Las Cajas alemanas arremeten contra Mario Draghi

«Querido Mario Draghi», arranca la carta abierta que el presidente de las Cajas de Ahorros alemanas, Helmut Schleweis, dirige hoy al presidente del Banco Central Europeo. «Respetamos su complicada tarea de mantener la estabilidad del euro y la unidad de Europa», concede al ideólogo de la mayor operación de política monetaria de liquidez de la historia reciente de la UE, «pero lo que está usted haciendo es un error». «Lleva usted años arrojando cada vez más dinero a los mercados», describe Schleweis de forma resumida la política con la que Draghi ha revolucionado de hecho no solo la actividad, sino también la esencia y el mandato del BCE. “Ha abolido las tasas de interés y ha prestado cantidades incalculables de dinero a Estados previamente ya muy endeudados”, reprocha al banquero central de origen italiano. «Con todo ello está usted cambiando gradualmente Europa, Alemania y la vida de millones de personas, pero no para bien sino a largo plazo para peor», recrimina.

«Crear deuda no cuesta nada», sigue la carta, «pero por tener dinero es incluso necesario pagar», prosigue con la descripción de lo que para él significa a todas luces el mundo al revés, «ahorrar ya no genera intereses e invertir dinero con usted significa incluso que hay que pagar». Las Cajas alemanas denuncian así que el culpable de la ralentización del PIB no es, al menos no exclusivamente, Donald Trump y su guerra comercial contra China, sino que la política monetaria llevada a cabo en Europa está teniendo un efecto perverso sobre la inversión.

«Está usted poniendo patas arriba las leyes fundamentales de la economía», denuncia, «quien puede, huye con su dinero y sus bienes raíces, de manera que sus precios y los alquileres están subiendo. La pensión de jubilación de millones y millones de personas se derrite como nieve al sol. Los fondos de seguridad social, los fondos de pensiones y las fundaciones pierden mucho dinero todos los días y por tanto pierden eficiencia», descarga en un párrafo cargado de incertidumbre para la población alemana. «Durante décadas hemos enseñado a los niños a ahorrar, les hemos dicho que eso tenía sentido porque hay que prever los males tiempos y las crisis. Usted está triturando nuestra cultura. Todo esto no puede terminar bien a largo plazo».

«¿A dónde hemos llegado con todo esto?», inquiere Schleweis a Mario Draghi con la intención de situarlo ante el espejo de su propio fracaso, «¿han utilizado acaso los países europeos paralizados por la crisis ese tiempo comprado para deshacer su cuantiosa deuda? ¿le parece a usted que Europa está ahora más unida que antes? No, su política monetaria no ha sido capaz de lograr ninguno de estos objetivos», sentencia. «Cuando uno está en un callejón sin salida, no debería alegremente pisar el acelerador. Ha llegado la hora de volver atrás. Paso por paso. ¡Ahora!», increpa en términos difícilmente más sencillos antes de despedirse: «Saludos cordiales. Su Helmut Schleweis».

Las Cajas de Ahorros alemanas arremeten así contra una política que nació amparada por la urgencia de la crisis pero que se prolonga hasta hoy causando daños irreparables a los ahorradores a cambio de la financiación de Estados de dudosa solvencia que pueden seguir, precisamente gracias a ella, despilfarrando en gasto público. Según los cálculos de Comdirect Bank, la tasa de interés real de los depósitos de ahorro, una vez descontada la inflación, es un negativo de -1,21% en el primer trimestre de 2019. Eso quiere decir que los ahorradores alemanes perdieron hasta 6.900 millones de euros en esos tres meses.

«Las tasas de interés permanentemente bajas, por debajo del nivel de la inflación, continúan conduciendo a una disminución progresiva en el valor de los ahorros», explica el CEO de Comdirect, Arno Walter. Y la tendencia sigue profundizando. Tras fracasar en el objetivo que figura en su estatuto fundacional, mantener la tasa de inflación en la zona euro ligeramente por debajo del 2%, a pesar de haber llevado a cabo la mayor operación de liquidez de la historia, el BCE se rinde y lo que se plantea ahora es modificar ese objetivo y acomodarlo a su fracaso. La inflación alemana, concretamente, cayó en marzo a su nivel más bajo del año, el 1,3% según la Oficina Federal de Estadística, y los precios persistentemente bajos están llevando a las empresas a posponer sus inversiones, con lo que la economía alemana está entrando en un enfriamiento deflacionario al estilo japonés.

Más de un centenar de bancos y cajas de ahorro en Alemania están repercutiendo en las cuentas corrientes de algunos de sus clientes las tasas de interés negativas que el BCE aplica a las entidades, según un estudio del comparador online Biallo para el periódico Süddeutsche Zeitung. El primero en romper el tabú fue Raiffeisen Gmund, en Baviera en 2016, otros lo siguieron en las cuentas empresariales y unos treinta aplican la tasa hoy a depósitos con más de 100.000 euros. En cerca de un 60% de los casos, la tasa negativa es de -0,40%, la misma que el BCE aplica a los bancos que depositan sus excedentes en la institución de Fráncfort.
Source: ABC

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