La factura de la luz de este mes de agosto ya es la más cara de la historia. El precio medio se sitúa en los 105 euros por megavatio la hora, con el martes 31 llegando a los 130 euros.
Los precios están al alza debido al aumento considerable del gas y de los derechos de las emisiones del CO2. En gran parte, los consumidores que más lo están notando son los que están acogidos a la t
arifa regulada o PVPC.
¿Y por qué? El precio en la tarifa regulada cambia de forma diaria y a todas horas. Se paga por el precio medio que alcance el kilovatio en el mercado mayorista. Así, los que están acogidos a esta tarifa suelen pagar más en invierno y en verano, que es cuando más demanda hay de luz, y no tanto en primavera o en otoño.
Se calcula que en España hay 11 millones de personas que están acogidas a esta tarifa. Las ventajas que hay son que el precio varía y puede estar más barata de lo normal, por lo que se puede ahorrar dinero, aunque últimamente no haya sido así.
Además, en la tarifa regulada existen desde junio tres franjas horarias: la punta, la llana y la valle. De este modo, ya no es tan importante el cuánto se consume, sino el cuándo. La idea para ahorrar en la tarifa de la luz es llevar el consumo lo máximo posible a las horas llanas y la valle (mejor a esta última), donde será más barata que en la punta.
¿Qué ocurre con la tarifa del mercado libre? Los precios están fijados por las empresas y se pagará una cuota mensual que no varía por contrato. De este modo, es más fácil saber lo que se pagará mes a mes y las subidas no se notan tanto, aunque después hay revisiones de contrato donde pueden repercutir el aumento que haya del precio en el mercado a la factura.
Source: ABC