El Banco de España pide a trabajadores y empresas repartirse las pérdidas por la inflación

La inflación cerró 2021 en el 3,1% después de marcar un diciembre histórico con un dato del 6,7%, la mayor cifra en tres década que se confirmará este viernes. La energía está detrás de buena parte del incremento, pero su posible efecto sobre la economía trae de cabeza al Banco de España.

Pablo Hernández de Cos, el gobernador, ha señalado en su discurso en el Spain Investors Day (SID), organizado por Estudio de Comunicación, su preocupación. Concretamente, ha señalado el «reto» para la política económica la gestión de estos niveles de inflación, y su principal temor está en cómo se traslade el alza de precios a la economía. «Está justificado, obviamente, el apoyo a las capas de la sociedad más vulnerables. Pero empresas y trabajadores deben interiorizar que el grado de transitoriedad del repunte de los precios depende crucialmente de la respuesta de los agentes económicos. Para España —y también en gran medida para el resto de Europa—, estamos ante un shock de precios de productos energéticos que nosotros, en general, no producimos. Esto quiere decir que se genera una pérdida para el país. La prioridad debería ser alcanzar un reparto equitativo de esa pérdida, evitándose así una realimentación de precios y de costes que generaría efectos adversos adicionales para la competitividad, la actividad económica y el empleo», ha indicado.

«En los últimos meses ha aparecido un elemento adicional de incertidumbre, que es el relativo al fuerte repunte de la inflación. Este repunte es resultado de una confluencia de factores. Entre ellos sobresalen los efectos base debidos a los fuertes descensos de algunos precios al inicio de la pandemia, las dificultades de aprovisionamiento, el intenso crecimiento de los precios energéticos (en particular, de la electricidad) y de otros bienes intermedios, y los efectos de la recuperación de la demanda sobre los precios de algunos servicios», ha explicado De Cos.

Así las cosas, hasta la fecha el discurso habitual del gobernador se había centrado en tratar de transmitir que había que evitar que la inflación se asumiera completamente en salarios, por los efectos de segunda ronda, y que luego se generara una espiral con efectos sobre el conjunto de la economía.

Las distintas instituciones, incluido el Banco de España, consideran que con el paso de los meses la presión de la energía sobre los precios debería moderarse. Ponen el acento en que a partir de primavera el coste de la electricidad habría de reducirse, con el consiguiente efecto a la baja en la inflación. Aunque, en todo caso, las casas de análisis destacan que la situación está sometida a una incertidumbre considerable; incluso, hay expertos, como publicó ABC, que auguran que el IPC seguirá en cifras muy altas hasta al menos 2023.

Sin embargo, la inflación no es la única amenaza para España. «Existe además incertidumbre sobre la duración de las alteraciones observadas en las cadenas de suministros globales —los llamados cuellos de botella—, que están mostrando una persistencia mayor de lo anticipado y generando un impacto negativo significativo sobre la actividad. Se espera que estos problemas se moderarán a partir del segundo semestre de 2022 pero, de nuevo, este supuesto está sujeto a una elevada incertidumbre«, ha explicado. Descuenta que los problemas en las cadenas de suministros continuarán persistiendo este año.

Asimismo, un factor fundamental este ejercicio será la ejecución de los proyectos ligados al plan de recuperación. El uso de los fondos europeos, en suma. «Dada su magnitud, el uso de los fondos del NGEU será un condicionante de primer orden de la evolución económica en los próximos años. Las proyecciones del Banco de España contemplan la realización de proyectos por un importe de más de 60.000 millones de euros entre 2021 y 2023. Pero su impacto económico dependerá tanto del ritmo de absorción como del diseño y ejecución de los proyectos que se acometan y de las reformas estructurales que les acompañen«, ha afirmado, al tiempo que destacaba que en 2021 se había producido un retraso en la ejecución de los fondos.
Source: ABC

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