Iberoamérica y sus crisis

Hay dos aspectos que definen este momento en Iberoamérica, la eventualidad de una crisis fiscal en países concretos ha ido aumentando y la elevada criminalidad es el asunto más destacado en muchos países y probablemente se convierte en una palanca electoral sobre todo a la vista del aparente éxito de la actuación represiva del presidente salvadoreño Nayib Bukele . Noticia Relacionada estandar Si Bukele inaugura una cárcel en El Salvador para albergar a 40.000 pandilleros Francisco Villalta El llamado Centro de Confinamiento del Terrorismo es el mayor de Latinoamérica Tras la pandemia, los expertos no contemplaban una crisis fiscal sistémica en la región, pese a los fuertes déficits en que incurrieron la mayoría de los gobiernos para combatir la emergencia, pero sí advertían de vulnerabilidades en algunos países. La hora de la verdad habría llegado para Bolivia, cuya situación fiscal hoy es crítica. Las noticias hablan de que «una elevada demanda de dólares está secando las reservas de su Banco Central». En realidad, no se trata de un aumento del aprecio por el dólar sino de una huida del exceso de pesos bolivianos. El país ha estado financiando su déficit fiscal –en torno al 10% de su PIB– con emisión inorgánica de moneda nacional. La población intenta deshacerse de una moneda que sabe que perderá valor y compra divisas. El control cambiario hace el resto favoreciendo a los poderosos y bien conectados. Las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia descendieron de 15.123 millones de dólares en 2015 a 3.583 millones en febrero de este año. El caso boliviano nos recuerda que la indisciplina fiscal es la principal razón de las crisis macroeconómicas en la región. Tarde o temprano, Bolivia o cualquier otro país planteará una crisis cambiaria o de sostenibilidad fiscal. Argentina , que acaba de conseguir un nuevo desembolso del préstamo del FMI, también es candidata a ello. El otro aspecto crítico es la criminalidad. Iberoamérica y los países del Caribe registran el 33% de los casos de criminalidad del mundo pese a que sólo son el 8% de la población. En 2016, 17 de los 20 países con más homicidios en el mundo y 47 de las 50 ciudades, estaban en la región; la tasa de homicidio regional era de 21,5 por cada 100.000 habitantes, mientras que a nivel global la tasa de asesinatos era de 7 por 100.000. Las cifras proceden de uno de los mejores estudios que se ha hecho sobre el asunto –’Citizen security in Latin America: Facts and Figures’, publicado en 2018 en Brasil– que pone de manifiesto la crisis que enfrenta la seguridad ciudadana en el área. Además de las políticas radicales de Bukele que han sido denunciadas por violar los derechos humanos, pero que han llevado las estadísticas a cero homicidios, la otra nota llamativa es el aumento de la percepción de la violencia criminal a países que tenían índices muy bajos, como Chile y Ecuador. Éste último país ha tomado la decisión extrema de autorizar el uso de armas de fuego a los particulares. El debate sobre el equilibrio entre libertad y seguridad está abierto en canal, sobre todo porque el ejemplo de Bukele despierta una gran simpatía entre la población de toda la región. jmuller@abc.es
Source: abc economia

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