Pablo Alejandro Rondón| @PablinhoAle3110
CARACAS. El fútbol venezolano crece a pasos agigantados, cada vez los estrategas locales se esfuerzan más en imponer estilos y crecer desde lo táctico, pese a llamados de atención fuertes como los últimos que hizo el seleccionador nacional, el portugués José Peseiro.
Pero en esa línea, extranjeros que dejan su huella en los campos nacionales impulsan al crecimiento sostenido del balompié local, como lo fue Juan Daniel Haladjian, quien fuera segundo entrenador del Carabobo Fútbol Club.
El dirigente nacido en Uruguay llevó sus conocimientos durante la pasantía en la “Vinotinto Regional”. Desde joven se interesó en el fútbol, como todo niño “Charrúa” y luego de varios ciclos en etapas juveniles en clubes de su país, decidió ponerse detrás de la raya en 2007, para iniciar su preparación como timonel.
Haladjian y su formación como DT
Pero en vez de pasearse por Europa o Sudamérica, Haladjian decidió sostener estudios en la materia en Estados Unidos, meca de otros deportes pero que también ha tenido un incremento sostenido de la actividad en el rectángulo de juego, además de una gran fama en materia educativa.
En suelo norteamericano, sumó conceptos desde la metodología de entrenamientos, talleres de la dirección técnica, periodización táctica y método coerver, que no es más que la técnica individual, velocidad y juego colectivo. Todo eso lo empleó después en su primera experiencia al frente de una oncena, en un colegio de Los Ángeles.
Tras ello, amoldó su estilo en los campos estadounidenses, en los cuales transitó por la American Soccer League, Universidades, USL League, para que Haladjian alcanzará la “guinda del pastel”, con labores en la Major League Soccer. Luego y cómo en el beisbol han venido de “allá para acá” muchos técnicos, desembarcó en Valencia.
En Venezuela creció
En el “Granate”, así como en sus otras pasantías, Haladjian marcó su forma y pasión de vivir este deporte, que es bastante marcado. Luego, en el aspecto táctico, trató de hacer énfasis a la estrategia y al juego colectivo, además del buen manejo de balón, sin dejar de mencionar la preparación física y emocional del jugador, elementos que pueden sumar éxitos, cómo ocurrió en el Carabobo durante esa época dorada de la presente década.
Un equipo con buen trato de la esférica, tal y cómo le gustan al timonel, un encantado del juego ofensivo, altos porcentajes de posesión y que forma su juego desde el fondo de la zaga, con muchas instrucciones al sistema defensivo. Por supuesto, exigiendo que los delanteros ejerzan la presión alta.
“La profundidad del proyecto es fundamental para todo entrenador, eso confirma las convicciones”, siempre resalta Haladjian a la hora de asumir retos en las oncenas, para conformar un bloque competitivo desde el arranque.
Ese también es uno de sus tips para conseguir el éxito, así como también una máxima que él maneja para las escuadras vencedoras. “Los equipos que demuestran categoría no muestran desorden”, acotó el sureño.
En su tiempo por Venezuela consiguió hacer evolucionar a una divisa que fue de las más competitivas en el periplo 2015-2019, al punto de liderar tablas acumuladas y conseguir cupos a la Copa CONMEBOL Libertadores en tres oportunidades.
Evolución del jugador
El nacido en Montevideo es consciente que toda estrategia debe ser plasmada por jugadores que tengan la capacidad de amoldarse a los conceptos que reciben. Los mismos deben estar aptos desde lo físico a lo técnico para responder a plenitud cada exigencia que desde el banquillo reciben.
En el método Haladjian, “El jugador debe de generar, crear, tiene que ver la jugada, en una forma de jugar, estrategia, tactica”, además de tener una capacidad de amplitud en 70 metros del ancho del rectángulo de juego, para así explotar los cambios de frente y hacer correr más a sus contrincantes.
Todos deben estar al tanto de las debilidades de sus rivales, sobre todo a la hora de hacer cambios en la planificación del compromiso. La idea es partir con ventaja desde el conocimiento.
Y sobre todo, lo esencial para triunfar es el equilibrio del equipo, lo cual para el dirigente es “muy importante”, más cuando su equipo pierde la pelota en favor del contrario. La idea es no quedar “mal parado y que el rival lo aproveche peligrosamente. Los sistemas técnicos son muy importantes, más allá que pasan por los jugadores que dispones en el plantel, si el rival me juega de una manera yo le juego de otra”.
Finalmente, el dirigente en su concepto debe ser capaz de sacar lo mejor de sus talentos, tener la personalidad y responsabilidad de implementar su idea de juego, además de las formas para trabajar durante la semana. “Todo entrenador debe marcar su idea, estilo e inspirar total confianza a sus jugadores para lograr mayor eficacia”, concluye quien tuvo una grata experiencia con el recién fallecido Diego Armando Maradona, a inicios del siglo XX.
En el retiro del futbolista Carlos “Pato” Aguilera, en Montevideo en 2000, conversó con el astro por espacio de 15 minutos. El “pelusa” recién dejaba las canchas, para luego convertirse en un resonante timonel de varios elencos como la selección de Argentina (2008-2010) o el Gimnasia y Esgrima de La Plata, club en el que laboraba al momento de su deceso el pasado 25 de noviembre.
¿Un tema de conversación? Fue sobre un histórico detrás de la raya, el argentino César Luis Menotti, campeón del mundo como entrenador en 1978. Maradona le dijo a Haladjian que fue el “mejor Director Técnico que tuve a lo largo de toda mi trayectoria.
“No es alguien difícil de describir”, cerró el uruguayo sobre el «10», quien gracias a su papá y la cercanía con el Peñarol de sus amores pudo sostener una charla con una de las grandes figuras que el 2020 se llevó.
Tras esa experiencia, ambos incursionaron en carreras como entrenadores.
Source: Meridiano