La sequía da la puntilla al campo en la campaña más cara de la historia

La factura por la falta de precipitaciones durante las últimas semanas, especialmente en el sur de España, comienza a aflorar. Un asunto que ya se ha colado en la agenda del Gobierno, que reunirá el próximo viernes 4 de marzo a la Mesa de la Sequía mientras el ministro de Agricultura Luis Planas propuso en Bruselas esta semana medidas como el adelanto de los pagos de la PAC (Política Agraria Común) y el abono de ayuda directas. Según un informe de UPA (Unión de Pequeños Agricultores) al que ha tenido acceso ABC, solo en la provincia de Almería, se estiman ya unas pérdidas superiores a los cuatro millones de euros en cultivos de secano como los cereales; así como en frutas y hortalizas de invernadero. Además de a las ganados de ovino y caprino. En su análisis UPA califica el actual escenario como «muy complicado» y apunta que la escalada en los costes de producción se verá agravada por la sequía. Además, sostienen desde esta organización agraria, que muchas producciones se verán mermadas provocando una caída en los ingresos de agricultores y ganaderos.

Muchos de ellos tienen difícil repercutir estos sobrecostes sobre unos precios en origen estancados o muy bajos. «Tenemos un incremento en todos los costes de producción. Un litro de gasóleo cuesta prácticamente el doble que el año pasado y cuando vas a cultivar necesitas 250 litros para toda una jornada labrando», comenta el presidente de COAG Extremadura, Juan Moreno. En este sentido, en el informe, se apunta que la falta de agua es «casi generalizada en toda España» aunque la mayor diferencia entre las actuales precipitaciones y las del año anterior se producen en el «suroeste de España». En concreto, el informe dedica un importante espacio a Andalucía aunque menciona a otras comunidades como Extremadura, Aragón, Murcia y Cataluña.

Todo lo anterior afectará tanto a los cultivos de secano como a los de regadío y a la ganadería extensiva por la falta de pastos. Lo que ya está obligando a muchos ganaderos a suplementar al ganado con piensos cada vez más caros. En concreto, apuntan desde esta organización agraria, que los productores se verán obligados por la falta de agua o la reducción en las dotaciones de riego a sembrar cultivos menos demandantes de agua como el cereal, el girasol o a dejar parte de las tierras en barbecho. Por contra, en el caso de los cultivos leñosos (olivar, viñedo, cítricos…) el reto estará en administrar la escasa dotación de agua para que los árboles sobrevivan. Porque, si se toma la media del agua embalsada en los últimos 10 años, la dotación en cuencas como Guadalete y Barbate, Guadalquivir, Guadiana y Segura se sitúa alrededor del 30% cuando en la última década la media es de entre el 46% y 54%. Otras más ‘generosas’ como el Tajo y el Duero apenas tienen un 45% y 50% de su capacidad, respectivamente. En la media de la última década acumulaba el 76% y 82% de su capacidad.

Cinco años de sequía
Desde Sevilla, fuentes de Asaja, recuerdan que «ya llevamos cinco años de déficit de lluvias» y recuerdan que en la Cuenca del Guadalquivir (un millón de hectáreas) ya son tres años de restricciones para riego. En concreto, este año tendrán 1.000 metros cúbicos por hectárea, «un 83% menos de la dotación normal para riego, lo que no da prácticamente para sembrar cultivos». ¿Consecuencias? Por ejemplo, solo se ha sembrado la mitad de arroz en esta provincia, unas 35.000 hectáreas. También muchos agricultores están retrasando la siembra para primavera: «La situación es muy dramática en Andalucía y parte de Extremadura», concluyen desde la principal organización agraria.

Una situación que vive muy de cerca Pedro Farias, regante de esta cuenca, que cultiva almendros y cítricos que dispone de riego por goteo así como de un pozo. «Me gustaría cultivar algodón», admite Farias quien lamenta que la escasa disponibilidad de agua para este año se lo pone difícil y se plantea priorizar el riego de los almendros dejando superficie en barbecho. «Por supuesto, maíz que tenía previsto sembrar no lo voy a hacer», admite este agricultor, quien apunta que otros compañeros están abandonando cultivos como el tomate. «Sin el agua que es nuestro motor, la agricultura realmente se para», concluye.

Desde Murcia, el máximo responsable de COAG en esta comunidad, José Miguel Marín, señala que «el impacto inmediato se producirá en los cultivos de secano – aquí hay muchas hectáreas de almendros – y, por orden de gravedad, los cultivos herbáceos serán los primeros en caer (arroz, cereales, leguminosas…)» y reconoce la preocupación por cultivos como el olivar. «El secano es el principal problema y, de momento, en lo referente al regadío la cuenca del Segura está aguantando», constata el representante de COAG. En esta línea, también destaca las dificultades de la ganadería de ovino en extensivo. «Llevamos cinco mese suplementado con pienso», lamenta.
Source: abc economia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *