La inminente y sorpresiva huelga de los pilotos alemanes de Ryanair, a la que se han sumado también los tripulantes de cabina, ha provocado que la compañía irlandesa haya tenido que cancelar hasta ahora 150 vuelos.
De manera inesperada el sindicato Vereinigung Cockpit (VC) ha convocado una huelga para la madrugada del miércoles (3.01 horas) con solo 24 horas de antelación. Ryanair ha advertido a sus pilotos alemanes de que esta «sorpresiva» huelga que «solo puede dañar» el negocio de la compañía y provocar recortes de empleo en el mercado germano para el verano.
«Si las huelgas continúan, terminarán provocando recortes en bases y puestos de trabajo tanto en la plantilla de pilotos como en la de tripulantes de cabina (TCP), especialmente en algunas bases secundarias de Alemania, que vienen sufriendo pérdidas durante la temporada de invierno y sufrirán más si se siguen produciendo reiteradas e innecesarias huelgas», ha manifestado el responsable de comunicación de la aerolínea, Kenny Jacobs.
Asimismo, Jacobs ha acusado a VC de «haber quebrado» Air Berlín con acciones de este tipo y de haber «forzado» la huelga sin consultarla con los pilotos de Ryanair.
Además, ha criticado que este mismo sindicato haya llegado a acuerdos con aerolíneas como Eurowings, que asegura que paga un 30% menos a sus pilotos que la compañía irlandesa. «Nuestros pilotos ganan hasta 190.000 euros al año y trabajan en turnos de cinco días seguidos de cuatro días de descanso», señala.
Otra de las razones de Ryanair para considerar «innecesaria» la huelga es que ya se han mostrado en varias ocasiones dispuestos a participar en una mediación o arbitraje con Kieran Mulvey -el mediador que ha conseguido el acuerdo con sus pilotos en Irlanda- como parte neutral.
Por su parte, VC ve inadecuada la elección de Mulvey por no conocer la legislación alemana, y ha criticado que la aerolínea haya rechazado todos los nombres que han presentado.
La junta de Ryanair retiró el pasado viernes su plan de recortes en Irlanda, que iba a afectar a 300 pilotos y TCP, después de ultimar un convenio colectivo con el sindicato irlandés Forsa.
Source: ABC