Las cifras de Red Eléctrica, el operador y transportista del sistema eléctrico español, hablan por sí solas: la eólica ya es la tecnología líder en potencia instalada en España; además, la generación de electricidad a partir de placas fotovoltaicas superó a principios de agosto la producida con esta fuente en 2019; y, en lo que llevamos de año, las renovables han supuesto el 43,1% del mix eléctrico nacional. El país se está pintando de verde y avanza imparable en su hoja de ruta para llegar a 2030 con un modelo energético más sostenible y descarbonizado. España está haciendo los deberes marcados por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que vertebra un proceso de transición energética que será cabeza tractora de la economía en los próximos años. De hecho, prevé la atracción de más de 200.000 millones de euros de inversión en este periodo, de los cuales una porción significativa se destinará a la integración de renovables en el sistema eléctrico.
Según el PNIEC, se crearán en esta década entre 250.000 y 350.000 empleos. Con estos datos es fácil comprender la constante reivindicación que, desde distintas instancias, se ha hecho a favor de que la transición energética sea la punta de lanza de la recuperación económica del país tras la crisis provocada por el Covid-19. «Este modelo genera un círculo virtuoso de gran capacidad de generación de empleo y modernización del sistema productivo. No hay crecimiento posible sin desarrollo sostenible», afirma Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Red Eléctrica.
Este nuevo modelo económico hunde sus raíces en la apuesta de la Comisión Europea conocida como el Pacto Verde que contempla la movilización de un billón de euros en la próxima década (hasta 2030). Este compromiso se ha visto reforzado recientemente por el Fondo de Recuperación acordado por los jefes de Estado y de Gobierno europeos, que apuesta por la transición energética como el eje principal para estimular la economía tras la pandemia y luchar contra el cambio climático. De hecho, el 37% de la dotación del fondo se destinará a cumplir con los objetivos del Pacto Verde.
Agentes activos del cambio
La empresa desempeña un papel insustituible como agente activo de este cambio. Muchas compañías son ya conscientes de esta responsabilidad y ya se han alineado con este planteamiento denominado «recuperación verde». «Nos encontramos en un momento de transformación global en el que las empresas debemos estar atentas a los desafíos que se presenten», afirma Beatriz Corredor, presidenta del Grupo Red Eléctrica, que añade que el propósito de la corporación que preside es «estar en el centro de esa transformación». Red Eléctrica es una de las empresas españolas que será esenciales en el impulso de esta salida verde a la crisis económica resultado de la pandemia del coronavirus en España. Para la compañía, el foco de este nuevo modelo económico debe ser el impulso de la transición energética, que debe articularse en torno a cinco vectores: la descarbonización de la economía, la integración de las energías renovables, el impulso de la eficiencia energética, la protección del medioambiente y la apuesta por una transición justa e inclusiva. «Todos debemos asumir nuestra responsabilidad individual, institucional y corporativa», afirma Beatriz Corredor.
La compañía ejercerá un papel fundamental en este nuevo modelo por su condición de operador y transportista del sistema eléctrico español. De hecho, el Plan Estratégico 2018- 2022 del grupo recoge un esfuerzo inversor y tecnológico continuado para hacerla posible. La compañía trabajará en el desarrollo de una red de transporte robusta, inteligente, interconectada; la optimización de la operación del sistema, cada vez más complejo; el avance en la aplicación de medidas de gestión de la demanda; la incorporación de sistemas de almacenamiento y la movilidad eléctrica; el impulso de la innovación y el desarrollo de nuevos servicios para la coordinación entre los agentes.
La transición en cifras
Según datos de Red Eléctrica, en lo que llevamos de año las renovables ya han producido en España 78.701 GWh, lo que supone un aumento del 15,3% respecto al mismo periodo del 2019. Pero el avance de la transición energética no solo se mide en términos verdes sino también en términos de descarbonización: julio anotó la menor participación del carbón en la estructura de generación de la historia (1,3% del mix).
Un camino de récords
El pasado año, la compañía contribuyó a hacer posible los objetivos de país marcados en el PNIEC. En concreto, su trabajo consiguió la integración de la cifra récord de más de 6,4 GW de nueva potencia de generación renovable. Con este incremento, las energías verdes cerraron el año alcanzando el 50% del total del parque generador en España. Por otro lado, y gracias a la labor realizada desde su Centro de Control de Energías Renovables (CECRE), ayudó a que las fuentes renovables representaran el 37,5% de la energía total generada en España. Esto facilitó la reducción de las emisiones de CO 2 equivalente, logrando una tasa de casi un 60% de generación eléctrica libre de emisiones.
Source: ABC