La presión sobre la viabilidad de las pensiones cada vez es mayor a causa de las consecuencias derivadas de la crisis del Covid-19, que fuerza el aumento del gasto en ayudas públicas. Esta es una de las alertas que se desprende del último informe «Pensions outlook 2020» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). «La cobertura ampliada de los planes de retención de empleo y las prestaciones por desempleo han reducido la transmisión de la caída del mercado laboral a los derechos de pensión pública, pero la deuda recientemente acumulada agregará presión sobre las finanzas de las pensiones, ya tensas por los cambios demográficos», indica el estudio.
Bajo este escenario de incertidumbre sobre el sistema de pensiones, la institución anima a los gobiernos a asegurar «que las personas sigan ahorrando para la jubilación». Es decir, que no se deje de lado e incluso se incentiven los planes de pensiones privados. Todo ello en vista de que el sistema público soporta cada vez más envites derivados de la demografía y la crisis económica.
Unido a ello, la OCDE reclama a los países miembros que transmitan a sus ciudadanos que no es una buena decisión vender sus activos de cara al retiro en momentos en que el mercado fluctúa. «La respuesta a la disminución del valor de los activos en las carteras es mantener el rumbo y evitar materializar pérdidas de valor mediante ventas. Ahorrar para la jubilación es a largo plazo», dice la organización. Y añade: «La experiencia demuestra que vender cuando los mercados bajan y comprar cuando subien está lejos de ser apropiado ya que «medir el tiempo del mercado» (es decir, intentar predecir los movimientos futuros del mercado) es muy complejo y está sujeto a grandes riesgos. Vender activos cuando ocurren «shocks» puede llevar a materializar reducciones de valor y excluye las oportunidades de recuperar esas pérdidas».
Esta recomendación de potenciar los planes privados choca de lleno con el Gobierno en el caso de España. El Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos acotará sobremanera los incentivos fiscales al ahorro para la jubilación a escala individual. La medida está incluida en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y prevé rebajar la deducción anual en el IRPF de 8.000 a 2.000 euros en los planes privados individuales; en cambio, la deducción aumentaría en 2.000 euros para los planes colectivos de empresa.
La OCDE también realiza una recomendación general para que los ciudadanos no saquen antes de tiempo sus ahorros para la jubilación. Véase, rescatar fuera de plazo el plan privado. Esto debería reservarse como «medida de último recurso basada en excepciones individuales». En otras palabras, la institución busca desincentivar al acceso temprano a los planes de pensiones.
Protección a los temporales
Asimismo, la institución pone el foco en los «trabajadores no habituales», es decir, los temporales y autónomos, por ejemplo, en el sentido de que se debe «alinear el marco regulatorio con los principios básicos de la OCDE para la regulación de las pensiones privadas al garantizar un acceso no discriminatorio a los planes de ahorro para la jubilación, minimizando los periodos de consolidación y facilitando la portabilidad de los derechos y activos de la pensión» al cambiar de empresa.
«Las opciones incluyen solicitar las mismas reglas de inscripción con respecto a los empleados indefinidos a tiempo completo; facilitar el acceso a planes de ahorro para la jubilación en el lugar de trabajo; y ofrecer productos de ahorro para la jubilación específicos», añade el informe. El objetivo que se busca es que, una vez alcanzado el retiro, las condiciones en que lleguen todos los trabajadores a la jubilación sean más o menos equiparables, teniendo en cuenta por ejemplo que los empleados temporales o los autónomos tradicionalmente llegan a mayores con pensiones más reducidas.
Source: ABC