los casos de fallecimientos por cáncer de pulmón se dan gracias al tabaquismo.
Otras formas de padecer cáncer de pulmón sin fumar involucran aspirar el humo del cigarro de quienes fuman a nuestro alrededor. Pero esto va más allá, pues masticar tabaco en la forma que sea, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, boca y esófago.
De acuerdo a la American Cancer Society, cada año ocurren al menos 7 mil muertes por cáncer de pulmón en no fumadores que respiraban constantemente el humo de segunda mano de los fumadores.
Otras maneras de enfermarse de cáncer de pulmón que no involucran fumar son las siguientes:
- Exposición continua a radón, un gas radiactivo que proviene del uranio.
- Contaminación, pues los altos niveles de gases tóxicos nos afectan a gran medida.
- Exposición a distintos materiales como asbesto, cloro, amoniaco, tolueno, benceno, cadmio y plomo.
Por su parte, fumar no solamente puede causar cáncer de pulmón, sino que al hacerlo se puede desarrollar cáncer de esófago, laringe, garganta, riñones, boca, vejiga, estómago y hasta de útero.
Cabe mencionar que fumar no sirve para nada, no trae ningún beneficio y solamente aumenta el riesgo de padecer más enfermedades.
Fuente: Nación Farma.
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Source: Fayerwayer