“El fantasma de Heilbronn”: la asesina serial que cometió 40 crímenes y avergonzó a la policía europea

La intensa persecución de la “Mujer sin rostro” se remonta al 25 de mayo de 1993. En el pueblo alemán Idar-Obserstein, cerca de Luxemburgo, vivía Lieselotte Schlenger de 62 años.

 

En 1993, el asesinato de una mujer daría inicio a uno de los misterios que mantuvo en vilo a las autoridades de Alemania, de Francia y de Austria durante dieciséis años. Se invirtieron cerca de 20.000 horas de trabajo y alrededor de 25 millones de euros para conocer la identidad de la “Mujer sin rostro” e incluso hubo una recompensa de 300.000 euros. Sin embargo, el desenlace desconcertó a los investigadores.

Por: Perfil

En la escena del crimen de 1993 encontraron el ADN de una mujer. Esa fue la única evidencia que lograron recolectar del lugar y la que iniciaría una persecución internacional. A lo largo de los años, el mismo material genético fue hallado en cuarenta escenas de crímenes distintos, desde otros cinco homicidios hasta robos de piedras preciosas.

Hubo dos aspectos que desconcertaron a las autoridades que estaban detrás de la “Mujer sin rostro” (como fue apodada). Por un lado, el tipo de delitos, además de ser numerosos, variaba de manera notable. Por otro lado, la criminal no se limitaba a actuar en una sola región, sino que su rastro se remontaba a distintas ciudades de Alemania, Francia y Austria. Lo único que conectaba cada crimen era el ADN de la perpetradora hallado en la escena.

Asimismo, la lista de supuestos cómplices del “Fantasma de Heilbronn” (otro de los apodos que le dieron a raíz de uno de sus crímenes) no mostraba ningún patrón: eslovacos, serbios, albaneses, rumanos, entre otros. Sumado a esto, algunos de sus colaboradores que fueron arrestados por sus crímenes negaron su existencia.

Además, nadie la había visto nunca, ni ninguna cámara de seguridad había logrado captar su imagen. Otro factor que dificultó la investigación fue que cuando los testigos describían a mujeres sospechosas cerca de las escenas del crimen, a veces decían que parecía un hombre. Esto llevó a las autoridades a creer que se disfrazaba como tal para evitar ser reconocida.

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Source: la patilla

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