El Corte Inglés se expande en Portugal con un nuevo centro

Mientras en España negocia con tres empresas concretas la recolocación de los 3.000 trabajadores a los que ha etiquetado bajo el sello de un ERE marcado por la polémica, El Corte Inglés tiene ya muy avanzadas las gestiones para abrir un nuevo centro en Portugal.

La compañía española, con un establecimiento bandera en Lisboa y otro en Vila Nova de Gaia (es decir, frente a Oporto, cruzando el emblemático Puente D. Luis I), busca expandirse en la segunda ciudad lusa con una segunda localización en la zona de Boavista. Una circunstancia que implica apostar por un área de poder adquisitivo medio-alto, pues de allí al exclusivo vecindario de Foz (donde residían Íker Casillas y Sara Carbonero) apenas hay dos kilómetros de distancia y, además, se halla muy cerca el Museo Serralves.

Son los terrenos de la antigua estación ferroviaria de Boavista los que constituyen el foco de atención para dar un salto en su estrategia portuguesa, solo que ahora la empresa Infraestructuras de Portugal quiere actualizar las condiciones en las que se le vendieron los 27.000 metros cuadrados de la propiedad a los ejecutivos españoles.

La reestructuración en España no afecta, por tanto, a sus inversiones en Portugal. De hecho, no se ha mencionado en ningún momento la posibilidad de un expediente de regulación de empleo. Lo que sí se pone en práctica es el mecanismo del ‘lay-off’, que se mantiene en tiempos de pandemia y se dirige a unos 1.500 colaboradores y suministradores locales, casi la mitad de los que maneja en territorio luso. Pero no es lo mismo.

El departamento de Alimentación y el de comercio electrónico han absorbido a muchos de los empleados que, de otro modo, habrían perdido su puesto de trabajo. Con todo, en Portugal también han tenido que recurrir a la reorganización para que la crisis sanitaria no se los llevara por delante.

La operación en curso al norte del país vecino estaba congelada desde hace 21 años, pero en su día El Corte Inglés acordó un desembolso de 20,82 millones de euros, de los cuales ya ha pagado 19,97. O sea, la empresa pública vendedora no se conforma con el hecho de que los 850.000 euros pendientes de abonar zanjen el montante, sino que apela a una revisión de las cláusulas del contrato con el objetivo de actualizar el montante.

Son, precisamente, dos décadas las que cumplirá en noviembre su emblemático centro de Lisboa, ubicado al lado de la Plaza de España y que incluye la explotación de unos multicines.

Aparte de este icónico edificio en la confluencia de la Avenida Antonio Augusto de Aguiar y de la calle Marqués da Fronteira, la empresa española mantiene otro centro en suelo portugués, que se asienta en la Avenida da República, en Vila Nova de Gaia-Oporto.

La compañía opera en el país vecino a través de El Corte Inglés Grandes Armazéns, que se ha consolidado entre la población urbana, concretamente en el segmento de poder adquisitivo medio-alto, donde apenas tiene competencia porque las cadenas portuguesas no se adentran en esa franja. Pero, claro está, la crisis del coronavirus ha afectado al buen comportamiento de sus indicadores, lo que obliga a la dirección a fijar nuevas metas para no retroceder posiciones en el mercado.

Igualmente, depende de la misma matriz la explotación de dos centros en plan ‘outlet’ y seis establecimientos de SuperCor: en Coimbra, Oporto, Braga, Sintra y dos en Lisboa (Parque das Naçoes y Restelo).

250 millones de euros necesitó la sede lisboeta para ponerse en pie y lanzarse a la conquista de los consumidores lusos, que por fin pudieron aprovisionarse en un supermercado ‘gourmet’, al tiempo que elegían prendas de calidad o muebles con un óptimo acabado. Fue la antesala para su desembarco cinco años después en la segunda ciudad al otro lado de la frontera.

En su día, el director general para de El Corte Inglés para Portugal, Juan Ángel Vaca, explicó a ABC: «La confianza tarda tiempo en conseguirse y se puede perder con facilidad. Nuestro empeño es mantenerla y tratar de extenderla a más ciudadanos portugueses. Hemos sido muy bien acogidos».

Además, el fuerte incremento del turismo en Lisboa y Oporto en los últimos años benefició a estos grandes almacenes. Y no puede olvidarse que la empresa no sólo vende sino que también compra, pues un 50% de los proveedores de sus centros portugueses proceden del propio territorio.

«El Corte Inglés es una tienda donde se encuentra de todo a través de un único interlocutor, que somos nosotros. Sin esta particularidad, no podríamos cumplir nuestras promesas de calidad, de servicio y de garantía porque, en un centro comercial tradicional, cada tienda tiene sus propios valores. Lo que nos distingue es la identidad», señaló Vaca, mientras añadía: «Buscamos miles de referencias de lo mejor que se produce en Portugal y de lo mejor del mundo».
Source: ABC

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