En Fundemos de Maturín, el colapso del agua tiene más de 10 años

Por falta de agua protestaron vecinos de la urbanización Fundemos de Maturín

 

 

 

La falta de agua desde hace más de un mes, hizo que los vecinos de la urbanización Fundemos de Maturín, salieran este miércoles a protestar cerrando la avenida principal. Ciudadanos en su mayoría de la tercera edad, denunciaron que la falla en servicio se ha agudizado en las últimas cuatro semanas, obligando a muchos a tener que cargar botellones en carruchas y carretillas.

Jefferson Civira // Corresponsalía La Patilla

Habitantes explicaron que la falta del servicio se debe a que las bombas de los dos pozos se dañaron desde hace dos meses. Sin embargo, el problema data desde el derrame petrolero ocurrido en el año 2012 que contaminó el río Guarapiche y que por razones que no entienden, ha afectado significativamente el bombeo a este urbanismo.

«Tenemos mucho tiempo sin agua en la urbanización donde hay más de 1.800 familias que nos vemos afectadas. Hicieron un pozo y eso duró pocos meses, porque la bomba se quemó y no la han reparado, y la gente de Aguas de Monagas dice que el problema se debe a una válvula dañada. A uno no le queda más remedio que comprar cisternas que cobran 6 dólares por mil litros. En mi caso son dos mil litros el tanque», manifestó Mariluz González, residente de la zona.

Añadió que se encuentran pasando «mucha necesidad» por este problema, razón por la que decidieron tomar estas medidas de presión. Un funcionario de la hidrológica Aguas de Monagas acudió al sitio de la protesta para mediar con los manifestantes y «comprometerse» en solventar la falla en el servicio.

Por su parte, Crixion Luces, otro vecino afectado, contó que semanalmente debe gastar más de 6 dólares por 1.200 litros y ahorrar el agua lo más que pueda entre los seis miembros que integran su familia. Criticó la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades encargadas, que a su juicio «divagan» en las propuestas para dar solución al problema.

«La falta de agua en esta urbanización tiene más de 10 años. Hay algunas calles donde llega de a poquito, pero donde yo vivo no llega ni una gota. Aquí vive mucha gente de la tercera edad, porque los jóvenes se han ido. En mi caso, de mis cuatro hijos, tres se fueron. Yo me enfermé del brazo derecho de tanto cargar agua», expresó Edith Bravo, otra vecina afectada.


Source: la patilla

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