Golpe a las tecnológicas: pagarán un mínimo del 15% en Sociedades

A una semana de que comience la Cumbre del G-7 en la localidad inglesa de Cornualles, los ministros de Finanzas han llegado a un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal global cuyo objetivo es, en palabras de Rishi Sunak, ministro de Finanzas británico, «construir un campo de juego equilibrado». El debate de la imposición global lleva varios años sobre la mesa de las principales economías, pero ha sido la presión de la pandemia el acelerador necesario para que comenzara a concretarse el acuerdo.

Así, como parte del plan, los ministros acordaron el establecimiento de una tasa mínima global que garantiza que las multinacionales paguen impuestos de al menos el 15% en cada país en el que operen y disuadirlas así de trasladar sus beneficios a países con baja tributación, según se refleja en un comunicado hecho público ayer.

El pacto está pensado para la «era digital global» y obligará a que grandes tecnológicas como Amazon, Google o Facebook paguen los «impuestos adecuados en el lugar correcto», lo que significa que tendrán que tributar en los lugares donde venden sus productos y servicios y no solo donde reportan beneficios, en sus sedes sociales.

El consenso puede ser todavía alterado y, de hecho, los países abrieron la puerta a elevar el suelo pactado en el impuesto de Sociedades hasta el 21% que fue propuesto por Estados Unidos. El país ha accedido a una demanda histórica de los países, que se aplicará a «aquellas compañías que obtengan un margen de beneficios del 10% o más».

A cambio de dar el visto bueno al impuesto mínimo, Estados Unidos pone sus condiciones y exige a los países, como Francia, que eliminen los gravámenes impuestos a los gigantes tecnológicos. En el caso de España, la tasa Google.

«Esto es algo de lo que se ha hablado durante al menos diez años. Y aquí, por primera vez, hoy, hemos llegado a un acuerdo de principios tangible sobre cómo deben ser estas reformas y ese es un gran progreso», expresó el ministro británico, mientras que la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, aseguró que «esta tasa mínima global pone fin a la carrera a la baja del impuesto de Sociedades y garantiza justicia para la clase media y los trabajadores de Estados Unidos y de todo el mundo».

En todo caso, el nuevo Ejecutivo de Joe Biden tendrá que llevar la nueva medida al Congreso, donde podría encontrar la oposición del partido Republicano. De hecho, durante su mandato, Donald Trump se opuso en repetidas ocasiones a aplicar este impositivo a nivel global.

Washington había anunciado el pasado jueves nuevos aranceles a exportaciones de distintos países del G-20, incluído España. Unos tributos que quedaron automáticamente suspendidos durante 180 días para dar espacio a las negociaciones de este nuevo sistema fiscal a nivel global. Ćon estas imposiciones, Washington buscaba presionar en el marco de estos encuentros para llegar a un acuerdo conveniente a sus pretensiones.

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El trato, conseguido tras dos días de reunión en Londres, es, según Sunak, «verdaderamente histórico». «Me enorgullece que el G-7 haya demostrado un liderazgo colectivo en este momento crucial de nuestra recuperación económica mundial», afirmó. Añadió que «estas reformas fiscales son algo que el Reino Unido ha estado impulsando y un gran premio para el contribuyente británico: crear un sistema fiscal más justo y adecuado para el siglo XXI».

Sánchez lo celebra
La medida, aprobada por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá, Italia y Japón ha sido aplaudida también por España, y el presidente Pedro Sánchez la calificó como un «avance hacia un nuevo sistema fiscal para la era digital global». La reorganización afectará a las empresas con márgenes de beneficio de al menos el 10%.

Los líderes del G7 esperan que el acuerdo sea respaldado por el grupo de naciones del G20, que incluye a China, Rusia, Sudáfrica y Arabia Saudita, en el encuentro que celebrarán el próximo mes en Venecia.

Asimismo, más de 130 países están participando en un ejercicio paralelo para acordar un marco fiscal global como parte de un acuerdo elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

También el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, declaró que «esto ayudará a los países en los que vivimos a financiar sus cometidos, especialmente después de la crisis del Covid-19» y detalló que esto ayudará a «proteger la salud de la población y defender la economía».

Robert Palmer, director del grupo de defensa Tax Justice, argumentó sin embargo que aunque la medida es un «buen primer paso» para evitar que las grandes empresas no paguen impuestos, cree que podría haber ido más allá, ya que la tasa del 15% es, en su opinión, demasiado baja, «especialmente en comparación con el hecho de que la tasa del Reino Unido subirá al 25% en 2023», apuntó. «Este acuerdo no será suficiente para las empresas británicas que intentan competir con los gigantes globales que pagan bajos niveles de impuestos», argumentó Palmer.

El debate de la imposición de este tributo lleva varios años sobre la mesa de los principales Gobiernos a nivel mundial, pero no ha sido hasta estos últimos meses. con la pandemia como acelerador, cuando ha empezado a concretarse. Ayer mismo la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, junto a sus homólogos de Alemania, Francia e Italia, representando a las cuatro mayores economías de la zona euro, firmaron una carta para reclamar la universalidad de este impuesto.

En la misiva, los principales representantes económicos europeos señalaban que «el ‘dumping’ fiscal no puede ser una opción para Europa, ni tampoco para el resto del mundo», a la par que recordaron que la «introducción de un sistema fiscal internacional más justo y eficiente ya era una prioridad antes de la actual crisis económica y será aún más necesario para salir de ella».
Source: ABC

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