El presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha vuelto a poner en órbita la fiscalidad ‘ventajosa’ de Madrid, reafirmado el pasado jueves por el Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que también alentó el debate tras el encuentro entre ambos al acusar a la región madrileña de hacer ‘dumping fiscal’ y alinearse también con Puig para pedir un impuesto a las rentas altas que compense el efecto capitalidad de Madrid.
Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que Madrid ya compensa al resto de autonomías a través de la ‘caja común’ que comparten todas las comunidades a excepción de País Vasco y Navarra, con sistemas fiscales propios al cimentarse en régimen foral. En concreto, la región capitalina ya aporta el 70,3% -más de 4.343 millones de euros- de las contribuciones netas del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, donde solo tres regiones (Madrid, Cataluña y Baleares) aportaron recursos al cierre de 2019 al dotar al mecanismo con más ingresos de los recibidos. De hecho, Cataluña y Baleares quedan muy lejos de la capital, con el 24%(1.468 millones) y el 6% (364 millones) respectivamente. En valores absolutos, también es Madrid la que más aporta a la ‘solidaridad’ entre comunidades con 18.181 millones. Una cifra que supera en 500 millones la aportación total de Cataluña y en más de 5.000 millones a Andalucía.
Este fondo ya sirve para compensar a aquellas comunidades que registran una menor renta para que puedan financiar así servicios básicos, Sanidad y Educación entre ellos. Para su cálculo se incluye la población ajustada en vez de la real, de forma que se pueda atender a otras circunstancias como el perfil de los habitantes.
En este sentido, en términos netos, la región que más recibió en la última tanda fue Andalucía con 4.842 millones, seguida de Canarias (2.951 millones), Galicia (1.539 millones) y Castilla-La Mancha (1.291 millones). Por su parte, la autonomía que preside Ximo Puig, Comunidad Valenciana, fue la quinta que más saldo recibió con 1.196 millones.
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Según datos de Hacienda, si ponemos como referencia 2009 -año en el que se aprobó el actual Sistema Fiscal Autonómico- y hasta 2019, la aportación de la Comunidad de Madrid ha sido de alrededor de 36.000 millones. Una cifra que triplica a la de Cataluña, que en ese mismo periodo proporcionó al fondo unos 12.600 millones.
De hecho, la aportación de Madrid al conjunto de las catorce autonomías que participan en el Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales se ha mantenido por encima del 70%.
En este sentido, distintas fuentes empresariales de la región lamentan que Madrid sostenga este nivel de aportaciones, cuando es la primera comunidad en capacidad tributaria, aportando 2.361 euros por habitante, mientras que recauda por tributos cedidos 3.482 euros.
Una disparidad que también denunció la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso al apostillar que «siendo Madrid la comunidad que más aporta a la ‘caja común’ y al resto de las administraciones, somos los cuartos por la cola en inversiones por parte del Estado y los novenos en financiación», lamentó la regidora.
De la misma forma se pronunció el consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, tras acusar a Puig y Escrivá de «persecución fiscal y ‘madrileñofobia’ fiscal», además de ir contra los ciudadanos de Madrid por el simple hecho de serlo. A la vez que recordaba que «a los madrileños les va bien con impuestos bajos, como los que Madrid a lo largo de dieciséis años seguidos ha ido configurando».
El debate quiso zanjarlo ayer la titular de Hacienda. María Jesús Montero. al contradecir a Escrivá tras asegurar que la propuesta de gravar a Madrid con un impuesto a las rentas altas «no está en la agenda del Gobierno, ni lo va a estar nunca».
Lo que no resta que el próximo caballo de batalla entre Gobierno y comunidades, la armonización fiscal, siga acechando sobre el campo tributario madrileño.
Source: ABC