Las grandes empresas también «trabajan» su alma de startup

Un espacio con sofás, tablones de madera, un par de trazas de césped artificial, una mesa con enchufes y una pequeña cafetería o máquinas de vending. Rodeando el lugar, varios cubículos acristalados e insonorizados con decoración minimalista y personas jóvenes dentro de cada estancia. Muchos, muchos jóvenes. Hasta ahora este ha sido el cliché de los llamados «coworking» y -en sentido más amplio- los espacios flexibles: oficinas que se alquilan por horas, semanas o meses para trabajar en ellas sin la necesidad de un alquiler al uso por años o comprar el local. Los tiempos cambian y esta tendencia ya no es exclusiva de las startup. Las grandes empresas también han revolucionado su manera de trabajar.

«Los espacios flexibles no son una moda pasajera. Está muy relacionado con las nuevas formas de relacionarse en entornos laborales, donde cada vez es más importante la cocreación, la transversalidad, interactuar unos con otros… Las grandes corporaciones están muy acostumbradas a usar este tipo de espacios. Más de un 10% de los espacios de trabajo que ocuparán grandes corporaciones en el futuro serán flexibles», dice Íñigo Enrich, consejero director y responsable nacional de Oficinas de CBRE España.

Fuentes del sector apuntan a que esta transformación está especialmente instalada en multinacionales que vienen de fuera, pero también gana cada vez más peso en las firmas nacionales. BBVA, Repsol, Airbus, Banco Santander, Microsoft, LinkedIn, Ebay y Deliveroo son algunas de las sociedades que utilizan espacios flexibles en nuestro país, según ha podido saber ABC. Además, también se han sumado a esta tendencia entidades como la Sareb, grandes aseguradoras y ciertas consultoras y bancos de inversión internacionales. Sectores muy diversos pero todos con el denominador común de ser muy intensivas en personas. «Una industria que fabrique tornillos no requerirá esto sino una fábrica», explica Óscar García, CEO de First Workplaces, una de las empresas con mayor implantación de estas soluciones en España. WeWork y Regus, hoy día, son las compañías que dominan el mercado de «flex spaces» (en inglés, tal como se conoce a estos espacios a nivel internacional) en nuestro país.

Lo cierto es que, de momento, Barcelona y Madrid acaparan la mayor parte de la apuesta por este tipo de estancias. La Ciudad Condal, con el 2,7% del total del stock de oficinas, es la referencia nacional, seguida de la capital con el 1,7% del stock, según un informe de JLL. «Barcelona va por delante porque tiene más presencia de trabajadores foráneos y otra cultura; además, la propia ciudad tiene intención de posicionarse como ‘‘hub’’ innovador. Pero en las capitales de provincia va proliferando», detalla José Miguel Setién, director de Oficinas de JLL. Se refiere a casos como los de Valencia, Sevilla, Zaragoza… ciudades de un tamaño considerable donde la demanda va al alza. Y no ha sido hasta hace relativamente poco cuando las consultoras han empezado a ocuparse de este nicho y analizar su explotación. El informe de JLL es uno de los primeros en España, al igual que otro que elaboró su competidor CBRE, ya con datos definitivos de 2018: «El número de puestos de trabajo en estos centros ha pasado de unos 13.000 a finales de 2013 a 37.700 a finales de 2018, es decir, casi se ha triplicado. La superficie que ocupan ha pasado de 132.000 m² en 2013 a unos estimados 655.000 m² en 2018». Unos datos que dan buena cuenta de hacia dónde va el sector. Lo mismo ocurre a nivel global, donde este mismo estudio concluye que «a finales de 2022, las estimaciones apuntan a que el número de centros aumentará en un 15% anual de media, y el número de miembros se habrá duplicado, superando los 5 millones».

En busca de la eficiencia
En España, las grandes empresas ya se han dado cuenta de que estas soluciones les son más eficientes en determinadas situaciones. «Se utilizan cada vez más porque permiten mayor flexibilidad; no hay que planificar ni que disponer de capital. Incluso, sirve para atraer talento joven, que tiene otras necesidades, al tiempo que permite a las corporaciones añadir nuevas unidades de negocio que por la razón que sea tienen que estar separadas: porque son nuevas, porque están en desarrollo…», comenta Setién. Y a nivel económico, las socimis más potentes, Colonial y Merlin, ya se han metido en el negocio de explotar estos espacios.

El panorama ha evolucionado, y desde First Workplaces lanzan una previsión: «Hace 20 años nadie se planteaba un ‘‘renting’’ para un coche y ahora es lo más normal. Con esto ocurrirá lo mismo». Pensando ya a futuro.
Source: ABC

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