El Gobierno prepara un plan de choque para evitar una oleada de despidos en el sector aeronáutico

El Ministerio de Industria ha comprometido este viernes, en una reunión con los agentes sociales, a elaborar un plan de choque que aborde la delicada situación del sector aeronáutico,
víctima colateral del desplome de la aviación
. La iniciativa del Ejecutivo pasa por realizar inversiones que permitan minimizar el impacto en el empleo que tendrá la crisis en la industria.

El encuentro ha contado con la presencia del secretario general de Industria, Raúl Blanco; la directora general de Trabajo, Verónica Martínez y el vicepresidente de la SEPI, Bartolomé Lora. El presidente de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), Ricardo Martí Fluxá, ha sido uno de los representantes empresariales. Y por parte de los sindicatos han estado presentes delegados tanto de UGT como de CC.OO.

Todos ellos han acordado crear un plan de choque para el sector aeronáutico, que «estará alineado» con el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y Airbus a finales de julio. Entonces, el fabricante europeo se comprometió a minimizar el recorte de empleo de sus fábricas españolas a cambio de que el Ejecutivo realizase determinadas inversiones.

La intención del Ministerio es replicar estas inversiones a nivel sectorial. Para ello, el Gobierno y los agentes sociales han constituido una mesa de negociación sobre las medidas a adoptar en la industria aeronáutica. Una iniciativa en la que se planteará la creación de un fondo de apoyo a la cadena de suministro además de medidas para mitigar el impacto laboral en un sector «estratégico».

Unos 3.000 empleos amenazados
El Gobierno pretende con este acuerdo tender puentes con los sindicatos, que esta misma semana se han echado a la calle para protestar contra los ajustes de empleos anunciados por distintas compañías auxiliares.

En las últimas semanas, empresas como Alestis, Grupo Aciturri, Aernnova, ITP e ICSA han anunciado que llevarán a cabo reestructuraciones en sus plantillas debido a las menores cargas de trabajo dentro del sector. Unos ajustes que afectarán, según los sindicatos, a más de 3.000 trabajadores. En un primer momento, las organizaciones de trabajadores reclamaron que se suprimieran estos ERE, aunque con el paso de los días han suavizado su postura. Mientras, cobra fuerza la opción de que algunas de estas empresas se fusionen, al calor de los nuevos proyectos del Gobierno.
Source: ABC

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