Energía y materias primas, las emergencias europeas

El conflicto en Ucrania evidencia la debilidad y la dependencia europea en energía y materias primas. Por ejemplo, la dependencia de Rusia en gas es abrumadora, pero también lo es en materias primas como la harina o las tierras raras, fundamentales la una para la alimentación y las otras para la industria y el desarrollo tecnológico.

En relación con el gas natural, merece la pena saber que los más grandes productores del mundo son: Rusia, 37,4 trillones de metros cúbicos; Irán, 32,1; Qatar, 24,7; Turkmenistán, 13,6; Estados Unidos, 12,6; Venezuela, 6,3; Arabia Saudí: 6,0; Emirados Arabes Unidos: 5,9; Nigeria: 5,5; Argelia: 2,3. Y en reservas de gas Rusia tiene 47,8 trillones de metros cúbicos; Irán, 33,99 y Qatar, 23,8.

En esta clasificación podemos ver coincidencias, y pocas excepciones, de fuentes energéticas con países no democtáticos. Coincidencias que valen también para el petróleo o las materias primas, y merecería otro artículo.

La cruda realidad es que los países europeos deben buscar su propia autonomía energética, sobre todo de Rusia. La respuesta más rápida, siempre que existan regasificadores, es encontrar gas líquido o en presencia de gasoductos obtener gas natural, por ejemplo, de Argelia, Qatar, Congo, Angola, Libia, etc. Todos países que tienen gobiernos autoritarios e inestables.

Ahora más que nunca es evidente que la energía y las materias primas son esenciales para la vida y el progreso, y por esto la independencia de Europa es esencial.

Para Europa una diversificación de las fuentes energéticas, aunque es mejor que una concentración, es solo una parte de la solución.

La solución para una mayor autonomía energética europea es diversificar las fuentes de energías fósiles y posiblemente reducirla, pero sobre todo invertir en energías fotovoltaicas, eólicas, biogás, biomasa, hidroeléctrica, geotérmica, mareomotriz, hidrógeno, nueva tecnología nuclear y regasificadores, para el gas líquido que puede sustituir en el corto plazo el gas natural.

La reflexión contenida en este artículo es intencionalmente muy escueta porque de todo esto se habla demasiado, pero la política actúa poco y mal, y la burocracia no ayuda, al contrario es un serio obstáculo.

Es la hora de que los gobiernos europeos acuerden y tomen decisiones estratégicas de medio y largo plazo, pero finalmente también de que actúen, ya que es necesario mejorar o crear nuevas infraestructuras y el tiempo es una variable fundamental. Despertemos.
Source: abc economia

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