El arte también se abre camino a través de las redes, una senda aún por potenciar sobre todo cuando hablamos de galerías y sus modelos de negocio. En este sentido, ya nacen en España nuevas propuestas que buscan innovar en su relación con el público y el comprador. Ejemplos como Dartearte, una plataforma de compra que quiere distanciarse del concepto tradicional del sector. En palabras de su fundadora, Carolina Chapa Cienfuegos, «nosotros no nos consideramos una galería como tal ni competencia de ellas, si bien es cierto que el objetivo es el mismo: acercar el arte a la gente, pero nos dirigimos a un público más amplio».
La plataforma echó a andar este mismo año y a día de hoy disponen de un portfolio de 150 piezas y 15 artistas (13 españoles y dos artistas portuguesas). En su web funcionan como intermediarios, una especie de modelo Amazon, donde Dartearte se encarga de tramitar la transacción, pero no almacenan. De forma que la obra va directa del creador al comprador. La diferencia está en que el artista no puede acceder de ‘motu proprio’ a vender en la plataforma, sino que es la misma la que se encarga de seleccionar a los artistas. «A los artistas los elegimos nosotros internamente. Casi siempre les contactamos nosotros para hacerles la propuesta. Sin embargo, en algunos casos, nos ha contactado algún artista y si nos gusta, por supuesto le incluimos en el proyecto», aclara Chapa.
Algo que consideran gratificante, por el hecho de que «también nos ha permitido conocer a un elenco de artistas con propuestas muy originales». «Queremos compartirlos con todo el mundo, que todo el mundo les conozca también. La genial serie de cafeteras de Juan Dando, los collages de Francisca Coutinho, las obras coloridas de Carmen Martini sobre lino o tela de saco, las geometrías de Marina Sastre, … Cuando alguien conoce a través de nosotros a un artista y le encanta, esa es la mejor parte».
Con todos ellos han conseguido ofrecer un abanico de obras «original y variado» sin cerrarse a un nicho concreto de mercado. «Queremos arte original, único y asequible con un catálogo surtido; de estilo, dimensiones y precio. La idea es que todo el mundo pueda encontrar algo en nuestra web. No queremos que sea una plataforma nicho dirigida a un grupo de personas con un gusto similar, sino que sea una plataforma para un abanico de perfiles», explica su fundadora.
Así las cosas su misión es clara: romper con la idea de que ser coleccionista es solo cosa de grandes fortunas. De hecho, en su plataforma actualmente se puede adquirir obras desde quince euros, y disponen de una selección de piezas con precios por debajo de los 250 euros. La obra más cara ronda los 1.000 euros. Por el momento solo disponen de pintura, pero pronto ofrecerán también escultura y cerámica
Una perspectiva distinta
Otra de las grandes diferencias de Dartearte con las galerías tradicionales radica en el hecho de que sus fundadores no tienen un vínculo directo con el mundo del arte. «No tenemos una trayectoria en galerías, ni carreras vinculadas al arte. Esto hace que podamos contar las cosas desde una perspectiva diferente. Para nosotros al final es más fácil porque nos dirigimos a un público como nosotros mismos; gente que les interese el arte, sin necesariamente ser conocedores».
En este sentido, las redes sociales juegan un papel esencial en su manera de llegar al público. «Todo lo que hacemos, lo hacemos a través de nuestra web y nuestras RRSS Son estos medios los que nos permiten dirigirnos a nuestro público, pero además a través de ellos hemos descubierto a gran parte de nuestros artistas. Queremos utilizar nuestras redes sociales pero desde una perspectiva muy cercana».
El objetivo es conseguir también que los jóvenes se interesen por el arte y que entiendan que también ellos pueden comprarlo. «Creo que desconocen que el arte puede ser accesible y nosotros queremos acercárselo» apostilla la fundadora de Dartearte.
Source: ABC