La Sareb compra el 10% restante de su promotora inmobiliaria para dedicarla a su agenda de vivienda pública

El Gobierno ya tiene su promotora inmobiliaria 100% pública. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha llegado a un acuerdo con Värde Partners para comprarle su 10% de Árqura Homes, el vehículo de promoción de viviendas que crearon juntos en 2019. En este vehículo promotor se integraron suelos y obras en curso de la cartera de Sareb por valor de 811 millones de euros. Lo cierto es que ambas partes llevaban semanas negociando este acuerdo, como adelantó ABC . Tanto uno como otro estaban interesados en alcanzar un consenso, aunque por distintas razones. Con esta operación, el llamado ‘banco malo’ toma el control del 100% del capital de la compañía. Y el momento escogido para ello no es casual, ya que precisamente en 2022 el Estado se ha convertido en el accionista de control de la Sareb, como decidió el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Esta adquisición permite a la Sareb evitarse obstáculos para llevar a cabo la agenda vivienda pública fijada por el Gobiern o . La institución reconoce, así, que esto permite «seguir adelante con el desarrollo previsto de 17.000 viviendas repartidas por toda la geografía española, en cuya actividad promotora de vivienda residencial se prevé invertir un total de 2.230 millones de euros». Asimismo, el acuerdo alcanzado reserva a Sareb la opción de compra futura de Aelca, la compañía que se encarga de la gestión de la actividad promotora de Árqura Homes y que actualmente está en manos de Värde. Como indica el ‘banco malo’, desde que Sareb constituyó Árqura Homes, en junio de 2019, la compañía ha aprobado el desarrollo de más de 8.900 viviendas, con una inversión que supera los 1.500 millones de euros. En los tres años de actividad se han entregado ya más de 1.375 viviendas, a las que hay que sumar otras 7.555 aprobadas para su comercialización en diferentes fases. Por parte de Värde, como publicó este periódico, estaban dispuestos a salir del accionariado de Árqura ya que consideraban que estaba siendo una inversión nada rentable para sus intereses. El ritmo de ejecución de las viviendas no era el esperado. Además, al tener también Aelca, con la que prestaban servicios a Árqura , el rédito económico no era el deseado. Su mejor opción era salir, como señalaron fuentes del mercado, ya que su participación perdía valor con el paso de los meses. Una participación valorada inicialmente en 80 millones de euros.
Source: abc economia

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