Cuando inicia el debate o la conversación de quién debería ser nombrado Jugador Más Valioso, los nombres que entran en la terna son los de Patrick Mahomes y Drew Brees.
Lo que ha hecho el joven Mahomes no es poca cosa, con los mejores 10 primeros juegos para un quarterback desde 1950: 29 touchdowns y 3,185 yardas. Además, ha pasado para al menos 300 yardas en ocho partidos consecutivos.
Pero hay otro quarterback que debe ser agregado a la charla.
Philip Rivers tiene a Los Angeles Chargers con récord de 6-2, con cinco triunfos en fila y en la quinta posición en la siembra de la Conferencia Americana rumbo a los Playoffs.
Rivers terminó con 228 yardas, dos pases de touchdown y rating de 105.9 en la victoria de los Chargers 25-17 en Seattle, el domingo anterior.
Rivers tiene al menos dos pases de anotación e índice de 95 puntos o más en los ocho primeros juegos esta temporada.
En la Semana 10, en Oakland, Rivers podría unirse a Aaron Rodgers (13 juegos en 2011) y Tom Brady (10 juegos en 2007) como los únicos quarterbacks en la historia de la liga que lo han logrado en los nueve primeros partidos de una campaña.
Rodgers y Brady fueron nombrados MVP por la Associated Press en esas temporadas.
Con 116.5, Rivers tiene el tercer rating más alto, detrás de Brees y Mahomes.
Es cuarto en promedio de yardas por jugada con 9.09, lo más alto en su carrera de 14 años y medio en la NFL.
Rivers también tiene, quizá, el mejor talento con el que ha jugado en Chargers.
El centro Mike Pouncey llegó vía agencia libre a solidificar una línea ofensiva que incluye dos estupendos tackles en Russell Okung y Joe Barksdale, además del guardia Dan Feeney, una selección de tercera ronda del Draft 2017 que es titular indiscutible.
En el backfield está Melvin Gordon, séptimo en la liga con 579 yardas y cuarto con 7 touchdowns.
La tripleta que componen Keenan Allen (47 recepciones, 630 yardas, 1 touchdown), Tyrell Williams (22-451-5) y Mike Williams (18-338-5) le da a Rivers suficientes opciones en el ataque aéreo, que también incluye mucha participación de Gordon (31-289-3).
Es algo que comenzó a notarse desde la mitad de la campaña pasada, que los Chargers cerraron con récord de 6-1.
“En estos casi 20 juegos, o algo así, hemos tenido buen balance”, dijo Rivers. “Apoyándonos unos a otros ofensiva y defensivamente, y cuidando el balón. Todo eso es importante. Así que hemos hecho un buen trabajo hasta ahora”.
En 2017, en su primera temporada en Los Angeles, los Chargers terminaron 9-7, sin boleto a Playoffs.
Este año lucen en buena posición en el arranque de la segunda mitad de la campaña, con sólo un par de visitas complicadas: a Pittsburgh, el 2 de diciembre, y a Kansas City dos semanas después.
Incluido el juego del domingo contra Raiders (1-7), los otros rivales del equipo angelino se combinan para un récord de 18-33 y el único que tiene marca ganadora en Cincinnati, con 5-3.
Rivers, que acaba de cumplir 200 juegos consecutivos como titular, jugó un partido de postemporada por última vez en 2013. Este año parece inminente su regreso.
Y es, en gran medida, gracias a la campaña calibre MVP que vive el veterano.
Es injusto no tenerlo en la terna. AS
Source: Meridiano