Un desliz de un directivo del INE revela el frenazo en seco de la economía española

Un desliz de un alto directivo del Instituto Nacional de Estadística (INE) en un debate de expertos en torno a la actual coyuntura económica ha desvelado por accidente un inesperado frenazo en seco de la economía española en el tercer trimestre del año, un periodo que parecía iba a estar marcado en positivo por el vigoroso comportamiento del turismo durante la campaña de verano. El director general de Producto Estadístico de la institución, Alfredo Cristóbal , deslizó que la economía española se estancó entre los meses de julio y septiembre, coincidiendo con el periodo vacacional y pese al empuje de un turismo que ya ha recuperado el 90% de visitantes previos a la pandemia. «Estaremos en torno al 0% en el tercer trimestre, una décima arriba o abajo», señalaba el experto durante su intervención en el panel financiero celebrado en el marco del ‘V Encuentro Económico-Asegurador. Realidades y desafíos del entono macroeconómico y social’ impulsado por la Mutualidad de la Abogacía, recordando eso sí que venimos de un buen crecimiento en el segundo trimestre del año, del 1,5%. De confirmarse este frenazo, con un crecimiento plano, se daría el escenario propicio para ahondar en el desequilibrio y llegar a la caída de PIB que organismos como Funcas ya descuentan para el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023. Según el organismo de estudio, el PIB caerá un 0,4% en el último trimestre de 2022 y un otro 0,4% entre enero y marzo de 2023. «El contexto de incertidumbre es tan grande que no me atrevería a hacer una previsión para el cuarto trimestre », apuntaba el responsable del INE advirtiendo no obstante de que los analistas prevén un crecimiento negativo para los últimos tres meses del año. «Lo que sí está claro es que le crecimiento del año que viene será más reducido que el de este año», subrayaba Alfredo Cristóbal estimando un avance para 2022 de en torno al 4,5% y entre el 1% y 2% para 2023. Golpe al relato oficial Fuentes del INE justificaban ayer al directivo con el argumento de que no había querido avanzar un dato de la estadística oficial, algo que por otra parte prohíbe taxativamente la regulación estadística, sino que se había hecho eco del comportamiento que presagian los principales institutos de análisis económico. A día de hoy, subrayan desde el instituto estadístico, es «técnicamente imposible» conocer cuál va a ser el dato de avance de PIB del tercer trimestre porque todavía queda mucha información por incorporar antes de lanzar su previsión. Más allá del dato concreto, que el directivo del INE tampoco proporcionó en su intervención porque se limitó a dar una horquilla de previsión , su descuido ha venido a avalar los análisis económicos que apuntan a un frenazo más brusco de lo esperado en la actividad económica española ya en el tercer trimestre del año. «Hay una coincidencia generalizada entre todos los analistas en que el crecimiento se ralentizó de manera significativa durante el verano a pesar del tirón del turismo y la única duda es conocer cuál será la magnitud de esa ralentización», explica Gregorio Izquierdo , director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y expresidente del INE, que advierte. «El dato de avance de PIB del tercer trimestre va a depender de forma crítica de dos indicadores estadísticos que aún no han salido: la Encuesta de Población Activa, que será el primer gran indicador que dará pistas sobre el comportamiento de la economía en el conjunto del trimestre; y el comportamiento del comercio minorista en el mes de agosto, fundamental para conocer el comportamiento del consumo». El escenario central de este analista es que el crecimiento del trimestre será ligeramente positivo respecto al segundo trimestre, en el mismo punto en que se han situado el Banco de España o Funcas, por ejemplo, si bien admite que un comportamiento del empleo peor de lo esperado en la EPA podría empeorar ese escenario. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 2400 Código APP El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés , continuó defendiendo esta semana la resiliencia de la economía española pese al contexto particularmente inhóspito generado por el zarandeo a las previsiones oficiales de crecimiento que le han proporcionado esta semana tanto el Banco de España como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Los altos cargos del área económica del Gobierno, con Nadia Calviño a la cabeza, continúan viendo señales positivas en los indicadores de alta frecuencia que los analistas de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos observan casi a diario y se escudan en el comportamiento del mercado de trabajo -del que destacan los 20 millones de empleos y los menos de tres millones de parados-, los favorables datos del sector exterior y la reducción de los datos aparentes de déficit y deuda pública para abonar su optimismo sobre la economía. Un panorama incompatible de todo punto con la predicción deslizada ayer por el director general de Producción Estadística, que anticipa un brusco frenazo de la actividad que según las previsiones de los analistas se agravará además con el inicio de la temporada de otoño-invierno y el empeoramiento del contexto geopolítico. Otro lío con el Gobierno El descuido del director general de Producto Estadístico del INE volvió a reabrir ayer las heridas aún no restañadas de la tormentosa relación que el instituto estadístico ha venido teniendo con el Gobierno casi desde el inicio de la legislatura. Fuentes del Gobierno admitían ayer su sorpresa e indignación por la difusión de una información que entra dentro del perímetro de seguridad del secreto estadístico y que, a parte de esto, es un golpe en la línea de flotación del relato económico gubernamental. En las últimas semanas las aguas aparentaban haber vuelto a su cauce tras la tormentosa salida del expresidente de la institución, Juan Rodríguez Poo , que decidió presentar su dimisión cuando ya era consciente de que iba a ser cesado en sus funcionar, y su relevo por la nueva presidenta del INE, Elena Manzanera . El cambio estuvo rodeado de polémica por los desencuentros en los meses anteriores entre Gobierno e instituto estadístico. El más relevante fue el que se originó en septiembre de 2021 después de que el INE revisara a la baja desde el 2,8% al 1,1% el crecimiento del segundo semestre del año justo después de que el Gobierno presentara el cuadro macro de su proyecto de Presupuestos para 2022, que basaba su optimista previsión de crecimiento para este año -que posteriormente se ha visto obligado a recortar de forma drástica- precisamente en la fortaleza de la recuperación económica. El episodio inauguró una escalada sin precedentes en la cual la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño , decretó que el Gobierno seguiría por otros indicadores diferentes a la Contabilidad Nacional, de elaboración propia, para medir el comportamiento de la economía, se puso en duda la fiabilidad de la medición de la subida de los precios a partir del IPC e incluso se promocionó un indicador alternativo al PIB para medir el desarrollo de la economía española. Noticia Relacionada echa de menos un pacto de rentas estandar No Economía avisa de que el Gobierno ya ha hecho sus deberes para controlar la inflación y vuelve el foco hacia los agentes sociales Bruno Pérez El número dos de Calviño asegura que las medidas adoptadas han reducido 3,5 puntos la inflación y restituido 3,5 puntos de la pérdida de poder adquisitivo de los hogares más vulnerables En este sentido, en el análisis de coyuntura que expuso el representante del INE durante su intervención en el foro económico, confirmó que el consenso internacional prevé una moderación de la escalada de precios en los próximos meses. Aquí, Funcas proyecta una inflación media para el presente ejercicio del 9,1% y del 4,8% para 2023. El consenso de los expertos de la OCDE apunta en esta dirección precisamente. Según el embajador representante permanente de España ante la OCDE, Manuel Escudero , los expertos del organismo no observa el episodio de inflación como estructural. «Las causas de la inflación son muy concretas y no son estructurales. Se debe a la utilización del gas como arma de guerra por Putin», argumenta el experto asegurando que esta es la lectura más extendida entre los expertos del organismo.
Source: abc economia

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