La economía destruyó 357.000 empleos solo en los últimos tres días de agosto

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llevaba unos días calentando motores, avanzando cifras históricas de reducción del paro en agosto, y los datos han llegado hoy con una rebaja histórica del desempleo, pero también con destrucción de empleo récord. A la euforia del Gobierno se enfrenta la prudencia que reclaman las empresas porque casi cuatro millones siguen en paro en España y medio millón en ERTE y cese de actividad a escasos días de que decaigan las ayudas para sostener los puestos de trabajo en la pandemia.

La reactivación del consumo privado y el repunte de los viajes de verano de los españoles han animado el mercado de trabajo los últimos meses, en los que también se han relajado las restricciones sanitarias. Un conjunto de circunstancias que propició una rebaja de 82.583 parados, lo que ha dejado el número total de parados en 3.333.915. Una cifra que no recoge los trabajadores en ERTE porque siguen cotizando, pero su reincorporación al mundo laboral no está asegurada. A finales de agosto, 272.190 ocupados seguían en esta situación y 226.226 autónomos aún cobrando el cese de actividad.

Desde Trabajo celebran la reducción del paro por ser agosto un mes tradicionalmente malo para el empleo por la caída de las contrataciones tras el fin del verano y recordaron que el paro registrado encadena ya seis meses de caída con un descenso acumulado de 675.000 personas desde febrero. Es «una gran noticia, que confirma que superamos lo peor de la crisis», ha dicho la vicepresidenta segunda.

Largo camino por recorrer
Pero la realidad de los datos no respalda las reflexiones de la ministra si lo que se analizan son las afiliaciones a la Seguridad Social, el termómetro más fiable para medir el empleo. En agosto la Seguridad Social destruyó 118.004 empleos, lo que dejó en 19.473.724 el número de afiliados y si lo que se analizan son las bajas y altas del sistema los últimos tres días del mes se perdieron más de 356.829 puestos de trabajo frente a los 80.000 de un año antes en el mismo periodo. Servicios de estudios como el de Funcas han recordado que en el sector privado aún faltan 725.000 empleos para recuperar el nivel de febrero de 2020.

¿Por qué se destruye empleo el último día de cada mes? Las cifras son una consecuencia directa de la temporalidad en el empleo. Los contratos son cada vez más precarios y tienen menos duración, meses, días e incluso horas, lo que hace que las altas y bajas a la Seguridad Social fluctúen de forma brusca a lo largo del mes. La destrucción de agosto sorprende por lo elevado y hace pensar que, además de la temporalidad, detrás puedan estar la imposibilidad de muchas empresas de mantener sus puestos de trabajo.

Yolanda Díaz garantiza al sector turístico que el Gobierno prorrogará los ERTE hasta que sea necesario

«Estos datos avalan la necesidad de prudencia en las medidas de acompañamiento en la salida de la crisis, pues evidencian cierta volatilidad y que nos hallamos tan solo al principio del proceso de recuperación que esperamos se consolide», han puntualizado desde la organización que preside Antonio Garamendi. «Hay que ver el comportamiento del empleo en los próximos meses, hay que ser prudentes y no triunfalistas. Es verdad que estamos en una senda de un rebote económico y recuperación en algunos sectores económicos, pero la realidad también es que hay muchos autónomos y muchas empresas viviendo en estos momentos una situación muy difícil», recuerda, por su parte, el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Y es que agosto fue negativo para los autónomos. En el mes se han perdido 7.358 trabajadores por cuenta propia, lo que deja la cifra total en 3.315.603 afiliados frente al crecimiento de 402 registrado en agosto de 2020. Desde Cepyme insistien en que las pymes están atravesando aún una situación muy delicada como consecuencia de las restricciones de la actividad y la falta de ayudas, a las que se unen los mayores costes de las materias primas y la electricidad y la incertidumbre ante nuevos incrementos de costes derivados de la subida del salario mínimo y las reformas anunciadas, como la laboral y la de la Seguridad Social, «que pueden terminar afectando a la competitividad de las empresas, incluso a la viabilidad de algunas, y a la recuperación del empleo», han señalado.

Negociaciones a la vista
Ahora la incógnita es saber si los ERTE tendrán una nueva prórroga cuando a finales de septiembre terminen su vigencia. La ministra de Trabajo se ha reunido con el sector de la hostelería y su mensaje ha sido que la fórmula de protección de empleo se prolongará «siempre que sea necesario». Díaz tranquiliza así a un sector que sigue a medio gas por las restricciones y que lleva meses reclamando la prórroga del respaldo al menos hasta final de año.

Ahora está por ver si la decisión de Díaz es compartida por el titular de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. Ambos han chocado en las prórrogas por sus distintos puntos de vista sobre cómo se debían hacer. La vicepresidenta se ha mostrado partidaria siempre de mantener los estímulos en las mismas condiciones, sin restricción alguna, siempre que sea necesario, frente a la postura de Escrivá y de otros miembros de Gobierno como la vicepresidenta Nadia Calviño, o la de la titular de Hacienda, María Jesús Montero, defensores de ir recortando ayudas y fomentar la reincorporación al trabajo.

En estas negociaciones los agentes sociales han estado más cerca de Yolanda Díaz y han defendido la misma postura, que no es otra que ampliar los ERTE hasta que sea necesario.
Source: ABC

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