Aquel asombroso zapatazo de José Manuel Rey en Quito

Samuel Aldrey /@SamuelAldrey

“Hay que puntuar así se juegue feo”, así pensaba 24 horas antes del partido el capitán de la selección Vinotinto previo al partido contra Ecuador en Quito el 13 de octubre de 2007.

La selección nacional se preparaba para su nueva travesía premundialista en el mes de octubre con Richard Paéz a la cabeza. El equipo se encontraba totalmente concentrado en sacar una victoria como fuera.

German Augusto Cartaya le sacó una entrevista la noche anterior a José Manuel Rey, el robusto central expulsaba su liderazgo desde sus palabras previas al partido. No había excusas para él, sus palabras eran lanzadas como cañones al pecho de sus compañeros.

Venezuela tiene que empezar a buscar resultados, sean bonitos o feos. Lo importante aquí es puntuar. Este es el primer partido de una eliminatoria y se nos da esta oportunidad. Para hacerlo debemos mantenernos como un equipo organizado, que se les haga difícil a ellos vulnerarnos y esperar que todo salga bien”, disparaba desde su mente aquel diálogo certero en la eliminatoria solo importa ganar puntos.

La sobriedad de un Rey.

Así el día del partido en Atahualpa, Quito a las 6:50 pm la Vinotinto de Richard Paéz saltaba al campo de juego a 2.850 metros sobre el nivel del mar a ganar un partido por lo civil o por lo criminal.

“Hay equipos que juegan feo que no brillan, no ilusionan, pero agarran apuntos. Así tenemos que empezar con esa imagen: buscar el resultado a toda costa”, era lo que pasaba por la cabeza de Rey al escuchar el himno nacional: ganar a toda costa.

Venezuela salió con un sistema de cuatro hombres atrás, dos volantes en la primera línea, tres más adelantados y uno solo en punta. Aquella elaboración numérica iba en contra del 4-4-2 planteado por Ecuador.

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El conjunto meridional se apoderó de la pelota en los primeros compases con Edinson Menéndez proyectándose constantemente por la banda, pero sin llegadas claras. El caudillo montado por José Manuel Rey, Luis Vallenilla, Alejandro Cichero y Andrés Rouga le restó el oxígeno a los extremos ecuatorianos que jadeaban por las bandas sin hallar premio.

La sobriedad del Rey y el orden de la zaga dejó sin alas a los ecuatorianos en el primer tiempo.

Por Venezuela Juan Arango fue el único osado con la pelota en los pies y se sacó un obús desde larga distancia para inquietar a Vitery. El arquero ecuatoriano recibía el primer balazo de la noche y sobrevivía en aquel paredón sin cemento.

ARANGO-JUAN-EFE

El disparo de Juan Arango al arco de Vitery /EFE


 

 

Un misil para tirar los muros.

En el segundo tiempo las llegadas al arco de Renny Vega fueron pocas y etéreas. Venezuela se asentó en Quito y poco a poco dominaba más el apartado táctico. Los dos equipos haciendo zona y en la zona el reparto de hombres.

Hasta allí, tácticamente ganaba Venezuela porque Vera, con su infatigable ir y venir, obligó a Felipe Suárez, DT de Ecuador, a cambiar a Luis Valencia, porque el ‘Pájaro’ se le escapaba con velocidad a todos. Hubo momentos en que a Ecuador lo desbordó la presión asfixiante de un vino espeso. Fue esa presión que lo llevó a cometer una falta en la mitad de la cancha.

Esa pelota a 45 metros del arco era intrascendente. Eso podría pensar Vitery en su portería que ya no sentía un paredón de fusilamiento, sino una casita que no hacía falta proteger demasiado.

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El ‘Pájaro’ Vera era a priori el encargado de esos cobros, pero al iniciar el segundo tiempo Rey le dijo: “pájaro quiero un tiro libre”. Vera le regaló este, bien alejado del arco y al darle la pelota le aupó: “pégale fuerte”.

Rey serenamente colocó la pelota en el césped y retrocedió once pasos mientras Ecuador montaba una pírrica barrera de dos hombres. José Manuel se relamió el labio ante el panorama que veía: dos hombres y el arco dándole la bienvenida.

Se comió los once pasos y con la derecha envió un misil que tuvo un pequeño desvío en la barrera, pero que no fue suficiente para detener a la bala que fusiló a Viteri.

En la grada y en el banquillo la euforia se desató, la locura de miles de fanáticos que, con los torsos a la luna, tocaban el cielo con sus manos. Ellos fueron a verlo ganar, ayudaron con sus cantos y empujaron con anhelos para que la pelota llegara a la red.

Así la Vinotinto se convertía por primera vez en su historia en el Rey de la altura en Quito. Ecuador perdió el alma tras aquel trallazo.

Ahí está la verdad del fútbol que decía Rey “buscar resultados, sean bonitos o feos”. Pragmatismo puro sobre el césped. El lirismo es una hermosa dialéctica a la hora de la polémica. Venezuela tenía que ganar y ganó. Sin versos, pero con la belleza de aquel golazo asombroso de José Manuel Rey.

 

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La tapa de una noche inolvidable /Archivo Meridiano


 

 

*Alineaciones del partido.

Ecuador: Daniel Vitery, Ulises De La Cruz, Iván Hurtado, Geovanny Espinoza, Oscar Bagüi, Edinson Méndez (Mario Quinoz min. 77), Luis Valencia (Félix Borga min. 70), Segundo Castillo, Cristian Lara (Walter Ayovi min. 45), Carlos Tenorio, Cristian Benítez. DT: Luis Felipe Suárez

Venezuela: Renny Vega, Luis Vallenilla, José Manuel Rey, Alejandro Cichero, Andrés Rouga, Miguel Mea Vitali (Leonel Vielma min.79), Luis Vera, Ricardo David Paéz (Héctor González min. 77), Jorge Rojas, Juan Arango (Alejandro Guerra min. 65) y Giancarlo Maldonado. D.T: Richard Paéz

Árbitro: René Ortubé (BOL)

Estadio: Olímpico Atahualpa de Quito.

Source: Meridiano

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