El BCE acomete una subida histórica de los tipos de interés de 0,75 puntos para frenar la inflación

La subida de los tipos de interés, de 0,75 puntos, ya estaba descontada por los mercados, que se preguntan ahora hasta qué punto está dispuesto el BCE a seguir subiendo los tipos de interés . La presidenta de la institución monetaria, Christine Lagarde, ha repetido por activa y por pasiva en la rueca de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno que las decisiones se irán tomando «en cada reunión y de acuerdo a los datos disponibles». «No actuamos de forma predeterminada, ni imitamos a otros bancos centrales; si los datos lo aconsejan seguiremos actuando», ha dicho, sugiriendo así próximas subidas en sucesivas reuniones del consejo de gobierno, pero sin precisar un ‘terminal rate’, una tasa de interés hasta la que está dispuesta a llegar, que los mercados olfatean ahora como elemento de ‘forward guidance’, orientación a futuro de su política. Lagarde ha intentado enfrentarse a los mercados con la misma herramienta que Draghi , pero dada la vuelta, una especie de «haremos todo lo necesario» hasta conseguir volver a una inflación en torno al 2%. «Seguiremos subiendo los tipos hasta devolver la inflación al entorno del 2%», han sido sus palabras textuales, tras aclarar que siguen sobre la mesa el resto de los instrumentos a su disposición pero que «en este contexto las tasas de interés nos parecen el más apropiado». Este ‘whatever it takes’, sin embargo, no convence y es debido a un problema de credibilidad. El BCE ha errado durante muchos meses en su valoración de la inflación, un fallo que Lagarde achaca a los cisnes negros que los modelos no eran capaces de predecir: una pandemia y una guerra en Ucrania. Pero a nadie escapa que muchos otros analistas sí pudieron advertir a tiempo de la inflación que se nos echaba encima y que, como Lagarde reconoce, «es el fenómeno económico más terrible». «¿Qué le hace a usted pensar que, sin no fueron capaces de dominar la baja inflación durante tanto tiempo y a pesar de mantener los tipos históricamente bajos e incluso negativos, serán capaces ahora de dominar la alta inflación?», ha sido la pregunta de una periodista holandesa a la que Lagarde apenas ha sido capaz de responder: «Solo puedo decirles que estamos determinados a hacerlo y que nuestra credibilidad se juzgará por el hecho de si somos capaces o no de devolver la inflación al entorno del 2%». Las explicaciones de Lagarde, por lo demás, rezuman impotencia: «Yo no puedo hacer bajar el precio del gas, yo no puedo reformar el mercado europeo de la electricidad, esos son trabajos que tienen que hacer otros». Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 600 Código APP Al menos pudo presumir de que la subida de lo tipos del 0,75% fue una decisión «unánime». «Más vale tarde que nunca», fue la primera reacción del presidente del Ifo de Múnich , Clemens Fuest, que acogió con satisfacción la medida y asumió subidas decisivas. «Es un paso en la dirección correcta», dijo, para añadir: «No obstante, la política monetaria sigue siendo muy expansiva. Más subidas de tipos tendrán que seguir en los próximos meses. Los tipos de interés siguen siendo muy bajos y las expectativas de inflación de los hogares están aumentando. El BCE aún no ha comenzado a reducir las tenencias de bonos del gobierno comprados. Los bonos vencidos se reemplazan por otros nuevos. Es importante que las nuevas subidas de tipos anunciadas por el BCE lleguen pronto. Posponer la salida de la política monetaria acomodaticia ante la perspectiva de una desaceleración económica solo aumentaría el costo de combatir la inflación. Además, la recesión se debe principalmente a la reducción de la oferta, por lo que es correcto que el BCE esté reduciendo la demanda». Según Deutsche Bank Research , los mercados financieros esperan dos aumentos más de 0,5 puntos porcentuales cada uno, en octubre y diciembre, hasta fin de año. Así, al finalizar 2022, la tasa de interés clave para la refinanciación sería del 2,25%. Lagarde confirmó en parte estas perspectivas al constatar que «el efecto de la subida de hoy no será automático», la inflación tardará al menos unos meses en reaccionar. También confirmó que «si la situación energética empeora, incluyendo el corte total del suministro del gas ruso, no será posible sustituirlo de forma inmediata por combustible procedente de otros países». El escenario base del BCE no contempla una recesión, sino un crecimiento del PIB del 0,9% para 2023 y del 1,9% para 2024, pero no descarta que el escenario resulte más adverso que el previsto, y en ese caso su previsión es de una contracción del 0,9% en 2023 y de nuevo crecimiento del 1,9% en 2024. Lagarde también se ha visto obligada a reconocer que la inflación a medio plazo en la zona euro podría terminar siendo más alta de lo esperado hasta ahora. Ha mencionado un deterioro de la capacidad de producción de la zona euro, con incrementos en los precios de la energía y los alimentos, incluso con alzas salariales superiores a lo previsto, como factores que pueden influir en el temido escenario adverso. Por ello, el BCE ha elevado sus previsiones de inflación hasta el 5,5% para 2023 y hasta el 2,3% para 2024.
Source: abc economia

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