Las dudas sobre las cuentas públicas de España ensombrecen una gran reunión para inversores extranjeros

España encara el año 2023 con unas expectativas económicas significativamente mejores que sus principales vecinos de la eurozona y con la tranquilidad relativa de saber que se trata de la gran economía europea menos expuesta a los avatares de la guerra en Ucrania. Pero acarrea una deuda pública muy elevada y el desequilibrio endémico de sus cuentas públicas asoma como un foco de incertidumbre en un contexto en el que la subida de los tipos de interés y la reducción del balance acumulado entre la crisis financiera y la pandemia por el BCE pueden provocar ciertas turbulencias en los mercados de capitales. Este es, a grandes rasgos, el diagnóstico que ha arrojado la mesa de expertos que ha analizado este miércoles el futuro que le espera a la economía española, en el marco del Spain Investors Day. Para lo bueno y para lo malo el mensaje tiene el valor añadido de lanzarse en un foro pensado para vender España a la inversión extranjera y ante un auditorio formado por decenas de empresarios, inversores e intermediarios. Sirva como muestra de la importancia que el Gobierno le da este cónclave el hecho de que a lo largo de hoy y mañana desfilarán por el mismo más de media docena de altos cargos del Gobierno, incluidos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que será el encargado de clausurar el evento este jueves; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la tercera, Teresa Ribera; y la ministra de Industria, Reyes Maroto. El aforo reunido este miércoles tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la confianza de los analistas en la fortaleza de la economía española, en su pujante sector exterior y en la estabilidad financiera de su sector privado, lo que supone un factor diferencial respecto a lo que ocurrió durante la crisis financiera. Pero también las dudas que genera su elevado endeudamiento y la falta de rigor de sus sucesivas administraciones a la hora de embridar sus siempre deficitarias cuentas públicas. La economista jefe de Deloitte España, Ana Aguilar , no ha dudado en señalar la evolución de las finanzas públicas como el principal desafío que enfrenta el Gobierno para este ejercicio. «Estamos en contexto en el que el Banco Central Europeo está comprometido con la reducción del balance acumulado en los últimos años», ha explicado Frederic Pretet , economista jefe de BNP Paribas, «y los países más endeudados se verán más expuestos si ese movimiento provoca volatilidad en los mercados de capitales», ha advertido, subrayando en cualquier caso la mayor fortaleza relativa de la economía española respecto a otros países europeos. En la misma longitud de onda, el CEO de Equipo Económico, Ricardo Martínez Rico , ha augurado que España crecerá un 2% en 2023, principalmente por la pujanza del sector privado. Más dudas le genera la operativa del sector público. «Estamos en un momento en el que la política fiscal debe acompañar a la política monetaria y eso implica reducir los costes laborales y reducir los costes fiscales, que es justo lo contrario que se está haciendo en España», ha advertido. MÁS INFORMACIÓN La deuda pública se desboca y rompe el techo de los 1,5 billones de euro Para Raymond Torres , director de Análisis Macroeconómico e Internacional de Funcas, la prioridad del Gobierno para este año debería ser diseñar un plan creíble de consolidación fiscal «no sólo para enviar una señal de compromiso con la sostenibilidad de las cuentas públicas a los mercados y a los inversores sino también como un seguro frente a las eventuales turbulencias que pudieran aparecer en los mercados de capitales».
Source: abc economia

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