Polonia rebaja el IVA y subsidia el consumo de electricidad para luchar contra la inflación

Mientras el resto de socios comunitarios e incluso el BCE aceptan los niveles de inflación récord desde la fundación del euro con los que ha inicio 2022 como una especie de maldición bíblica ante la que solo cabe la resignación, el gobierno polaco entra en acción. El primer ministro Mateusz Morawiecki acaba de lanzar un plan contra el descontrol de los precios que incluye subsidios a los hogares y las empresas para afrontar la subida de los combustibles y la energía, así como rebajas del IVA que, en el caso de los alimentos, por ejemplo, queda completamente eliminado.

Estas disposiciones, que entrarán en vigor a partir de febrero, tendrán como consecuencia que el Estado recaude entre 3.500 y 4.000 millones de euros menos, pero según Morawiecki «merece la pena porque tendrán un gran impacto positivo en la economía». Ha precisado que la exclusión del IVA afectará también a los fertilizantes, hasta ahora gravados con un 5%, y a toda la gama de alimentos básicos, pero no a productos alimenticios de lujo. «Solo los alimentos básicos estárán exentos, otros como el marisco no», ha dicho durante la presentación de su «Plan antiinflación 2.0», sugiriendo que los alimentos de importación seguirán en su mayoría sometidos al Impuesto sobre el Valor Añadido. También prevé la reducción del IVA de la gasolina, desde el 23% actual hasta el 8%, lo que se traducirá en una reducción de unos 12 céntimos por litro de combustible a precio de distribución. El gobierno ha encargado a la Agencia de Consumidores que compruebe que los comerciantes y fabricantes aplican las bajadas del IVA correspondientes a los precios finales de los productos.

Los expertos del gobierno calculan que el coste de la energía para los domicilios particulares se beneficiará de una reducción del 5% en el caso de la electricidad, pero además queda habilitado un fondo de unos 2.200 millones de euros que serán distribuidos entre los hogares polacos con menos ingresos, a modo de subsidio para costear la calefacción y para compensar el precio del gas. La ministra de Clima y Medio Ambiente, Anna Moskwa, estima que el paquete de medidas benericiará a unos 7 millones de familias que ahorrarán en promedio unos 22 euros mensuales y que los subsidios energéticos por hogar pueden alcanzar los 300 euros en algunos casos. En el caso de los edificios públicos, iglesias o locales de organizaciones sin ánimo de lucro, se aplicará una tarifa especial reducida en la factura del gas. Asímismo queda establecido que la Agencia de Reservas Estratégicas Estatales podrá utilizar los fondos del Tesoro Público para adquirir y mantener las reservas de gas y de otras fuentes de energía de valor estratégico.

Esta es la estrategia con la que responde Polonia a la crisis energética motivada por los altos precios del gas y otros combustibles, que ha disparado la inflación hasta el 8,6% en un país todavía muy dependiente del carbón y en el que predomina un discurso público que culpa a Rusia de lo que está sucediendo. Esta tasa de inflación es la peor de los últimos 20 años y está teniendo consecuencias dramáticas en los hogares. Tomas Jelenski, de 54 años, vive con su familia cerca de Varsovia y lamenta que los pellets que utiliza para la estufa se hayan encarecido desde los 1.200 zlotys que pagaba el pasado mes de septiembre hasta alos 1.738 actuales (260 y 380 euros respectivamente). Quienes calientan su casa con gas o tienen pequeños negocios lo tienen todavía más difícil, ya que la factura ha subido entre un 50% y un 60% de media, lo que lleva en muchos casos a volver a recurrir al carbón como fuente de energía alternativa. «Nadie va a cambiar ahora su calefacción por un sistema más moderno porque no tenemos dinero para eso precisamente en este momento», se queja Jelenski.

Wojciech Jokobik, experto en el sector energético, señala que «la economía polaca se está recuperando del impacto de la pandemia, pero carece de la capacidad de cubrir sus necesidades de electricidad y gas natural y los elevados precios actuales de la energía, que llevan seis meses consecutivos al alza, podrían revertir el proceso de recuperación». «Tenemos fuentes diversificadas de suministro de gas en Polonia, pero los altos precios de los derechos de emisión de CO2 tienen gran repercusión en los precios de la energía y nuestro objetivo sería reducir la factura de la luz de los hogares a la mitad, aunque todavía no lo conseguiremos con este programa», explica Aleksnder Brzozka desde el Ministerio de Clima de Polonia. «El aumento de la pobreza energética no debe ser subestimado, porque tiene un gran impacto social», comenta por su parte el analista especializado en energía Wojciech Jakobik, «no hicimos suficiente para mantenernos seguros en términos energéticos en los buenos tiempos y ahora la prosperidad energética se ha ido, y no estoy hablando solamente de Polonia, sino también de la Unión Europea».
Source: ABC

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