Si los Estados no protegen a sus empresas estratégicas y participan en ellas, otros inversores extranjeros lo hacen. Es el mercado. No hay más. Ni menos. Y como muestra, un botón. Este martes, al cierre de los mercados, última hora de la tarde en España, Saudi Telecom (STC Group) ha anunciado la compra de un 9,9% de su, digamos, homóloga española, Telefónica. El monto total asciende hasta los 2.100 millones de euros, una operación histórica en el capital de la compañía. «Adquirimos una participación del 9,9% en el Grupo Telefónica, compañía líder en Europa y Latinoamérica y una de las mayores empresas de telecomunicaciones del mundo», ha afirmado la empresa saudí en un comunicado. La compañía ha calificado este movimiento como « una oportunidad para crear mayor valor para los accionistas». Fuentes tanto de la firma compradora como de la comprada consultadas por ABC han resaltado que la operación es «amistosa», una operación que se ha realizado mediante la adquisición de acciones representativas del 4,9% del capital social de Telefónica y de instrumentos financieros que confieren una exposición económica sobre otro 5% del capital social de la operadora española presidida por José María Álvarez Pallete. Noticia Relacionada estandar No Telefónica eleva su beneficio un 44,5% en el segundo trimestre y duplica su objetivo de ingresos para 2023 Javier González Navarro La compañía, que alcanzará los 4.000 millones de flujo de caja este año, presentará un nuevo plan estratégico para el periodo 2023-2026 en el ‘Investor Day’ que celebrará el 8 de noviembre Con esto, STC Group obtendrá los derechos de voto correspondientes a ese 5,0% mediante la liquidación física de los referidos instrumentos financieros tras la obtención de las autorizaciones regulatorias necesarias. Asimismo, desde STC se han comprometido a «no comprar más». De hecho, han aclarado que no tienen intención de adquirir el control o una participación mayoritaria en Telefónica. «Se trata de una gran oportunidad de inversión que nos permite utilizar nuestro sólido balance y mantener al mismo tiempo nuestra atractiva política de dividendos», han apuntado. STC Group es el mayor operador de Arabia Saudí y está participado en un 64% por PIF, fondo soberano del país. La compañía cotiza en bolsa con una capitalización cercana a los 50.000 millones de euros. Esta adquisición representa «otro hito importante» en su estrategia de expansión y crecimiento, y refleja la confianza en el crecimiento sostenible y el potencial alcista de Telefónica. «Esta importante inversión a largo plazo de STC Group está alineada con nuestra estrategia de crecimiento, según la cual invertimos en sectores como la tecnología y la infraestructura digital en mercados que consideramos prometedores alrededor del mundo», ha afirmado el presidente de la compañía compradora, Mohammed K. A. Al Faisal, que señala que su empresa comparte muchas similitudes con Telefónica. Mientras, mediante un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Telefónica ha apuntado que toma nota «de la aproximación amistosa de STC y de su apoyo al equipo directivo, a la estrategia de Telefónica y a su capacidad para crear valor». Ahora bien, con la entrada en el capital social de la española de una participación tan alta, que le convierte en primer accionista de la compañía, cambian los equilibrios de poder en su consejo de administración. Aunque la saudí, que remarca que su entrada no es hostil y que da apoyo al equipo directivo, aún no ha especificado si pedirán consejeros o no en la española. No obstante, con dicha participación al filo del 10%, la compañía podrá optar a uno e incluso a dos asientos en el consejo de administración, ya que BBVA y CaixaBank cuentan con un asiento cada uno ostentando menos del 5% del capital por entidad. Hasta ahora, BBVA era el primer inversor en la empresa de telecomunicaciones española con el 4,87% de los derechos económicos, seguida por la gestora norteamericana Blackrock (4,48%) y CaixaBank (3,5%). Con la compra del 9,9%, Saudi Telecom evita que el Gobierno español tenga que pronunciarse sobre la operación al estar aún vigente el escudo ‘antiopas’, impulsado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez durante los peores momentos de la pandemia, que tiene como objetivo proteger a los grupos estratégicos españoles de los inversores extranjeros y de posibles movimientos hostiles. Desde entonces y hasta la fecha, si una inversión se realiza por encima del 10% del capital, el Gobierno español debe autorizar el movimiento.
Source: abc economia
2023-09-05