El Bundesbank mete cien millones de euros en la secadora

Uno de los peligros de meter dinero en el colchón es que puede venir una inundación y llevárselo. Eso es lo que sucedió el pasado mes de julio en Alemania, donde el desbordamiento de varios ríos en Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia, además de 180 víctimas mortales y daños por valor de 30.000 millones de euros, empapó cientos de miles de billetes en casas, tiendas y bancos que quedaron inundados. La ley dice que el Bundesbank está obligado a cambiar los billetes dañados si se conserva al menos el 50% de su entidad física y los afectados llegaron al banco central alemán con carretillas de billetes, solicitando su sustitución.

Nunca antes el Bundesbank se había visto ante tal situación. Nunca antes había tenido que procesar tal cantidad de dinero mojado y carecía de protocolos. «Esto ha eclipsado todo lo que hemos tenido en casos similares en el este de Alemania o Baviera», ha explicado el miembro de la junta del Bundesbank, Johannes Beermann, en una conferencia de prensa en la que ha presentado los resultados de la operación en la Casa de la Historia de Bonn. El Bundesbank recibió más de 1,5 millones de billetes húmedos, algunos de los cuales también estaban contaminados con aceite y suciedad de diversos tipos. El número era tan alto porque las bóvedas de los Volksbanks y las cajas de ahorro Sparkassen de la región también se habían inundado. Alrededor de un millón de billetes mojados procedían de bancos y otros 500.000 de particulares. Lo primero que tuvieron que hacer fue contarlos.

Para empezar, la mayor parte de los fajos se habían mojado en bloque y ni siquiera esa posible separar los billetes unos de otros, lo que impedía contar las cantidades de dinero. El Bundesbank recurrió a una receta casera que permitió poner en marcha la operación. Contrató empleados adicionales y compró una serie de secadoras domésticas en las que fueron metiendo, poco a poco, los billetes. Conviene aclarar que estos billetes en ningún caso han vuelto a estar en circulación, pero al menos pudieron se correctamente contados para establecer las cantidades a devolver. Desde julio de 2021 hasta finales de enero de 2022, fecha en que ha finalizado la operación, el Bundesbank ha aceptado y reembolsado billetes por valor de más de 100 millones de euros.

Efectivo bajo el colchón
El proceso ha puesto de manifiesto las cantidades de dinero en efectivo que realmente guardan los alemanes en casa. En general, se entregó más efectivo húmedo por persona de lo que se declara en promedio en las encuestas y declaraciones fiscales. Los ciudadanos alemanes aseguran en los sondeos que tienen unos 100 euros en sus billeteras y una media de 1.364 euros en casa. «El diferencial es bastante alto», establece Beermann, que destaca el caso de un ciudadano que llegó con más de un millón de euros en fajos de billetes convertidos en bloques duros de papel y barro que más bien parecían ladrillos de construcción. «Solo gracias al espíritu innovador de los empleados se pudieron resolver estos problemas», ha destacado el funcionario. Además de las secadoras, se adquirieron pelotas de tenis, las cuales fueron colocadas en las secadoras para evitar atascos durante el secado. También fueron utilizados aditivos de fragancia en las secadoras, porque de lo contrario los vapores del dinero sucio de la inundación eran insoportables. «No fue precisamente solemne», describe Beermann el trabajo. En cada ronda en la secadora, solo se introducía dinero de un único depositante, de modo que a medida que progresaba tan peculiar colada, iba quedando claro cuánto había que reembolsar a cada persona.

Beermann asegura que es necesario desarrollar una cierta cantidad de experiencia para secar el dinero sin daños en dos o tres horas con la secadora, en el ciclo suave, y desaconseja encarecidamente que la gente intente hacerlo por su cuenta en casa. «Y en cualquier caso, si alguien siente una irresistible tentación, siempre es mejor la secadora que el horno, que no debe ser utilizado para esto en ningún caso», dice.

En el caso de los billetes, se trataba de «peligro inminente» de destrucción, por lo que el Bundesbank les dio prioridad. La operación con las monedas, que ha sido la siguiente, no terminará hasta mediados de marzo. Estamos hablando de 1,2 millones de monedas, con un valor aproximado de un millón de euros. Algunas de ellas también han llegado muy sucias y oxidadas, por lo que no se pueden utilizar las máquinas contadoras. En algunos casos, el Bundesbank incluso se ha servido de llaves para tubos para romper rollos de monedas que se mojaron en las bóvedas de los bancos. Las van limpiando con agua y luego las secan al aire y en parte con papel de cocina. Solo después de este proceso, algunas de ellas pueden contarse a máquina, el resto a mano.
Source: abc economia

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