Así cambiarán los préstamos y las cuentas de los clientes con la fusión entre Bankia y Caixabank

La fusión entre CaixaBank y Bankia traerá cambios en las condiciones de contratación de determinados productos para los clientes de ambas entidades. En primer lugar, la operación empresarial puede acarrear que se reordenen las redes comerciales y se reasignen clientes en las zonas donde se solapen sucursales de ambas marcas. Si esto ocurriera, se deberá informar al cliente de qué oficina se les adjudica en caso de cierre y resolver desde la entidad todas las gestiones necesarias para la formalización del cambio.

Pero las novedades no se quedarán ahí. El propio Banco de España ha advertido hoy de que las características de productos de «duración indefinida», como las cuentas o tarjetas pueden ser cambiadas, aunque la entidad deberá avisar con dos meses de antelación si los nuevos requisitos no son favorables y el usuario tendrá derecho a cancelar la cuenta si no está conforme con un incremento de los recargos, entre otros supuestos. «El nuevo banco podría modificar las condiciones actuales de las cuentas, tanto de las corrientes como de las de ahorro. Por ejemplo, podría subir las comisiones, cambiar los requisitos de vinculación, modificar la rentabilidad… Es una práctica totalmente legal, ya que estos productos no están soportados por un contrato con una duración definida y, por lo tanto, se pueden cambiar unilateralmente», avisan desde Helpmycash.com.

En el el caso de los seguros y depósitos a plazo fijo sí se deberán mantener las condiciones actuales en un plazo inicial. No obstante, cuando llegue la fecha de vencimiento, la nueva entidad podrá ofrecer nuevas reglas para la renovación. «En el momento de renovar el producto, se aplicarían las nuevas condiciones presentes en el banco resultante de la fusión. No obstante, dado que CaixaBank retiró sus depósitos hace tiempo y Bankia oferta depósitos de escasa o nula remuneración, las consecuencias que podrían acaecer con este tipo de producto de ahorro serían mínimas», advierten desde Kelisto.

Por contra, el banco no podrá cambiar la naturaleza de los préstamos personales o hipotecarios ya que las características que se pactaron se deben mantener. Los usuarios seguirán pagando, en consecuencia, las mismas cuotas mensuales y tipos de interés que antes de la fusión, tal y como señalan desde el portal del cliente bancario de la entidad central.

Asimismo, desde la Organización de Consumidores OCU ponen de relieve que una vez que ambas entidades se integren, se llevará a cabo un cambio en el IBAN de los clientes actuales de Bankia. «En principio, el cambio de número de cuenta no debería suponer ningún problema para el usuario, ya que la nueva entidad asociará de manera automática el antiguo número de cuenta con el nuevo, y cualquier abono o pago realizado utilizando la antigua numeración se trasladará automáticamente a la nueva cuenta», remarcan.

Vigilar las domiciliaciones
Sin embargo, desde reclamador.es avisan de que si el banco comunica que se hace cargo de domiciliar en la nueva cuenta todos los recibos, pero finalmente esto no se lleva a cabo con el consiguiente perjuicio para el consumidor por recargos o cortes de suministros, los clientes podrán reclamar. Desde este portal recomiendan conservar todas las comunicaciones del nuevo banco, así como recopilar todos los recibos domiciliados en la antigua cuenta para, posteriormente, poder realizar una rápida comprobación rápida.

Respecto a los recargos en los cajeros, los expertos de Kelisto recuerdan que los clientes de Bankia ahora pueden sacar dinero son comisiones en los más de 6.000 cajeros de Bankia y que cuentan con cuatro extracciones gratis al mes en Euro 6000 y las de Banco Sabadell. Pero, cuando culmine la integración, estos usuarios pasarán a estar bajo el paraguas de la política de Caixabank, que solo permite sacar sin coste en su red de 9.000 cajeros propios.

Por último, el Banco de España recuerda que en el caso de que haya clientes con su dinero en ambas entidades deben tener en cuenta que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) cubre un máximo de 100.000 euros por titular, por lo que quienes superen esa cifra deberían sopesar la opción de abrir una cuenta en otro banco.
Source: ABC

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *