La CEOE cierra la puerta a alzas salariales del 5% y ofrece un 2,5% a los sindicatos

La espiral de los precios va a convertir la negociación de los salarios en una batalla que ya se empieza a preparar. Empresarios y sindicatos se reunían ayer en busca de un acuerdo exprés de convenios y el encuentro sirvió para constatar que las posturas están en las antípodas. De entrada, las empresas dejaron claro que no aceptarán la subida salarial del 5% que defiende UGT. «No es razonable», dijo el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la cadena COPE, y marcó el día 30 en el calendario como fecha límite para cerrar un pacto que espera como agua de mayo el Gobierno para que no se alimente la presión de los precios.

El choque está servido, teniendo en cuenta que los sindicatos no van a renunciar a que los trabajadores pierdan poder adquisitivo y darán la batalla para extender las cláusulas de revisión salarial, que ahora apenas tienen el 16% de los trabajadores. Esta semana el líder de CC.OO., Unai Sordo, aseguró que los incrementos salariales de este año deberían tener como referencia mínima el 3%, que es donde está situada en estos momentos la inflación subyacente y es el IPC medio de 2021 (3,1%).

La organización empresarial alude a que la multiplicación de los costes y a la inflación desbocada para justificar una moderación de los sueldos. Su propuesta es que los salarios crezcan entre el 2% y 2,5% para no alimentar los efectos de la segunda ronda, y reclama al Gobierno que rebaje las cotizaciones sociales para facilitarlo. No contempla, en ningún caso, extender las cláusulas de revisión salarial.

La CEOE recuerda que el tejido productivo no se ha recuperado de la pandemia y que en el último medio año se ha aprobado una subida del 0,6% en las cotizaciones para financiar el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) de la Seguridad Social y desde el pasado enero el salario mínimo ha escalado a 1.000 euros. «¿El presidente nos pide ahora un pacto de rentas cuando ha subido las cotizaciones y el salario mínimo sin acuerdo con los empresarios?», se quejan los empresarios.

El escenario en el que se va a mover esta negociación está salpicado de fuertes tensiones inflacionistas que se agravarán por la guerra, y que ha disparado los precios hasta el 7,4% en febrero, el mayor incremento en más de 30 años y cinco veces más de lo que están creciendo los sueldos pactados en convenio. Con este telón de fondo, empresarios y sindicatos buscan cerrar el V Acuerdo interconfederal de Negociación Colectiva (conocido como ANC), en el que incluirán las directrices para la negociación de los convenios en los próximos dos o tres años.

«La clave en la negociación del nuevo ANC debería ser cómo mejorar la competitividad de nuestras empresas, porque esa es la manera de garantizar en el tiempo tanto salarios más altos como mayores niveles de contratación. Es decir, a todos nos gustaría poder ofrecer salarios más altos pero es importante establecer a cambio herramientas de productividad de las empresas», asegura Francisco Aranda, portavoz de CEIM y presidente de UNO.

En un comunicado posterior a la reunión con los sindicatos, Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, recordaba que «la productividad de las empresas debe ser un indicador clave en la negociación de salarios», y que «se debe tener en cuenta el conflicto bélico de Ucrania, cuyas consecuencias son incalculables». La patronal alertaba de que «aumentar de forma generaliza el coste salarial de la misma forma que la inflación supondría un fuerte aumento de costes en unas empresas que arrastran todavía secuelas de la anterior crisis, como el endeudamiento, y esto tendría consecuencias tanto en la inversión como en el empleo». Recordó también que a estos costes se unirán a la subida de impuestos y de cotizaciones en los dos últimos años.

El primer encuentro entre los agentes sociales se produce después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamara un pacto de rentas para «aportar estabilidad y evitar caer en una espiral inflacionista». Abogó por un «acuerdo de país» que recoja un pacto «desde el punto de vista de los costes salariales y de los márgenes empresariales».

El próximo lunes el Gobierno se reunirá con sindicatos y empresarios para tratar de impulsar ese pacto de rentas, que pueda servir como factor de «confianza y estabilidad» para los ciudadanos y las empresas, según aseguró ayer la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Dos días después de esa reunión, el miércoles, empresarios y sindicatos volverán a la mesa de negociación.
Source: abc economia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *