La industria alemana critica las ayudas al consumo del gas en los hogares

Los principales agentes económicos alemanes han recibido con cierto alivio el anuncio de las medidas del gobierno Scholz para ayudar a pagar la factura del gas a particulares e industria durante este verano, aunque señalan ciertos efectos indeseables , como el aumento de consumo de energía que traerá consigo y, con ello, más aumentos de los precios de la energía. Los fabricantes de maquinaria han pedido al canciller Scholz más esfuerzos para ahorrar energía y han expresado su preocupación por el efecto que pueda tener sobre la inflación el recién anunciado programa de 200.000 millones de euros en ayudas , según el presidente de la Asociación Alemana de Ingeniería Mecánica y de Plantas (VDMA), Karl Haeusgen, que opina que «es una deuda especial que pesará mucho en los hogares en los próximos años y por lo tanto debe seguir habiendo incentivos para ahorrar energía, invertir en nuevas tecnologías y ampliar la oferta». Haeusgen ha criticado la propuesta de la comisión de expertos «Gas y Calor» para un tope en el precio del gas, que Scholz ha calificado como «una muy, muy buena base», planteando «un gran signo de interrogación sobre si el subsidio del 80% del consumo privado aún proporciona incentivos suficientes para ahorrar, y no es ningún secreto que los economistas de la comisión abogaron por una tasa de subsidio significativamente más baja«. Scholz, por el contrario, ha defendido la propuesta y confía en el músculo exportador alemán para rentabilizar ese esfuerzo de dinero estatal, aunque para ello desea más facilidad a escala europea para negociar acuerdos comerciales . El canciller alemán se ha pronunciado a favor de «simplificar» los trámites de aprobación de los tratados de libre comercio en la Unión Europea para evitar largos procesos hasta que se complete su ratificación. En la práctica, cabe preguntarse «si tiene sentido el actual sistema de ratificación de los tratados de libre comercio, que implican la ratificación obligatoria de estos por parte de los parlamentos nacionales e incluso regionales», dijo Scholz, que aludió al caso del Tratado de Libre Comercio con Canadá , aún no sentenciado por el Parlamento alemán, o al caso de Bélgica, que deberá presentarlo a sus cámaras regionales. Scholz ha planteado también que la actual crisis energética solo puede ser resuelta a escala global y ha adelantado que buscará reunir a los líderes mundiales para tomar medidas conjuntas que ayuden a reducir los precios de la energía desde la presidencia alemana por turno del G7. Considera que los precios de los combustibles fósiles se deben «reducir a un nivel sostenible», pero que esto «no es algo que se pueda lograr con una acción unilateral de Alemania, ni siquiera de toda la Unión Europea». «Debemos organizar la cooperación con todos aquellos que son consumidores y eso es válido para Europa, pero también para Japón y Corea, donde los precios en el mercado son mucho más altos de lo que pueden soportar», ha apuntado. «Es por eso que he resuelto hacer que la responsabilidad mutua sea un problema en todas las conversaciones internacionales, empezando por la reunión de hoy en el marco del G7». «Necesitamos un proceso negociado para lograr que los precios vuelvan a caer a un nivel razonable», insistió, en referencia a que el G7 incluye exportadores de energía como los Estados Unidos y Canadá, cuyos combustibles fósiles están siendo ahora muy buscados. EE. UU. ha aumentado sus envíos a Europa para ayudar a cerrar la brecha energética dejada por Rusia, pero la semana pasada Alemania esta acusando a Washington de cobrar demasiado. «Algunos países, incluso amigos, están logrando precios astronómicos en algunos casos», dijo la semana pasada el ministro de economía alemán, Robert Habeck, «Estados Unidos recurrió a nosotros cuando los precios del petróleo se dispararon y, como resultado, las reservas nacionales de petróleo también fueron explotadas en Europa. Creo que tal solidaridad también sería buena para reducir ahora los precios de la gasolina». Críticas a Biden Scholz ha criticado, además, el gigantesco plan de inversión l anzado por Biden, para la transición climática podría porque en su opinión podría provocar «una enorme guerra arancelaria» al discriminar a las empresas extranjeras . El programa «Inflation Reduction Act», puesto en marcha por el presidente Joe Biden, prevé 370.000 millones de dólares para la construcción de plantas eólicas, paneles solares y vehículos eléctricos. Algunas disposiciones han creado revuelo en el extranjero, como la deducción fiscal por la compra de un automóvil eléctrico producido íntegramente en Estados Unidos, con una batería también producida en el país. «Hablaremos más en profundidad de la ley sobre la reducción de la inflación con nuestros amigos estadounidenses«, ha declarado Scholz durante una reunión con la Federación de Ingeniería y Mecánica (VDMA) en Berlín, «no puede ser que los políticos de cada país digan: ‘Pusimos en marcha una protección climática, querida industria, ¿oyeron que les estamos protegiendo de la competencia de otros?’… Tendríamos una enorme guerra arancelaria».
Source: abc economia

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