La importancia de pensar a largo plazo al gestionar nuestros ahorros

La pregunta que todos nos hacemos de cara a empezar este año nuevo es, ¿comenzará la inflación a comportarse a medida que la actividad económica se desacelera? Si es así, los bancos centrales dejarán de subir los tipos al ritmo de esto año y las recesiones, si ocurren, probablemente sean más modestas. Si la inflación no comienza a desacelerarse, estamos frente a un escenario más difícil. Afortunadamente, creemos que ya hay señales convincentes de que las presiones inflacionarias se están moderando y seguirán haciéndolo en 2023. Es posible que la inflación no regrese rápidamente al 2%, pero pensamos que los bancos centrales estarán encantados de ralentizar el ritmo, siempre que la inflación se dirija en la dirección correcta. En nuestro escenario central pensamos que en 2023 continuaremos en un entorno de desaceleración del crecimiento económico a nivel global debido a unas condiciones financieras más estrictas, una política fiscal menos favorable en los EE. UU., incertidumbres geopolíticas y la pérdida del poder adquisitivo de los hogares. Aún estamos en un entorno incierto y seguiremos viendo volatilidad en los mercados, pero es importante que volvamos a enfocarnos en la inversión a largo plazo y aprovechar las oportunidades que están surgiendo tras las correcciones que hemos visto este año tanto en renta variable como en renta fija. Tras la correlación positiva que hemos visto en 2022 entre ambas clases de activo, los fondos multiactivos han sido de los más han sufrido en este entorno y hay quien pronostica un futuro negro para las carteras mixtas. Sin embargo, nosotros no estamos de acuerdo y pensamos que los desequilibrios actuales motivados por el pico de inflación se irán suavizando y la década que tenemos por delante ofrece unas perspectivas muy alentadoras para ambos componentes de las carteras multiactivo y pensamos que tras la corrección hay oportunidad muy atractiva para los inversores en fondos perfilados. La inestabilidad y volatilidad de 2022 han devuelto las estimaciones de rentabilidad de los activos a su punto de equilibrio a largo plazo. Además, hay que tener en cuenta que el panorama de inversión está cambiando. Estamos pasando de un mundo de baja inflación y condiciones financieras favorables a uno con riesgo de inflación bidireccional, políticas monetarias restrictivas y tipos de interés más altos. Y eso creará nuevas oportunidades. Después de décadas de mercado alcista para la renta fija, los bonos de gobiernos ya no podían ofrecer ninguna de las dos características que se espera que ofrezca -cupón y diversificación- frente a activos de riesgo. Ahora, tras la rápida normalización de los tipos de interés, y como consecuencia, las fuertes caídas, empezamos a ver la renta fija en niveles muy atractivos y vuelve a ser una fuente de rentas y diversificación. Por otro lado, la rentabilidad estimada de la renta variable a largo plazo ha aumentado también de forma considerable. Mientras que no creemos que esté todo solucionado, y que las estimaciones de beneficios de los analistas creemos que aún son muy optimistas, el mercado ha descontado ya muchas malas noticias, y el potencial de rebajas de estimaciones a la baja es más limitado que a principios de año. Por primera vez en años, los inversores tienen a su disposición toda la batería de herramientas. Lo más importante que debemos recordar siempre como ahorradores es la importancia de pensar a largo plazo a la hora de gestionar e invertir nuestros ahorros, y la importancia de la diversificación a la hora de construir carteras de inversión sólidas. Estas son las principales claves para el éxito del ahorro y la inversión en el largo plazo, si somos fieles a estos principios y realizamos una adecuada planificación, seremos capaces de cumplir los objetivos financieros que queramos plantearnos para el futuro.
Source: abc economia

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