Del Rivero apunta a Fainé y Brufau y pide su imputación por el espionaje de Villarejo

Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, pasa al ataque contra los máximos dirigentes en 2011 de Caixabank y Repsol por el presunto espionaje encargado por ambas compañías a José Manuel Villarejo para evitar el asalto de la constructora, junto a Pemex, al consejo de administración de la energética. Pide la imputación tanto de Isidro Fainé como de Antonio Brufau, presidentes entonces de ambas compañías, respectivamente. Así consta en un escrito, al que ha tenido acceso ABC, remitido ayer por la noche por parte de la defensa de Del Rivero al juez Manuel García Castellón, que investiga el llamado ‘Proyecto Wine’, la pieza separada número 21 de la macrocausa Tándem.

En esta pieza se aborda el seguimiento a Del Rivero y su entorno por parte de Cenyt, la compañía del excomisaro Villarejo. De las actuaciones que obran en el sumario, la defensa del expresidente de Sacyr, dirigida por Jaime Campaner, concluye que «fueron los presidentes de ambas corporaciones quienes ordenaron a sus inferiores jerárquicos que contrataran los servicios de un comisario de policía que -huelga decirlo, por ser público y notorio- se hallaba en activo».

«El análisis de lo actuado en esta pieza revela la involucración del Sr. Fainé en los delitos investigados», indica el escrito, en referencia a un oficio de Asuntos Internos que transcribe las anotaciones incautadas en las entradas y registros. Y añade la defensa que estos elementos permiten afirmar «el indiciario conocimiento y la cenital participación» del expresidente de Caixabank. En este sentido, cabe recordar que el exjefe de Seguridad de la entidad, Miguel Ángel Fernández Rancaño, declaró como imputado en la Audiencia Nacional que despachaba estos encargos con sus superiores, en referencia a Fainé.

Asimismo, Del Rivero hace mención en su escrito a un informe elaborado mientras la causa estaba secreta por el Chief Compliance Officer de Repsol. Sobre este documento, la defensa del expresidente de Sacyr concluye que «reviste una potencial carga indiciaria de signo incriminatorio» sobre los dos dirigentes en 2011 (Fainé ahora es presidente de la Fundación La Caixa y Brufau se mantiene al frente de Repsol). En este sentido, el escrito presentado en la noche de ayer entiende que la vinculación de ambos directivos está «corroborada y apuntalada por fuentes de prueba materiales (hallazgos de las entradas y registros) y personales (testimonios de los Sres. Massanell y Fernández Rancaño), y no ha sido negada en la investigación interna de Repsol».

«Alguna conversación habitual»
En el escrito, Del Rivero también apunta y pide la imputación de Luis Suárez de Lezo, entonces secretario del consejo de administración de Repsol, del que asegura que «conocía más detalles que el jefe de seguridad y, sobre todo, ostentaba el dominio del hecho, sin perjuicio del control y dirección del Sr. Brufau».

Así, la defensa asegura que «son múltiples y muy variados los indicios que apuntan a la relevante e imprescindible participación del Sr. Brufau en la contratación del comisario en activo Sr. Villarejo para obtener la ruptura del pacto Pemex-Sacyr sin escatimar métodos ilícitos, desde la propia contratación del expresado funcionario público hasta la delictiva intromisión en la intimidad del Sr. Del Rivero». Y vuelve al citado informe del CCO de Repsol, sobre el que el escrito indica que señala «alguna conversación habitual» entre presidentes de ambas compañías para ir de la mano en el encargo a Cenyt.

En este sentido, la defensa de Del Rivero apunta a que Suárez de Lezo habría consultado el encargo con su jefe, Brufau, «del que obtuvo la autorización y, por lo tanto, la orden de la ilícita contratación con todas sus consecuencias».

Declaración de Villarejo
El excomisario Villarejo declaró justamente ayer como imputado en esta causa en la Audiencia Nacional. Este reconoció, en suma, el encargo presuntamente realizado por Caixabank y Repsol, aunque en su caso no apuntó a relación alguna con los máximos ejecutivos.

Dijo que sus trabajos obedecían a la labor que hacía como agente encubierto, al tiempo que explicaba que sus contactos se limitaron a los dos jefes de seguridad por aquel entonces de las dos compañías del Ibex 35. No trataba directamente ni con Fainé ni con Brufau, a los que sí señala con claridad Del Rivero en su último escrito presentado en el juzgado.

Villarejo explicó que él sabe de dónde sacar datos para los encargos que se le realizaban y que él nunca buceó en persona en las bases policiales para recabar información. En línea con la tesis que suele mantener en otras declaraciones por otras piezas, el excomisario volvió a señalar al CNI como fuente de la información de la que él disponía.
Source: ABC

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