Los puntos negros sobre la economía de los que el Banco de España alerta al Gobierno

El Banco de España acaba de mejorar sus previsiones. El avance de la vacunación y la relajación de las restricciones están detrás de los nuevos datos. Sin embargo, no todo son buenas noticias para la economía. La institución también lanza alertas al Gobierno que ensombrecen la euforia por la teórica llegada ya de la recuperación.

En esta crisis nadie ha cuestionado que la política fiscal que se requería adoptar era expansiva, frente a las recetas de la anterior recesión. Pero esa dinámica de disparar el desequilibrio en las cuentas e incrementar la deuda no se puede mantener a perpetuo. El organismo, en este sentido, tiene claro que hay que diseñar desde ya un plan de consolidación fiscal para el futuro, como ha señalado Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del supervisor. Una necesidad que el Banco de España ha calificado en otras ocasiones prácticamente de urgente y que gana peso en vista de las previsiones presentadas hoy.

El déficit público es uno de los puntos más negros del informe ya que «permanecerá en 2023 en cotas todavía muy elevadas (del 4,3% del PIB)». En marzo las proyecciones en el escenario central estaba en el 7,7% en 2021, el 4,8% en 2022 y el 4,4% en 2023. Ahora están en el 8,2%, el 4,9% y el 4,3%, respectivamente. Arce achaca este empeoramiento, principalmente, al efecto negativo que tendrá sobre las cuentas la prórroga de medidas públicas como los ERTE, así como la implantación de nuevas medidas de apoyo a las empresas como las ayudas directas, las cuales «sumarían un punto más de déficit» al conjunto de los cálculos, con un efecto neto de medio punto más.

En el escenario favorable el déficit quedaría en el 7,8% en 2021, el 4,1% en 2022 y el 3,3% en 2023. En el escenario adverso las cifras se elevan hasta el 8,9%, 5,9% y 5,4%, respectivamente. Con todo, el escenario más factible y sobre el que trabaja el Banco de España es el central. Relacionado con ello, la institución señala que «se revisa ligeramente a la baja la estimación de los ingresos derivados de los nuevos impuestos introducidos a comienzos de este año o actualmente pendientes de aprobación», como las tasas Google y Tobin.

En términos de la deuda pública, esta también supone una preocupación a futuro para la institución, como ha asegurado en múltiples ocasiones. El organismo destaca que «apenas descendería en 2 pp en el horizonte de proyección» hasta 2023. De esta manera, quedaría en el 120,1% en 2021, el 117,9% en 2022 y 118% en 2023, en el escenario central. En el adverso se situaría en el 122,6%, 122,1% y 123,4%, respectivamente; en el favorable, en el 119%, el 114,7% y el 113,3%, respectivamente.

Los fondos europeos son otro de los puntos que generan mayor incertidumbre en el supervisor. España ya ha presentado a Bruselas su plan de recuperación, que debería ser aprobado por la Comisión esta misma semana para comenzar en breve con la distribución del dinero. Un documento en el que se ha trabajado los últimos meses y que desembocó tras su presentación en la dimisión de varios miembros del equipo económico del Ejecutivo, como la secretaria de Estado de Economía Ana de la Cueva.

El Banco de España dice «el grado de detalle sobre los proyectos que se van a acometer con cargo a los recursos del NGEU es ahora más elevado». Sin embargo, aporta un toque de atención al reseñar, de nuevo, que «se mantiene todavía un grado considerable de incertidumbre con respecto al ritmo al que puedan ser absorbidos estos fondos por las AAPP españolas y, consecuentemente, con respecto a su distribución temporal».

Arce ha explicado que no prevén cambios notables en la absorción e impacto de los fondos europeos en 2021 con respecto a su vaticinio de marzo, pero sí algo más de cara a 2022. Así las cosas,lLa aportación al PIB -lo que sumaría a la economía- que calculan sería de 1,8 puntos en 2023, llegando el principal impulso en 2022. Asimismo, ha añadido que buena parte de su efecto multiplicador sobre la actividad económica dependerá de la celeridad en la ejecución de este dinero y de la calidad de los proyectos a los que se destine. «En las nuevas proyecciones para 2021 se incorpora en torno al 50% (de absorción) del importe anunciado por el Gobierno para este año, considerando tanto los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) como el denominado React-EU. Para el conjunto del horizonte de proyección, la absorción se situaría ligeramente por encima del 80% de los fondos totales disponibles en forma de transferencias, concentrándose el mayor impulso en 2022», añade el documento.

Más allá de ello, entre los riesgos de los que advierte el Banco de España está un posible empeoramiento de la situación sanitaria a consecuencia de que surjan nuevas cepas resistentes a las vacunas. Y ahonda también en que «un hipotético repunte de las insolvencias empresariales conduciría a una pérdida de empleos y, posiblemente, a un deterioro del capital de las instituciones financieras, lo que podría incidir desfavorablemente sobre su capacidad para la concesión de crédito». Con todo, el informe del supervisor reconoce que «los riesgos para la evolución de la actividad económica se encuentran en la actualidad más equilibrados que en ejercicios de proyecciones pasados».
Source: ABC

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